Afronta el frío sin dolor muscular

¿Por qué aumenta el dolor de espalda con el frío?

Afronta el frío sin dolor muscular
Afronta el frío sin dolor muscular
  • En la temporada invernal, la zona cervical emerge como una región especialmente vulnerable a las contracturas musculares, agravadas no solo por las bajas temperaturas, sino también por malas posturas, en particular relacionadas con el uso frecuente de teléfonos móviles.
  • Además, el descenso de la temperatura, principalmente el frío, la humedad, y la caída de la presión atmosférica son los principales factores que tienen más influencia sobre el dolor de espalda.
  • Ata Pouramini, doctor en quiropráctica y autor del libro ‘Tú eres tu medicina’, recuerda que el trabajo encogido y las bajas temperaturas pueden aumentar la tensión en cuello y espalda, generando molestias y posibles lesiones. 

La llegada de la ola de frío y las bajas temperaturas puede afectar a muchas personas provocando dolor muscular. Con el 40% de nuestro cuerpo compuesto por masa muscular y más de 600 músculos desempeñando diversas funciones esenciales, es crucial mantener un enfoque proactivo para evitar las molestias asociadas con el frío.

La pérdida de masa muscular con el paso de los años es una realidad que enfrentamos, y cuando el invierno se instala, los efectos pueden intensificarse. Las bajas temperaturas pueden propiciar contracturas musculares, resultando en incomodidad y rigidez. Es durante estos momentos que la musculatura, responsable de generarnos calor cuando temblamos, requiere una atención especial para evitar tensiones y mejorar nuestra calidad de vida.

El quiropráctico Ata Pouramini y autor del libro ‘Escuela de la Espalda’, explica que la zona cervical, rica en músculos involuntarios alrededor de la columna y el cuello, es propensa a desarrollar "puntos de gatillo". Estos puntos, causados por la contracción de los músculos, no solo generan dolor localizado, sino que también pueden manifestarse en otras partes del cuerpo, creando una red de malestares asociados. Por ejemplo, una persona con puntos de gatillo en el trapecio podría experimentar dolores en la cabeza o los brazos. Este fenómeno no solo provoca molestias físicas, sino que también contribuye a la ansiedad y el estrés al hacer que las personas teman otras dolencias que no padecen realmente.

«El cuerpo humano tiene respuestas muy específicas y coordinadas para adaptarse a las bajas temperaturas. El invierno intensifica estos problemas al generar rigidez y contracción muscular debido a las bajas temperaturas. Además, el uso prolongado de dispositivos móviles, con posturas inadecuadas, contribuye al desarrollo de puntos de gatillo en la zona cervical», comenta el experto. Por ello, cuando el cuerpo se expone al frío, el cuerpo reacciona así:

  • Contracción muscular. Las bajas temperaturas pueden provocar la contracción de los músculos, especialmente en la espalda, como una respuesta natural del cuerpo para conservar el calor.

  • Rigidez articular. Las articulaciones pueden volverse más rígidas en climas fríos, lo que contribuye a la sensación de incomodidad y puede aumentar el riesgo de lesiones.

  • Reducción del flujo sanguíneo. El frío puede reducir el flujo sanguíneo hacia ciertas áreas del cuerpo, lo que dificulta la regeneración y puede exacerbar problemas existentes en la espalda.

  • Mayor sensibilidad al dolor. Las personas con afecciones en la espalda pueden experimentar una mayor sensibilidad al dolor en climas fríos, lo que subraya la importancia de tomar precauciones.

Además, en palabras de los expertos, «la columna vertebral es la línea de la vida que sostiene y conecta todo nuestro cuerpo. Su papel fundamental en la movilidad y el soporte hace imperativo el cuidado constante para preservar la salud y prevenir problemas crónicos». En este sentido, el destacado experto en salud vertebral subraya la importancia de adoptar medidas preventivas para evitar dolores de espalda, hernias discales y otros trastornos.

Recomendaciones cuando llega el frío y notamos que nos encogemos:

  1. Descansos y estiramientos: programa breves descansos para estirar y moverte. Ejercicios simples como inclinar la cabeza de lado a lado o hacer círculos con los hombros pueden aliviar la rigidez.

  2. Ropa adecuada: viste capas para mantenerte abrigado sin restringir el movimiento. Asegúrate de proteger cuello y espalda con bufandas o chalecos térmicos.

  3. Mantén una temperatura agradable: ajusta la temperatura del entorno de trabajo para evitar que el frío cause rigidez muscular. Utiliza almohadillas térmicas o mantas para mantener el calor.

  4. Sillas ergonómicas y cojines de apoyo: invierte en sillas de oficina ergonómicas y cojines de apoyo para mantener una posición cómoda y saludable durante todo el día.

  5. Ejercicio regular: incorpora ejercicios regulares en tu rutina diaria para fortalecer los músculos de cuello y espalda. La actividad física contribuye a la prevención de lesiones.

  6. Consulta con profesionales de la columna vertebral como los quiroprácticos, especialistas en esas dolencias: si experimentas dolor persistente es importante identificar la causa subyacente del dolor de espalda y encontrar un plan de tratamiento adecuado.

Uno de los objetivos de Quiropràctic Valencia es prevenir y preservar la salud de este importante órgano conocido por la línea de la vida. Tal y como insiste el experto, «la columna vertebral merece una atención cuidadosa y proactiva. Al adoptar prácticas de cuidado preventivo, podemos garantizar la salud a largo plazo de este vital componente de nuestro cuerpo, asegurando así una vida plena y sin limitaciones. La inversión en el cuidado de la columna vertebral es una inversión en nuestro bienestar general».

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