En la ley del aborto hay más que socialismo

Hace unos días, la vicepresidenta De la Vega sostenía que el Gobierno no está para entrar en debates éticos o científicos y que lo único que le importa son los aspectos legales. Esto quiere decir que el Gobierno se sitúa por encima del bien, del mal y hasta de la ciencia, porque lo suyo es convertir las leyes que lleva al Congreso en una especie de Ley suprema, destinada a regir las conciencias desde una ideología impuesta. Este es el trasfondo del debate abierto con la reforma del aborto, cuyos cimientos ya puso Zapatero con la asignatura de “Educación para la Ciudadanía”. En ambos casos, el Gobierno ha rechazado todo consenso con la oposición, en un proceso de paulatina sustitución de la cultura cristiana que dio forma a Europa, por otra de radical relativismo, de nefastas consecuencias para la sociedad. ¿Tal vez sea éste estar por encima del bien y del mal el que lleva a múltiples dirigentes socialistas, que están en contra del aborto libre, a no pronunciarse abiertamente? Parece que están dispuestos a mantener a Rodríguez Zapatero por encima de la ciencia y de Dios. Tengo la sensación que en este caso hay más que socialismo.