Cargas policiales “desproporcionada” en Ferraz

Después de las recientes declaraciones del Ministro Marlaska en el Congreso donde alabó las cargas policiales en la Calle Ferraz me veo obligado a desvirtuar, como Investigador acreditado por el Estado Español y experto en temas de seguridad que soy, semejantes afirmaciones:

1.- El Ministerio del Interior se niega sistemáticamente a elaborar una normativa que regule para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado la utilización de las armas destinadas a la impulsión y proyección de pelotas de goma en los aspectos relacionados a las pautas para su adecuado uso, la necesaria formación de los agentes que las usen, las obligación de realizar informes donde se detalle su uso, los mecanismos de control interno para su uso y la elaboración de los protocolos de actuación para conocer el alcance de las lesiones que causen, entre otras indicaciones efectuadas por el Defensor del Pueblo en la queja número 12009172.

Por lo tanto, el Ministro Marlaska con sus declaraciones ha alabado la impunidad de los comportamientos de la UIP que han actuado con saña en Ferraz al respecto del uso de los materiales antidisturbios citados.

2.- El Ministerio del Interior se niega sistemáticamente a establecer los mecanismos de información oportunos que permitan analizar y valorar las actuaciones policiales en los casos en que haya sido necesario recurrir al uso de la violencia policial, con el fin de mejorar procedimientos de trabajo represivo y evitar la reiteración de consecuencias no deseadas para las personas o bienes, según se especifica en la resolución del Defensor del Pueblo ante la queja número 12015283.

Es decir, que no hay ningún tipo de revisión interna de las actuaciones ni propuestas de mejora en las actuaciones policiales represivas ni afán de evitar los daños no deseados en las mismas tanto a personas como a bienes en el futuro.

3.- El Ministerio del Interior se niega sistemáticamente a elaborar una normativa que permita una correcta asignación del material antidisturbio o una identificación de los agentes que hayan hecho un uso desproporcionado de los mismos, al objeto de la exigencia de las responsabilidades que procedan, tal y como se recoge en la queja número 21004018 del Defensor del Pueblo.

En otras palabras, que no hay control, ni del material antidisturbio utilizado ni de su uso por los agentes, de tal manera que al no haber registros a este respecto se ha creado un espacio de impunidad máximo que inhabilita cualquier tipo de investigación somera y rigurosa.

4.- El Gobierno de Pedro Sánchez está castigando ferozmente a la Comunidad de Madrid en el uso de material antidisturbio frente a la privilegiada Cataluña, donde no se usa dicho material a pesar de la desestabilización social y política que se vive en esa Comunidad Autónoma.

Pareciese que a Marlaska le gusta el pegar a los madrileños y aplicarles la violencia de los gases lacrimógenos, artificios fumígenos y pelotas de goma, según consta en los datos suministrados por el propio Gobierno a una pregunta parlamentaria (número 184/97908), donde se especifica que para el periodo 2020-2022, la Policía Nacional ha hecho uso en la Comunidad de Madrid de pelotas de goma en 8 manifestaciones, artificios fumígenos en 5 concentraciones y gases lacrimógenos en 5 concentraciones, mientras que en Cataluña, con mucho más conflictividad en las calles y a pesar al alto número de UIPs allí desplazadas desde toda España, dicha Policía NO ha hecho el mencionado uso en ninguna ocasión en toda Cataluña durante esos tres años.

5.- Por su parte, la normativa policial impide disparar pelotas de goma a una distancia inferior a 50 metros y nunca de cintura para arriba; sin embargo, en Ferraz hemos visto disparos de la Policía de pelotas de goma y de gas pimienta a quemarropa a la cara de pacíficos manifestantes que no exhibían ninguna violencia.

Las escenas de violencia policial de la que hemos sido testigos millones de españoles va a suponer una mancha de culpabilidad sobre La Policía muy difícil de olvidar, por mucho que las órdenes evidentemente sean una decisión política aceptada muy gustosamente por mandos, cuyo único afán es el ascenso en la jerarquía policial y en la salarial.

En la misma noche del 6 de noviembre se lanzaron indiscriminadamente contra miles de pacíficos manifestantes infinidad de botes lacrimógenos sobre sus cabezas, lo que provocó multitud de asistencias sanitarias, especialmente para la población de avanzada edad que allí protestaba, lanzamientos que se multiplicaron posteriormente.

Las cargas policiales, los embolsamientos, las retenciones masivas, la violencia indiscriminada, las identificaciones multitudinarias, los disparos desde las ventanillas de los furgones, las detenciones arbitrarias y violentas, con esposas y amordazamientos en el suelo, palizas a mujeres, policías infiltrados agitando a la violencia, policías de paisano con porras extensibles con puntas de acero golpeando la cabeza de los manifestantes,… han sido un espectáculo represivo que tarde o temprano tendrá un elevado coste político pero sobre todo policial, en un contexto donde además hay un incremento exponencial de las estadísticas delincuenciales.

La sensación para los que allí hemos estado pacíficamente en Ferraz es que la Policía es un instrumento de represión política que jamás desobedecería órdenes de aplicar cualquier método antidisturbio, por muy duro que sea, lo que evidencia la necesidad de su profunda reforma y despolitización.

La realidad es que dos de los principales sindicatos policiales, como JUPOL y la UFP solicitaron la dimisión del Delegado del Gobierno en Madrid y de los mandos policiales que han ordenado las cargas desproporcionadas en la Calle Ferraz y sus alrededores, lo que evidencia el malestar de los policías de base ante semejante bochorno policial.

Y ante todo este panorama desolador, NO consta que haya habido ningún ingreso en prisión provisional de los 100 detenidos y 2.000 identificados en Ferraz por unos hechos que han merecido tanta atención represiva, como tampoco hay una sola imagen de ninguno de esos presuntos 50 policías heridos que alegaba Marlaska que ha habido por los disturbios, para así encubrir sus abusos y extralimitaciones contra la Población reprimida.

En definitiva, muchos españoles hemos descubierto en Ferraz que la Policía ya no es nuestra Policía, y no sabemos si esto es de ahora, o quizá desde hace más de cuarenta años, desde el momento en que los políticos que llegan al poder sólo se preocupan en poner a su plena disposición y disfrute represivo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

Guillermo Rocafort

Investigador acreditado por el Estado Español