Mario Soares y Juan Pablo II
El ex presidente socialista de Portugal Mario Soares, de 80 años, anunció oficialmente este miércoles su candidatura a las elecciones presidenciales de enero de 2006, argumentando estar "en plena forma" y querer sacar a los portugueses de su "morosidad dominante". Pues para esas elecciones Soares tendrá 81 años. Se ve que la edad no es un impedimento para ejercer de persona y de ciudadano cuando la salud le responde, y la lucidez mental le acompaña. Tampoco es un amargado que vive de los recuerdos y memorias históricas y de sus odios, tampoco es un frustrado, como se ve en su espíritu de servir a sus compatriotas. Ya vimos como el Papa Juan Pablo II aguantó los últimos años de su largo pontificado con enfermedades y dolor, pero motivado y llevado por su trato y su amor a Dios, al servicio de la Iglesia y de la humanidad. Pese a hallarse tan cargado de años y con achaques hizo su trabajo bien hasta su último aliento. Incluso el no esconder sus dolencias y sus enfermedades a las gentes, les ha dado carta de naturaleza en una sociedad donde predomina la ley de la selva, donde triunfa el sano, fuerte, listillo, farsante, cínico y poderoso frente a los débiles como los niños, las mujeres, los ancianos, los embriones. Seguro que muchos "progres" que antes trataban de desprestigiar y ridiculizar al Papa Juan Pablo II por su alta edad, ahora se callan como muertos ante el caso del admirable Soares, que ya vemos que está lleno de vida, al igual que el Papa lo estaba hasta el final, a pesar de los pesares y pese a quién le pese.
