Préstamos rápidos en Navidad: qué debes evitar
Los regalos, inversión en celebraciones y la fiebre de consumo de estas fechas derivan en una serie de gastos inesperados que un préstamo puede resolver
La euforia navideña puede terminar con un sablazo a nuestra cartera, pero ¿son los préstamos rápidos la mejor opción para salvar el escollo navideño? A continuación analizamos cuándo un préstamo rápido es (o no) una buena solución.
¿Debería pedir un préstamo rápido en Navidad?
En LoanScouter analizan las ventajas y los riesgos que conllevan los préstamos al consumo, centrándose en las particularidades asociadas a los gastos navideños. Evalúa por ti mismo tu caso concreto, aplicando este sencillo cuestionario. Te asegurarás de estar tomanto la mejor decisión:
Antes de contratar un préstamo
A continuación encontrarás tres cuestiones personales que te ayudarán a clarificar tus ideas. Para no precipitarnos debemos ser realistas en cuanto a las implicaciones de la solicitud de un préstamo personal para Navidad. Nos referimos a cosas tan básicas como en qué gastaremos el dinero del préstamo, cómo lo devolveremos y si realmente nos compensa el esfuerzo y la austeridad que le seguirán.
¿Es realmente necesario?
Los productos financieros de este tipo están pensados para solventar situaciones de necesidad en momentos concretos, pero ¿es ese tu caso? Solicitar financiación para la compra de un capricho navideño (que podemos terminar pagando muy caro) no debe ponerse nunca al mismo nivel que la compra imprevista de un bien o servicio realmente necesario.
¿Cuál es mi previsión de gastos real?
A menudo sucede que al establecer la previsión de gastos en Navidad, nos basamos en la tendencia económica de nuestro día a día, sin tener en cuenta que en cuestión de gastos estas fechas distan mucho de lo cotidiano. Salimos más, acudimos a restaurantes, compramos regalos, viajamos… y tendemos a infravalorar los gastos reales a corto plazo. Esta actitud puede derivar en una planificación poco realista a la hora de cumplir con los plazos de devolución, e incluso de satisfacer el total de los gastos para los que solicitamos el préstamo.
¿Conozco todas las opciones?
La impulsividad no es una buena aliada a la hora de escoger un préstamo, incluso cuando ya contamos con una entidad de confianza. Comparar los préstamos compatibles con tus requisitos y necesidades puede suponer un ahorro sustancial, facilidades en el pago, y en general, tranquilidad para los próximos meses.
Al contratar el préstamo
En el momento en que la decisión está tomada, la flexibilidad de algunos préstamos personales puede hacernos dudar sobre cuál es la mejor opción para nosotros. Éstas son algunas de las cosas que tendrás que plantearte:
¿Cuándo pagar?
En el caso de los préstamos con cuotas mensuales, lo mejor es establecer una fecha próxima (pero sin pillarse los dedos) al día de cobro de tus ingresos.
¿Compensa arriesgar un aval?
Reducir las comisiones o el porcentaje TAE mediante la presentación de una garantía es tentador, pero puede resultar un riesgo que no compense en caso de impago.
¿Cuáles son los costes de no cumplir con los tiempos del contrato?
Algunos préstamos rápidos permiten bajar las cuotas incrementando los intereses, o por el contrario liquidar el préstamo antes de tiempo abonando una cuota. Sé precavido e infórmate de ambas opciones antes de firmar.
