Denegado el permiso para salir de la cárcel al minero que proporcionó los explosivos del 11-M

El minero asturiano José Emilio Suárez Trashorras fue condenado a 34.715 años de cárcel por facilitar a la célula terrorista del 11-M los explosivos que provocaron el atentado en el que murieron 192 personas. Ahora no ha conseguido el pase a régimen general de cumplimiento, por lo que no podrá acceder a permisos penitenciarios que le permitan salir de la cárcel.

Un auto de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha desestimado el recurso de la defensa del minero, que realizó esta petición argumentando que Suárez Trashorras “es un enfermo mental grave, que con los años de prisión ha visto agravada sus patologías”.

Explicaba además que el condenado tiene sanciones sin cancelar y que el cómputo de los permisos de salida debería contar “sobre la totalidad de las penas impuestas”. También apunta que se debería revisar su régimen de visitas “después de más de 18 años de prisión ininterrumpida” y de una trayectoria penitenciaria favorable, no siendo un peligro público ni siendo previsible la comisión de delitos si fuera excarcelado.

Decisión de la Audiencia Nacional

El recurso desestimado se ha emitido a propósito de auto que denegó la aplicación del régimen ordinario de Suárez Trashorras, manteniéndole en segundo grado de tratamiento. Para tomar esta decisión, se señaló “el tipo de delito y la especial gravedad de los hechos” y el número de víctimas.

Además, se consideró que el preso llevaba en “régimen cerrado en los últimos tres años”, tenía un “comportamiento inestable e inmaduro” y antecedentes de “alteraciones psicopatológicas”.

¿Cómo es su vida en la cárcel?

En la actualidad, José Emilio Suárez Trashorras permanece en un módulo de un programa de atención a enfermos mentales. En su día a día, según el auto de la Audiencia Nacional, “asiste al taller ocupacional de cuero y es uno de los responsables de la biblioteca, colabora en un grupo de limpieza y participa en actividades lúdico/deportivas”.

El escrito admite que la relación del preso con el resto de internos ha mejorado últimamente. No obstante, considera que estos contactos “se siguen limitando a aquellos sobre los que cree tener una cierta superioridad, sobre todo por el hecho de “asesorarles a la hora de elaborar recursos y reclamaciones”.

Por su parte, ven la relación con los profesionales “más bien distante”, aunque certifican que “cuando es llamado, se muestra correcto y educado. También, añaden que “cumple las normas, aunque cuestiona alguna de ellas, sin hacerlo de manera tan airada y sistemática como antes”.

Atendiendo a este análisis, desde la Audiencia Nacional “requieren mantener el régimen especial de cumplimiento, dado que no existe un pronóstico favorable de reinserción deducible de los anteriores datos ni una evolución lo suficientemente favorable”

Valoración de la defensa de José Emilio Suárez Trashorras

Fuentes de la defensa de Suárez Trashorras argumentan que “lleva 19 años” de condena “y no le permiten ni que pueda pedir permisos (que pedirlos no significa que se los vayan a dar)”. Además, aseguran que “no está siendo tratado debidamente en la cárcel” y que puede empeorar psicológicamente.

También insisten en que “ha declarado públicamente su arrepentimiento, ha realizado un programa de justicia restaurativa, teniendo encuentros en prisión con víctimas del 11-M” y que no es un terrorista, “ni un asesino, para que se le esté dando el trato penitenciario y judicial que se le da”.