La manipulación del metal para las Pymes

La chapa es un elemento estructural de gran valor y utilidad para las empresas, sobre todo para la pequeña y la mediana, tanto como medida de protección contra las inclemencias climáticas como para la decoración de todo tipo de ambientes, utilizándose para mobiliario, insonorización, filtrado… en dependencia del tipo de material utilizado para la creación de la chapa, esta puede tener aplicaciones en fachadas, estanterías, techos, mobiliario urbano...

Los materiales más demandados por las industrias y empresas son el aluminio, el acero inoxidable y el hierro, aunque estos pueden presentar distintos acabados, como el acero inoxidable pulido, el aluminio cepillado o anodizado, solo por nombrar algunos de los más demandados, siendo, por tanto, trabajos más específicos.

Tratamientos del metal y maquinaria

Las chapas de metal pueden sufrir diferentes transformaciones para adaptarse a los diferentes usos que se les quiera dar. La maquinaria industrial es fundamental para conseguir estos trabajos de tratamiento con los que mejorar las instalaciones industriales o empresariales.

Los trabajos de plegar, doblar y cortar chapas se realizan gracias a máquinas industriales que pueden instalarse en las propias instalaciones de las empresas, facilitando las labores de mantenimiento de las mismas, pero sobre todo para el sector profesional del metal, que da cobertura y servicios al resto de empresas que necesitan trabajos puntuales.

Las máquinas plegadoras de metal

Como breve introducción a los tipos de máquinas existentes para trabajar sobre planchas de metal, podemos comenzar con el más usado y demandado por las empresas que quieren añadir estructuras a sus instalaciones aprovechando las ya existentes.

El plegado de chapa deforma una lámina de metal con el objetivo de que adopte un ángulo con respecto a un eje que suele ser recto, basado en el impacto que ejerce una fuerza de presión de un punzón sobre una matriz cualquiera en la que se realiza el plegado de chapa.

Existen cuatro tipos de plegadoras; la plegadora manual, la plegadora mecánica, la hidra-mecánica y la hidráulica. Las primeras están destinadas a láminas muy delgadas (calibres del 20 hasta el 8 o 9), son máquinas muy sencillas y pequeñas, con sistema de accionamiento hidráulico y a veces con controladores numéricos computerizados (CNC).

La plegadora mecánica posee un volante de inercia que es lo que produce la energía para mover el pistón, la hidra-mecánica se diferencia de la anterior en que se sustituye el volante por una bomba hidráulica, que es la que provee la inercia para accionar el pistón, y por último la plegadora hidráulica se diferencia de las demás por emplear una bomba hidráulica y cilindros hidráulicos para impulsar el pistón.

Máquinas cortadoras de metal

Los diferentes tipos de máquinas de corte, cizallas o guillotina para chapa dependen del tipo de proceso que se utilice para realizar el corte de metal, que pueden ser por procesos térmicos (oxicorte o químico, plasma y láser), de erosión (corte con agua y corte con agua y abrasivos) y mecánicos (punzonado, cizallado con cizallas hidráulicas y el aserrado).

El oxicorte es un proceso de corte que se realiza por combustión, ya que es químico. Para hacer reaccionar este proceso se utilizan varios agentes; el combustible, el hierro para realizar el corte sobre el acero, un comburente, como el oxígeno, y un iniciador de la combustión, como una llama.

El corte por plasma es un proceso térmico que permite la fusión del material. Esta fusión se consigue mediante el gas que logra calentar la pieza a cortar, se avanza a medida que se va expulsando el material fundido y se va cortando. Para este tipo de corte existen cuatro procesos diferenciados; el de arco transferido / no transferido, en seco, que puede ser a su vez sin o con gas de aportación o con aire, como gas plasma, y con agua.

El corte con agua tiene también varias posibilidades; arco protegido por agua y arco sumergido, o bien, el denominado de alta definición que es aquel que busca una densidad de energía elevada.

El corte con agua más abrasivo es un proceso de erosión de los denominados mecánicos y su función es realizar el corte cuando se inyecta agua a presión a través de una y añadimos un abrasivo, que es el que se encarga de erosionar el metal y arrancar las partículas para poder realizar el corte. El agua a presión sometida al paso por una boquilla muy pequeña consigue velocidades muy altas, aproximadamente 3 veces la del sonido.

El corte con láser para metal también es un proceso de los denominados térmicos, es decir, que es el aumento de temperatura lo que realiza el corte. El láser para chapa no consigue la fusión del material, puesto que las temperaturas alcanzadas son tan altas que se vaporiza. El láser de fibra, por su parte, es un tipo de láser de estado sólido utilizado para el corte de metal que necesita de la más alta precisión, rapidez, ahorro energético y respeto por el medio ambiente.

El láser, para el que desconozca este sistema, se consigue utilizando un material activo, indiferentemente a que este sea sólido, líquido o gaseoso, que se excita mediante una fuente de energía externa, como puede ser la eléctrica, lumínica, etc., emitiendo radiaciones luminosas de tipo láser.

Por último, cabe reseñar el corte por punzonado, en este caso se trata de un corte de tipo mecánico, provocado por cizalladura, en el que intervienen dos herramientas, la que se coloca debajo de la chapa que se va a punzonar y la otra que va destinada a la parte superior. Cuando el material se comprime se produce una deformación que se agrietará a medida que el punzón penetra en él. Las primeras roturas aparecerán en los bordes donde se produce el contacto, como es de suponer, y a medida que vaya avanzando se irá produciendo la rotura que finalizará con la separación entre la chapa y el material de recorte. Las dos grietas coincidentes seguirán recibiendo la acción del punzón que penetrará insistentemente hasta que se produzca la expulsión del material que se está cortando.