A un desconocido
El pasado día 5 mis hijos me llevaron a Chamartín donde debía subir al Interciti que sale a las 10:00 h con destino a Vitoria, a causa de los atascos llegamos con el tiempo tan justo, que desde la puerta de la estación a la vía V donde estaba el tren, tuve que ir caminando de un solo tirón sin poder descansar un ratito, por ello llegue tan agotado que los altos escalones que hay para subir al coche no los habría salvado sin ayuda, un empleado de RENFE me prestó esa ayuda que tanto precisaba y, lo hizo con tanta delicadeza, con tanta amabilidad y con tanta eficacia, que hoy, ya de regreso en casa me siento en la obligación de escribir esta carta para felicitar a RENFE por tener empleados así, y a este Señor, así con mayúscula, y a todos cuantos como él, hacen de su trabajo un agradable servicio a sus semejantes, expresarles mi agradecimiento y mis más ardientes deseos de que el espíritu de Amor que nos nace en Navidad sea una constante en sus vidas.
