Guía completa: cómo elegir la mejor freidora industrial para tu negocio

¿Qué características adicionales habría que buscar en las freidoras?

Guía completa: cómo elegir la mejor freidora industrial para tu negocio
Guía completa: cómo elegir la mejor freidora industrial para tu negocio

Los negocios del sector de la restauración preparan cantidades enormes de alimentos todos los días. Por eso, necesitan herramientas como las freidoras industriales, las cuales pueden trabajar horas y horas sin descanso. Si vamos a comprar una, nos daremos cuenta de que no es fácil escogerla. La variedad es enorme, por lo que es crucial elegir la más adecuada y la que mejor se adapte a las necesidades de nuestro negocio.

¿Qué capacidad y tamaño nos hace falta?

Una de las cosas más importantes es saber qué capacidad necesitamos. Debe ser igual a la de los alimentos que nos solicitan en las horas punta del negocio y aquí podemos añadir algún litro más (la capacidad se mide por los litros de aceite que caben).

También hay que ver qué alimentos freímos. Por ejemplo, si solo trabajamos con patatas conviene adquirir una freidora industrial específica, mientras que deberemos optar por una polivalente si vamos a meter en ella toda clase de comida.

En cuanto al tamaño, en ocasiones no podemos escoger el que nosotros queremos. La culpa la tiene el espacio, que en muchas cocinas industriales es el principal condicionante.

¿Freidora de suelo o de sobremesa?

Elegir una u otra dependerá del volumen de producción y, una vez más, del espacio. Las de suelo son aquellas que se colocan directamente sobre las baldosas. Ocupan un gran volumen, pero a cambio tienen una enorme capacidad a la hora de freír alimentos.

Por el contrario, las de sobremesa son más pequeñas, caben casi en cualquier sitio, no obstante, esto dependerá de los litros de capacidad, pero a cambio freirán menos cantidad de comida.

¿De gas o eléctrica?

Otra decisión muy importante es decantarse por el tipo de energía que la va a hacer funcionar, si la electricidad o el gas. Las eléctricas son más sencillas de instalar, pues solo hay que ponerlas en su sitio y enchufarlas. Necesitan menos espacio y son adecuadas para cocinas pequeñas.

Yéndonos al gas, nos encontramos con máquinas más grandes y con una instalación más compleja. A cambio, su eficiencia energética es mucho mayor y calientan el aceite a más velocidad.

Lo usual es que nos decantemos por ellas cuando hay instalación de gas ciudad, aunque también se pueden alimentar con botellas de propano y butano. No es lo más cómodo, pero la posibilidad siempre está ahí.

 

¿Qué características adicionales habría que buscar en las freidoras?

Con independencia de lo que ya hemos visto, hay más características que debemos buscar y que no tienen que ver con el tipo de energía, el tamaño o la capacidad.

Hablamos de la facilidad de limpieza, a lo cual contribuye el que existan válvulas de drenaje o grifos que ayuden en la tarea de retirar el aceite que ya ha cumplido su función.

A su vez, deberían tener control de temperaturas, pues no todos los alimentos se fríen a los mismos grados. Relacionado con las altas temperaturas están los termostatos, ya que hemos de buscar máquinas con termostatos de corte, que paren la freidora si detectan que se está sobrecalentando.

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