La formación continua de los enfermeros y la salud de los pacientes

Los datos del Instituto Nacional de Estadística sobre profesionales sanitarios muestran que en 2021 había en España 923.207 personas colegiadas en este sector, lo que supone un crecimiento del 2,8% con respecto al año anterior.

Del total de profesionales, el colectivo mayoritario fue el de enfermeros, con poco más de 330.000 personas. Le siguen, aunque a cierta distancia, los médicos, con casi 284.000 titulados colegiados. Estas cifras pueden cambiar con el tiempo, ya que están muy condicionadas por nuevas contrataciones, jubilaciones y otros factores.

Sin embargo, el dato sirve para poner de manifiesto cómo de importante es el sector de la enfermería para el bienestar de un país. Y no solo por la cantidad de profesionales, sino también por el valor añadido de su trabajo.

Sea como fuere, desde asociaciones del sector apuntan a una deficiencia en el total de personas dedicadas a la enfermería. El Consejo General de Enfermería (CGE) publicó en septiembre de 2022 un informe en el que advierte de la escasez alarmante de estos trabajadores. Por cada 100.000 habitantes solo hay disponibles 625 enfermeros o enfermeras, cuando la media europea es de 927.

Más profesionales y diferencias entre comunidades

El CGE confirma que España ocupa el séptimo lugar por la cola en la Unión Europea en cuanto a ratio de ciudadanos y enfermeros disponibles. Esto implica que cada profesional debe tratar muchos más pacientes de lo recomendado, en torno al doble o al triple, lo que induce a una peor calidad en el servicio y en la seguridad asistencia.

Florentino Pérez Raya, presidente del CGE, explica que no disponer de unas plantillas suficientes de enfermeras y enfermeros conlleva más riesgos, complicaciones, reingresos, efectos adversos o incluso fallecimientos de pacientes.

A su vez, desde el CGE, en concreto su vicepresidente José Luis Cobos Serrano, apuntan a que las diferencias entre comunidades autónomas en cuanto a número o ratio de profesionales pone en cuestión el principio de equidad en el que se basa el sistema sanitario español.

En España, solo Navarra supera la media europea de número de enfermeros por cada 100.000 habitantes. Los peores registros en este parámetro lo ocupan Andalucía, Comunidad Valenciana e Islas Baleares.

Enfermeros más formados, pacientes con mejores cuidados

Otro punto importante, que no tiene tanto que ver con el total de trabajadores, es la propia formación de los enfermeros. Estos profesionales acostumbran a continuar con su inquietud académica una vez salen de la universidad.

Así, al terminar su formación básica, y aunque ya han adquirido muchos conocimientos teóricos y prácticos, apuestan por seguir adquiriendo conocimientos con programas de posgrado como cursos o con algún máster de enfermería específico.

La buena noticia con estos programas es que muchos de ellos son mediante tipología online, lo que da más facilidades a los enfermeros. La formación continua y progresiva en los profesionales no solo suma puntos de cara a ganar méritos en bolsas y oposiciones, sino que ayuda a convertirlos en mejores profesionales.

Al final, la enfermería, como otras muchas ramas de la sanidad, debe estar en continuo avance, pues no existen los mismos tratamientos o tecnologías ahora que hace unos años. Las formaciones extra, las que van más allá de los conocimientos tradicionales de esta disciplina, suelen poner el foco en temas muy específicos para los que no hay tiempo en el grado universitario.

Con la formación continua y constante de profesionales no solo ganan los enfermeros, sino que lo hace el sistema sanitario en general. Los primeros consiguen más méritos o valoraciones para encontrar trabajo o mejorar su salario o condiciones laborales. Por su parte, el sistema sanitario mejora, y en concreto lo hacen los pacientes, porque reciben una atención más específica y esto es algo que repercute positivamente en su calidad de vida.

Formación acreditada y de garantías

En cualquier caso, las formaciones añadidas al grado universitario deben proceder de centros acreditados por Universidades o que tengan el reconocimiento de instituciones de prestigio. Un buen método para acudir a programas de garantías es comprobar que van a sumar méritos en los procesos de oposiciones y bolsas de empleo público.

De no ser así, también se puede buscar el crecimiento laboral en hospitales y clínicas de salud privadas o concertadas, para lo que habrá que valorar si la escuela o el centro que ofrece esos programas tiene prestigio y está bien considerado por las empresas empleadoras.