Suárez, algo más que el padre de la Transición
En estos momentos de nuestra historia en los que se cuestiona absolutamente todo lo que tenga que ver con la política es obligado recordar la grandeza de quien nos deja en estos días: Adolfo Suárez.
Suárez fue mucho más que el Presidente de la Transición. Fue el referente político de varias generaciones. Alguien capaz de poner de acuerdo a generaciones de abuelos, padres e hijos. Un nexo común de todo el arco parlamentario a lo largo de estos más de 35 años de democracia.
Nadie mejor que él pudo entender aquello que Wiston Churchill trataba de explicarle a un joven diputado que acudía por primera vez a la Cámara de los Comunes y que se sentía ilusionado de estar enfrente de sus enemigos políticos. “No se confunda, joven, los que tiene usted enfrente son los laboristas, que son sus adversarios. Los enemigos los tiene usted aquí detrás, en su propio partido”.
En los últimos tiempos, Adolfo tuvo que hacer frente al que ha sido el peor de sus enemigos: el Alzheimer. Una enfermedad que, por paradojas de la vida, borró de un plumazo el recuerdo de su nobleza política. En la vida, el ser humano ha demostrado ser más fuerte que cualquier enfermedad. Suárez ha muerto sin recordar que fue la pieza clave del progreso, del bienestar y del futuro de millones de españoles pero en la memoria viva de nuestro país perdurará eternamente su legado.
Adolfo nos deja pero su espíritu, su grandeza, su talante y sobre todo, algo tan cuestionado en los últimos tiempos, como su capacidad de consenso, perdura y perdurará en la vida institucional y política de esa gran España que él, y sólo él, fue capaz de unir a pesar de las dificultades del momento. Por eso, hoy en día, todas las formaciones políticas, independientemente de su ideología, de forma consciente o inconsciente, beben de su legado.
Y es que el hijo de Hipólito y Herminia siempre creyó poder transformar España, desde el consenso, el entendimiento y la libertad. Una libertad que amaba y de la que daba buena cuenta con una de esas cientos de frases que nos deja como legado para la historia política patria:
"Hay algo que ni siquiera Dios pudo negar a los hombres: la libertad"
Nunca podremos saldar la deuda de gratitud que tuvimos con él pero tenemos la obligación de recordar día a día, generación tras generación, que la moderación, el consenso, el dialogo y el entendimiento son las claves del éxito de nuestra Nación.
Gracias, Presidente.
