Esperanza Navideña

Nuestra Señora de la Esperanza
Esperanza Navideña

Adelantado el Adviento, se sitúa la Fiesta de Nuestra Señora de la Esperanza, que, a veces,  coincide con el Tercer Domingo de Adviento o es su vigilia. En la liturgia católica, destaca, entonces, el color rosa de la casulla del sacerdote, y las flores y música, que vuelven al templo. El rosa, color que  indica alegría, también expresa devoción íntima. El Tercer Domingo de Adviento y la fiesta de la Esperanza son un alto en el camino de la penitencia y sobriedad propias de este tiempo.  Nuestra Señora de la Esperanza no sólo es recordada en Sevilla y en otros pueblos andaluces que se glorían con su virgen de la Esperanza. Esperanza también es el nombre de muchas mujeres de España, que celebran su onomástica el 18 de diciembre.

Tener esperanza es factor de ánimo y, por tanto, de acción y creación. No es cierto el refrán “el que espera desespera”. Dar esperanza es obra noble y lleva a sacar lo mejor de cada uno.

Navidad es fiesta de esperanza en la salvación eterna que  Cristo vino a traernos. La salvación de Dios es para todos los que están abiertos a la verdad y al amor y creen en el poder salvífico de un Dios hecho Niño para que sepamos agacharnos y desechar nuestro orgullo.

 

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