La Elección (y III)
Ya hemos tenido “los debates”, incluido el 5º partido en liza, que sin participar también ha estado presente. Y en consecuencia el análisis de los partidos que se presentan a estas elecciones queda influido por los mismos. En los anteriores escritos ya analizamos los “dos grandes”. Ahora lo hacemos con el resto.
La primera conclusión es que con respecto a los dos partidos emergentes de estos últimos años prácticamente poco hay que añadir.
Ciudadanos, Cs, está claro, lo vengo diciendo desde el principio: es un partido bisagra, y como tal las posibilidades de alcanzar la jefatura del gobierno, de manera individual o colectiva son tan escasas como cualquier otro partido que, en el mundo, bisagra han sido por su indefinición. Porque lo mismo apoyara en un sentido u en otro. Hasta su Secretario General puede quedarse en esta ocasión sin asiento en el Congreso.
Podemos, o Unidas Podemos, que en cada elección cambia de nombre, como si de un traje se tratase. Solo transcribir la última estrofa de un poema “¡Possumus!”, que publiqué halla por Mayo de 2014 y que está en mi libro “La España Políticamente Correcta”, publicado recientemente:
¡Cuidado con los salvadores!
Pues detrás de ellos no sabemos
quienes están, quienes les dan el dinero;
quienes como iconos los alzan,
quienes los convierten en ídolos,
para luego destruirlos,
una vez alcanzado su objetivo.
Más los ídolos, sólo son ídolos
que dejan tras de sí, dolor, daño y sufrimiento,
cuando quedan, como ídolos caídos.
Hispanidad 28/05/2014
Su líder en estos dos días producía autentica ternura. De todas formas desde el principio de su aparición pensé que era el Daniel Cohn-Bendit español. Aunque con una gran distancia políticamente hablando. Aquel derribó todo un Gobierno, este se quedó a media altura del cielo. Pero el final el mismo. Aquel lleva vegetando los últimos 25 años en el Parlamento Europeo; este en el mejor de los casos lo hará en el español. Punto y final.
Nos queda Vox, es una incógnita, pero por su comportamiento y aunque no gobierne, en Andalucía está ayudando a que se empiecen a hacer las cosas bien. Pienso que es como una criatura que ha crecido y que defiende los valores que antes defendió el padre del que procede, y como consecuencia de que este se ha hecho mayor. No es ultraderecha. Defender la vida, defender a España como nación unida, querer corregir los errores cometidos en el funcionamiento de las autonomías, defender los símbolos que nos unen…etc. si esa es la derecha, bienvenida sea. Aunque las ideologías como fundamento de la política creo que están en el principio del fin de su extinción. Otro día hablaré de ello. De todas formas la conjunción de la moderación y la experiencia del padre, que se ha convertido en Conservador Liberal, con la firmeza del hijo en la defensa de nuestros valores como nación, puede ser harto beneficiosa para alcanzar la Concordia y que nuestros hijos revindiquen para España la grandeza de su historia.
Tenemos pues dos opciones y voy a emplear los términos por última vez:
O una Izquierda que en estos 40 años y gracias a la generosidad de esa derecha que han despreciado, nos están llevando al enfrentamiento; al deprecio de la vida humana, aunque lo disimulen con eufemismos; que nos volverán a arruinaran económicamente y moralmente, más si cabe; y con la que corremos el peligro de perder nuestra identidad como nación.
O una derecha que recupere nuestros mejores valores. Esos valores cristianos que la hicieron grande. Ninguna nación ha Evangelizado y extendido el cristianismo por el mundo, como España. Esos valores que entienden de verdad la diversidad dentro de la unidad. Que dieron lugar a la Transición democrática. Una derecha que ha demostrado su tolerancia, hasta límites que, quien más se ha beneficiado de ella, ha terminado por abusar y traspasarlos hasta un punto que ya no es tolerable.
La Izquierda es la que nos ha puesto en esta tesitura.
Esta es la elección a la que nos enfrentamos el día 28.
