La estulticia campa a sus anchas

La estulticia acampa a sus anchas por doquier, en nuestra querida España. Estamos sumidos en una verdadera sinrazón, siempre deplorable y de funestas consecuencias. No somos conscientes aún, de lo que nos estamos jugando, en todo el conjunto de nuestra geografía hispana. La insensatez debe acabarse y el sentido de la responsabilidad y el bien hacer, debe triunfar. La aquiescencia de muchos y las aviesas intenciones de unos pocos que solo le interesa el poder y la gloria, hace que una gran mayoría de los ciudadanos temamos enormemente por la inestabilidad de nuestro país y sobre todo, por el pan nuestro de cada día.

Tenemos una prioridad fundamental para sacar a nuestro país adelante, esa prioridad es el trabajo, si no hay trabajo no hay progreso. Ese trabajo se consigue con inversiones, estabilidad y seguridad en nuestro entorno. Debemos, sin demagogia, sin ganas de conflictos (siempre con nuestros derechos respetados), intentar hacer las cosas muy bien en cada uno de los puestos que desempeñamos en nuestros respectivos trabajos.

Estamos hartos de falsas promesas en las campañas electorales, de corruptelas, de privilegios, de extremismos de todos los tintes, de cambalaches con nuestros votos y de acciones pensando en el poder y no en el bien de todos los ciudadanos.

Barrunto que algunos ufanos, truhanes, estólidos personajes se obcequen y no quieran establecer parámetros para que nuestro Estado de Derecho sea real, y así avancemos. Hay que seguir dialogando sin dispendiar el sentido común y de la responsabilidad que todos los españoles tenemos en esta tarea de salir adelante en todo lo que nos une y nos hace diferentes a todas las naciones de nuestro entorno. La inquina que nos meten, esos adalides arrabaleros con pérfida intención, hará que estemos desunidos.

Decía D. Francisco Pi y Margall. “Van siempre a los partidos extremos las más insensatas ambiciones, y estas, casi nunca satisfechas, agitan y revuelven sin cesar las muchedumbres”

Busquemos entre todos ese consenso que haga que la diversidad de nuestra Nación no se rompa.