Beneficios del aceite de oliva virgen extra

Un estudio clínico demostró que el simple hecho de utilizar aceite virgen extra como principal sustancia grasa reduce la inflamación y el estrés oxidativo, dos factores de riesgo de varias enfermedades crónicas.

Las investigaciones de los últimos años han demostrado claramente que la inflamación crónica juega un papel muy importante en el desarrollo de las enfermedades crónicas más importantes de la población, ya sea enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2, demencia o cáncer.

El aceite Cornicabra es un aceite de matices frutados y frescos, lo que indica la presencia de los polifenoles

En la mayoría de los casos, este clima inflamatorio es consecuencia de ciertos factores del estilo de vida que alteran el equilibrio fisiológico del cuerpo y crean condiciones favorables para la producción de moléculas inflamatorias por parte de ciertas clases de células inmunes.

La obesidad, la falta de ejercicio y la mala alimentación son condiciones comunes que contribuyen a la creación de este ambiente inflamatorio.

Por lo tanto, reducir la inflamación crónica cambiando estos hábitos de vida representa un enfoque prometedor para reducir el riesgo de todas las enfermedades crónicas.

Aceite de oliva antiinflamatorio

Varios estudios han demostrado que adoptar la dieta mediterránea podría ser un enfoque eficaz para reducir la inflamación crónica.

Esta dieta Millennial aboga por una amplia ingesta de frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales integrales, todos ellos alimentos ricos en fibra y fitoquímicos que tienen propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.

Otra característica fundamental de la dieta mediterránea es el uso abundante de aceite de oliva virgen extra como grasa principal.

Este aceite se diferencia de otros aceites vegetales por la presencia de ciertos polifenoles con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, entre ellos el oleocantal y la oleaceína.

Estas dos moléculas se conservan durante la extracción de las aceitunas mediante prensado en frío y están presentes en el aceite de oliva virgen extra en una concentración diez veces mayor que en el aceite de oliva estándar producido mediante refinado industrial (con disolventes y alta temperatura).

Por tanto, el consumo habitual de aceite de oliva virgen extra se asocia a una ingesta elevada de estas moléculas antiinflamatorias, cuyo efecto equivale al de 10 mg de ibuprofeno.

El aceite de Jaén es principalmente de la variedad y presenta una gran durabilidad y alta resistencia a la temperatura

Reducción de la inflamación

Un estudio clínico reciente acaba de confirmar estos beneficios del aceite de oliva virgen extra para la inflamación crónica.

En este ensayo aleatorizado, los participantes con obesidad (IMC 30-40) y prediabetes se dividieron en dos grupos: 1) un grupo que utilizó exclusivamente aceite de oliva virgen extra (AOVE) como fuente de grasa (Grupo EV), y 2) un grupo que solo utilizó aceite de oliva común (AO), con muchos menos polifenoles (grupo OC).

Aunque la intervención duró sólo 30 días, los resultados obtenidos son muy claros: los investigadores observaron que el tratamiento con AOVE provocó una disminución significativa de una importante citoquina proinflamatoria (interferón-gamma) en comparación con el grupo de AO, y disminución de los marcadores de estrés oxidativo.

Los participantes con AOVE también mostraron una pérdida de peso significativa (1 kg) y una mejora en sus niveles de azúcar en sangre en comparación con el grupo de OC.

Por lo tanto, parece que los efectos antiinflamatorios y antioxidantes más pronunciados asociados con el aceite de oliva virgen extra en realidad conducen a rápidas mejoras en el metabolismo.

Este estudio muestra que realizar pequeños cambios en nuestros hábitos alimentarios, como simplemente usar aceite de oliva virgen extra en lugar de otros tipos de aceites vegetales, puede generar rápidamente (en tan solo unas pocas semanas) efectos positivos mensurables. en salud.