La Ingeniería española y el subgrupo A1. ¿Por qué España no cumple el Plan Bolonia?

• El título de referencia para el acceso al Grupo A de la Administración Pública, dividido en los subgrupos A1 y A2, es el título universitario de Grado.

• La situación desigual de los trabajadores de nuestro país deriva de una aplicación injusta y obsoleta de la normativa de empleo público que trata de maneradistinta a titulados universitarios de idéntico nivel, limitando así su carrera profesional.

• El Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas,que agrupa y representa a los Graduados en Ingeniería Civil, denuncia la situación de más de dos millones de trabajadores en toda España, 300.000 de ellos Ingenieros de todas las ramas. 

Hace unas semanas, se anunciaba el compromiso del Ministerio de Sanidad para la recalificación de las enfermeras como trabajadoras del subgrupo A1 dentro de la Administración y con una fecha concreta: 2024.

Se trata de un anuncio significativo dado que se pone fin a una de las reivindicaciones más importantes del colectivo: su inclusión en el grado más alto de empleado de la Administración Pública.

Pero, ¿por qué nace esta reivindicación? Con el Plan Bolonia de 1999, se homogeneizaban los títulos universitarios en la Unión Europea bajo el paraguas del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). De esta manera, desapareció la antigua clasificación transformando las licenciaturas e ingenierías (ambas con una duración de 4 o 5 años) en Grados de cuatro años, desapareciendo por tanto las diplomaturas y las ingenierías técnicas (estudios de tres años, convirtiéndose así mismo en grados de cuatro años). Para la especialización surgió el nivel de Máster con una duración mínima de un año y máxima de dos.

El Estatuto Básico del Empleado Público se aprueba en 2007 con (entre otras) la intención de adaptar la función pública al nuevo sistema de formación superior de la Unión Europea y del EEES, y así se establece como titulación de referencia para el acceso a la función pública en el nivel superior (Grupo A) el título de Grado, clasificando las plazas dentro de los subgrupos A1 o A2 en función de las pruebas de acceso y de la responsabilidadexigible en su desempeño profesional.

Sin embargo, a muchos titulados universitarios de Grado se les veta la posibilidad de acceder al subgrupo A1,impidiéndoles su derecho a una carrera profesionalcompleta. Las administraciones pueden ordenar sus estructuras organizativas y sus relaciones de puestos de trabajo con las pruebas de acceso necesarias que garanticen los conocimientos que se considere oportunos, pero siempre respetando los principios de igualdad, mérito y capacidad. Entonces, ¿por qué se impide a los graduados en Ingeniería acceder al subgrupo A1 de la Administraciónespañola?

Vemos como un Graduado en Derecho puede ser Juez, Abogado del Estado, o Letrado del Consejo de Estado, partiendo de un título de grado de cuatro años, eso sí, tras pasar unas pruebas de acceso de gran complejidad en lasque se exige un profundo conocimiento de las materias de las que se examinan. ¿Por qué entonces un graduado en ingeniería no puede ni tan siquiera plantearse la posibilidad de llegar a los puestos de mayor responsabilidad en la Administración en las plazas que tienen que ver con su titulación? ¿Por qué existe esa discriminación si los títulos de Grado en Ingeniería son homologables con los títulos de Ingeniería de la Unión Europea y con los del resto de países de nuestro entorno? ¿Son menos válidos los ingenieros españoles?

Todo esto porque en la implantación en España del Plan Bolonia, y de forma provisional hasta la reforma de la regulación de las profesiones con carácter general en España, se dieron las antiguas atribuciones de la Ingeniería Técnica (3 años de estudio) a las nuevas titulaciones de Grado en Ingeniería (4 años de estudio). Esa provisionalidad se inició en 2009 y es injusto que no se le ponga fin. En los estudios de Graduado se encuentra la formación científica y tecnológica necesaria y suficiente para un adecuado ejercicio profesional. Y además, esa formación es acorde con la de sus homólogos europeos. 

El correcto acceso de las titulaciones emanadas del Plan Bolonia a las administraciones españolas, ya generalizado en la Unión Europea, no se ha efectuado de maneracorrecta en España. Prueba de ello es la realidad de las enfermeras, todavía a la espera de un reconocimiento real por parte de la Administración, así como de más de dosmillones de profesionales de todos los ámbitos de la economía de nuestro país, incluyendo a la Ingeniería.

En el caso de la Ingeniería Civil, lamentablemente, los graduados en Ingeniería Civil tienen limitado su acceso al subgrupo A1 para actuar como lo que son: ingenieros bien formados en universidades españolas. Tampoco parece razonable que el Estado español no aproveche todo el rendimiento posible de la inversión realizada en la formación de estos profesionales, la mayor parte de los cuales se han formado en universidades públicas.

Entonces, ¿unos Grados universitarios valen más que otros? No debería de ser, pero en el caso de la Ingeniería en España, sí está ocurriendo. Así lo denuncian instituciones como el Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas que agrupa a los Graduados en Ingeniería Civil y representa a más de 15.000 profesionales en toda España. O el Instituto de Graduados en Ingeniería e Ingenieros Técnicos de España (INGITE), compuesto por entidades que representan a más de 300.000 ingenieros afectados por la situación en torno al subgrupo A1.

Se reclama, en definitiva, la incorporación de los Graduados en Ingeniería de nuestro país dentro del subgrupo A1, de tal manera que se aplique, realmente y de forma justa, el Plan Bolonia y toda la regulación en relación con el mismo.

Plataforma Grupo A

Esta iniciativa surgió en mayo de 2023 tras la unión de Colegios Profesionales y de sindicatos de la Sanidad, Educación, Trabajo Social, Ingeniería y Arquitectura. En total, dos millones de trabajadores altamente cualificadosque han sido perjudicados por la interpretación sesgada en la aplicación de la Ley de Función Pública y el Estatuto Básico del Empleado Público. 

Estos sectores, considerados imprescindibles por la sociedad, se encuentran en una situación de desigualdad con el resto de profesiones. “En la actualidad, los Graduados universitarios no son tratados por igual antes la ley”, explica Carlos Dueñas, Presidente del Colegio de Ingenieros Técnicos de Obras Públicas: “En España, se está creando un contexto económico, laboral y social totalmente denigrante para los Graduados en ámbitoscomo la Ingeniería o la Sanidad. Parece que sus títulosvalen menos para la Administración que otros, algo totalmente contrario al Espacio Europeo de Educación Superior y que contraviene el principio de igualdad que sanciona nuestra Constitución”. 

Ante la situación que se recoge por parte de los más de dos millones de trabajadores afectados, representados por la Plataforma Grupo A, destaca Dueñas: “Se trata de hacer compatible el sistema universitario español que emana del Plan Bolonia y la organización que necesita la administración pública de nuestro país, algo que se debería haber realizado hace décadas y que todavía está pendiente.Y, por supuesto, cambiar el actual sistema de administrativo de cuerpos que ha quedado obsoleto al seguir ligado a las antiguas titulaciones y a un sistema de atribuciones profesionales que no solo contradice el Plan Bolonia sino que, además, es, en muchos casos,preconstitucional”.

Más datos

Según los datos del estudio Observatorio de la Ingeniería de España 2022, del total del universo de profesionales, el 65% de los ingenieros en España tienen el título de ingeniero técnico o grado en Ingeniería (482.500 ingenieros), que se correspondería al nivel 2 del Marco Español de Cualificaciones para la Educación Superior (MECES) o al 6 del European Qualifications Framework (EQF); y el 35% restante tienen el título de ingeniero o máster en ingeniería o doctor (259.800 ingenieros), correspondiente a los niveles 3 y 4 MECES, y 7 y 8 EQF.

Con estos datos, la densidad de profesionales de la ingeniería en España es de 15,7 ingenieros por cada 1.000 habitantes. Esta ratio de profesionales es superior al de Italia (11,0), similar al de Francia (14,4) e inferior al de Alemania (20,4). Evidentemente, en caso de que alguien pueda considerar que únicamente los ingenieros “no técnicos” son los que deben ser considerados ingenieros, las cifras serían muy distintas: únicamente se dispondría de 5,5 ingenieros por cada 1.000 habitantes, niveles irrisorios para un país desarrollado.