¡Divina-mente! Feliz Navidad
Las navidades son las fechas más entrañables del año, aunque no todo el mundo las vive igual. Además de jóvenes juerguistas, fiestas ruidosas y comilonas familiares, hay personas mayores que pasan las navidades solos, para las que las fiestas son un suplicio y desean que llegue el ocho de enero, al menos la tranquila normalidad.
Existen diversos oficios trabajando esos días e incluso más que antes. Están los padres que deben preparar las comidas para toda la familia, los regalos de los niños, hacer las compras con prisas, gastar, poner y quitar la mesa, fregar los platos.
Algunas familias tendrán problemas económicos, estarán en el paro, verán este reto consumista como una montaña imposible de subir. Muchos se acordarán de los seres queridos que ya no están, con ese sentido melancólico inevitable.
Y no olvidemos que, para las queridas mascotas como los perros, con su oído sensible, los petardos son un terrorífico bombardeo, un castigo innecesario.
Mientras unos se divierten, otros aguantan el estrés y sufren molestias, se sentirán atrapados en la aparente y obligatoria necesidad de felicidad.
Lo importante es que pienses en ti, no te abandones. Evita los pensamientos negativos que puedan surgir. Guarda para ti el mayor regalo, siente que te lo mereces. Tómate las fiestas con calma, aprovecha la oportunidad para reflexionar sobre el futuro, aclarar tus ideas, si hace falta reconvertirte hacia la vida que deseas. Vive la Navidad a tu manera, con las cosas que te gustan, sé feliz en la medida de lo posible y… ¡Feliz Navidad!
