Señor presidente, España no se vende

Cada día son más las voces de juristas de prestigio, y de muchos medios de comunicación, que se levantan contra el Presidente de Gobierno, por sus irresponsables deseos de "vender" España, con tal de mantenerse algún tiempo más en el poder. A la vez, es importante que los ciudadanos de a pie manifestemos también, con todos los medios legítimos a nuestro alcance, nuestro rotundo NO a semejantes despropósitos.  Muchos lo haremos manifestándonos pacíficamente en la calle, como ya se ha empezado a hacer en muchas ciudades. Y además, podemos dejar constancia por escrito de nuestra repulsa a la antidemocrática y anticonstitucional amnistía, y al referéndum de autodeterminación.

Sr. Presidente, usted no puede "vender" España porque España no es suya, y no tiene competencias para semejante disparate. Los juristas le han dado ya suficientes razones de peso.  Yo se lo digo así, como me sale de dentro, como algo obvio, que sin duda  es lo mismo que piensan la mayoría de los españoles. 

Al que esté dispuesto a vender España, destrozarla, es porque no le importa España, porque no piensa en España, porque no ama a España, lo cual le incapacita moralmente para gobernarla. A usted ¿le importa la opinión de la inmensa mayoría de españoles, muchos de los cuales le han votado, aunque no ciertamente para que haga lo que le venga en gana?. ¿Ha pensado en el juicio implacable de la historia?

Sr Presidente, si tiene conciencia no debe buscar alianza con los que no quieren a  España; sería un entreguismo culpable. No se debe caer en la mentira, y contradecirse siempre que convenga, con falta de rigor y coherencia. No se puede decir ayer "no cabe la amnistía", y hoy decir lo contrario. 

Sr. Presidente, usted no debería presentarse como Secretario General del PSOE, porque su "partido" es el sanchismo (un ente en el que cabe todo, con tal de mantener el poder), que ha alterado sustancialmente el programa del PSOE y ya no debe llamarse así. Hace un flaco servicio a la historia de esas siglas. Por cierto, la señora ministra portavoz del gobierno, ¿cómo se ha atrevido a decir al señor Redondo que tiene que respetar "las siglas" del partido, cuando el que no las respeta es usted?

Me permito también unas palabras a otras personas.

A los señores diputados del hasta ahora llamado PSOE. Ustedes no han sido elegidos para tirarnos a todos por un precipicio, sino para cumplir un programa en el que evidentemente no está ni la amnistía ni el referéndum. ¡Tienen el deber moral, en justicia, de decir que no! Usted, señor diputado, no es un simple número, un autómata ciego y sordo. ¡Ejercite responsablemente su libertad y su honor! Tiene la obligación de evitar los desvaríos anticonstitucionales contra España de Pedro Sánchez.

Señores e ilustres magistrados del TC, con el debido respeto: los españoles esperamos que sepan ejercitar responsablemente su cargo, como juristas prestigiosos que son. Confiamos que, si llegara el momento, no harán decir a la Constitución lo que ni dice ni puede decir. Sería el fin de la Constitución, un desprestigio irrecuperable. Confiamos que no cedan a lo que no está en su mano conceder, si mantienen su juramento o promesa de ser fieles a la Constitución, es decir a España.

Queridos conciudadanos, no apoyemos a quienes están dispuestos  a gobernar al margen del respeto a valores esenciales y de amor a España: la igualdad entre todos los españoles, la unidad de España, junto a un gran amor a todas sus regiones y legítima diversidad en lo accidental, que enriquece la unidad. El voto que se da al votar no es un voto en blanco. Si al que se lo damos lo utiliza para otros fines, que no están en el programa y que son claramente anticonstitucionales, se les debe retirar la confianza. Si no, nos hacemos corresponsables  de cualquier locura que decidan. España es un gran país, a pesar de tantas torpezas de las que no somos ajenos, que se merecen hombres y mujeres bien preparados para gobernar, que amen a España y vengan a servirla y no a "servirse" de ella.