Cuál es la mejor tarima para una vivienda

Las tarimas son los suelos escogidos ahora en la mayoría de las viviendas; se conoce también como suelo laminado e imita a materiales del tipo de la madera, la piedra y el mármol. Su popularidad se debe a que es un suelo versátil y que aguanta mucho. En cuanto a su durabilidad, hay que tener en cuenta la clasificación AC (clasificación a la abrasión), que es la que establece lo dura que es la tarima.

¿Qué tipo de tarima colocamos?

Una vez que nos hemos decidido por el suelo laminado y ya tenemos clara la estética, hay que decantarse por la dureza del suelo. A mayor clasificación AC más nos durará, pero el precio sube y no siempre necesitamos clasificaciones altas en un hogar.

La tarima AC3 es la más popular para las viviendas

En estos momentos, la tarima clasificada como AC3 es de las más populares en el uso residencial. Además, tiene muy buena relación entre el coste y la duración, puesto que resiste el desgaste, los arañazos y las manchas. Se puede colocar en los pasillos, las salas de estar o las cocinas, pues se ha pensado y diseñado con el fin de aguantar un tráfico alto.

Reservamos la tarima AC4 para casas con muchas personas

Esta es una tarima que ya se recomienda para uso comercial, lo que nos da una idea de la resistencia al desgaste que posee. Por eso, se pone en las viviendas en las que hay un tráfico de personas alto, como en las de las familias numerosas.

Tiene un precio mayor que la AC3, pero debido a lo que dura este sobrecoste se va a amortizar con creces con el paso de los años.

La tarima AC5 ya no es recomendable para una vivienda

Ya estamos ante un tipo de suelo laminado que ofrece una resistencia al desgaste enorme. Tanto es así que se recomienda para espacios públicos o entornos comerciales con un tráfico muy alto. También la podríamos poner en casa, pero su textura es muy áspera y eso hace que no estemos cómodos en la vivienda.

El suelo laminado AC6 es muy caro y para entornos industriales

Avanzamos un peldaño y nos topamos con la última clasificación, la AC6. Tampoco es una tarima destinada a las viviendas, pues se usa en entornos industriales o comerciales en donde debe durar mucho tiempo.

Si queremos que la tarima dure en casa, lo mejor es decantarnos por la AC4

Ahora conocemos para qué usos se recomienda cada tarima, por lo que en la vivienda lo mejor es optar por la AC4. Vamos a gastar un poco más que con la AC3, pero a cambio nos garantizamos una duración mayor y la sustituiremos antes por aburrimiento que por desgaste.

Además, hay que pensar que ese sobrecoste no es tanto, pues lo que realmente vale en la instalación de la tarima es la mano de obra, que será la misma para colocar la de clase AC3 que la AC4. Si hay algún espacio que va a recibir un trato realmente duro, por ejemplo, porque tengamos allí un pequeño taller, quizá podríamos pensar en poner tarima AC5, pero solo en ese espacio en donde la estética no importa demasiado.