Guía completa para elegir la piscina desmontable ideal para tu patio o jardín

Una solución cuando no tenemos demasiado espacio en el jardín o no queremos hacer obras son las piscinas desmontables

Guía completa para elegir la piscina desmontable ideal para tu patio o jardín.
Guía completa para elegir la piscina desmontable ideal para tu patio o jardín.

Una solución cuando no tenemos demasiado espacio en el jardín o no queremos hacer obras son las piscinas desmontables, las cuales se ponen al inicio de la temporada de baño y se quitan después.

Se pueden guardar en un garaje, por lo que no nos roban sitio en casa y las podemos sacar el año siguiente o incluso llevárnoslas con nosotros si vamos a cambiar de vivienda.

Piscinas de acero

Las piscinas de acero se asemejan a las de obra que todos conocemos, lo cual se debe a su resistencia. Cuando nos bañamos en una de ellas o la vemos desde fuera, nos damos cuenta de que están hechas para durar.

De esta manera, están entre las mejores si pensamos comprar una piscina desmontable que esté con nosotros años, ya que su estructura aguanta muy bien el paso del tiempo, evitando que pierda la forma original y quede inservible.

Piscinas hinchables

En el mercado también tenemos piscinas hinchables, cuya principal baza es la facilidad de uso. De hecho, su montaje es tan sencillo como hinchar el anillo superior y llenarlas de aguas, siempre colocando una lona gruesa debajo que impida que se pinche.

Suelen ser más pequeñas que las de acero, de manera que son ideales para personas que viven solas o para familias con niños, puesto que los más pequeños pueden pasar en ellas el verano con total seguridad.

Además, su precio es muy económico, así que el gasto es asumible incluso si solo la usamos durante un verano, aunque si la cuidamos bien nos durará varias temporadas.

Piscinas tubulares

No poder hacer obras no es un impedimento a la hora de disfrutar del baño y aquí es donde entran las piscinas tubulares como las que venden en Pool Fun Store, ya que son las que alcanzan un tamaño mayor.

Hay modelos que superan los siete metros de largo y tres de ancho, lo que ya es una superficie más que respetable cuando nos referimos a una piscina que se puede desmontar.

 

Son muy sencillas de montar, puesto que lo único que se necesita es tener un espacio nivelado y lo más liso posible, y colocar en el fondo una lona a modo de protección.

Hay accesorios para mantener el agua limpia

Por pequeñas que sean estas piscinas, les caben muchos litros de agua, por lo que no se pueden estar vaciando y llenando con asiduidad. Si lo hacemos, la factura del agua será muy elevada.

Así, podemos comprar todo tipo de accesorios para que el agua siempre esté limpia y solo haya que añadir una poca de vez en cuando.

Existen cobertores, limpiafondos, filtros, cloro, etc., todo ello encaminado a que el agua esté limpia como la de una piscina de obra.

Los veranos son abrasadores y no siempre podemos tener una piscina de obra o acudir a una pública. En estos casos, es posible optar por una piscina desmontable. Las hay de varios tipos y precios, desde las hinchables más pequeñas y baratas a las tubulares con tamaños que se asemejan al de una piscina de obra.

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