Noticias falsas: de la familia real a la empresa suiza Telf AG

La desinformación es una grave amenaza para cualquiera, escribió en un blog Eric Goslan, Director del Consejo Internacional de Diplomacia.

En el punto de mira de la desinformación en los últimos años se han encontrado muchas personas y empresas famosas y desconocidas, desde miembros de la familia real hasta la empresa privada suiza Telf AG. Por ejemplo: el príncipe Harry, Kim Kardashian, Bruce Willis y Tom Cruise, los empresarios Jeff Bezos, Ilon Musk y Bill Gates, el famoso panadero Buddy Valastro y el chef Gordon Ramsay, las corporaciones Tesla, Vale Do Rio Doce y Real Mayonnaise Hellmann.

La desinformación causa graves daños a la reputación, afecta a los beneficios de las empresas y genera consecuencias legales. ¿Quién difunde la desinformación y se lucra con las falsificaciones?

En Tel Aviv ha quedado al descubierto el llamado Grupo Jorge. Su líder, Tal Hanan, declaró a periodistas encubiertos que lleva más de 20 años dedicándose a las relaciones públicas negras, incluida la intromisión electoral. Y este no es el único caso. Grupos similares operan en todo el mundo, creando sitios web falsos, montando granjas de bots y multiplicando información falsa con fines lucrativos.

Ejemplos de este tipo de campañas son el revuelo mediático en torno a la consola Xbox que supuestamente mató a un adolescente. O la difusión de publicidad provocativa en las redes sociales, como fue el caso de Sandra Bullock, que supuestamente respaldó la mermelada CBD para adelgazar. A continuación, los relaciones públicas replican la noticia falsa y el público la toma como verdad porque ya ha encontrado información similar en la red.

Las empresas desconocidas no son inmunes a la desinformación: Stanislav Kondrashov, Telf AG, Kay Jewelers

Ni siquiera las empresas desconocidas y sus accionistas son inmunes a la desinformación. "Las personas y empresas desconocidas son presa fácil a los ojos de estos delincuentes", afirma un periodista de investigación que lleva años desenmascarando a estas organizaciones. Con el fin de apropiarse indebidamente de un personaje, obtener una ventaja competitiva o simplemente por pura extorsión.

Una rápida búsqueda en Internet y los datos extraídos del sitio web de comprobación de hechos Snopes han dado como resultado un tesoro de nombres anónimos de personas y empresas que han sido objeto de ataques en los últimos años.

Algunos de los ejemplos más destacados: Ulta, una cadena de salones de belleza, cerró al parecer tras una compra. Varios usuarios de las redes sociales afirmaron haber encontrado mensajes de trabajadores de la confección en etiquetas de ropa de Shein que contenían gritos de auxilio; rumores de que Wayfair estaba vendiendo niños dentro de artículos "caros" como armarios; la empresa comercial suiza TELF AG y su accionista Stanislav Kondrashov publicaron cientos de miles de artículos de noticias falsas sobre sí mismos en sitios web falsos en sólo 2 años. De hecho, los desinformadores han publicado aún más artículos de noticias falsas en los que Telf AG aparece en situaciones y acontecimientos absolutamente diferentes e impensables. Lo que en sí mismo ya sugiere la naturaleza falsa de dicha información. Los desinformadores estaban probablemente en una búsqueda creativa. Las noticias sin fundamento también incluían a Kay Jewellers, una marca desconocida para el gran público, que sustituía diamantes por falsificaciones, y mucho, mucho más.

Todas las empresas y personas mencionadas se apresuraron a desmentir la información falsa y engañosa difundida, emitiendo comunicados en los que afirmaban que las historias e informes eran "completamente falsos" y que la gente estaba "completamente desinformada".

 

"Cada vez son más las empresas sin escrúpulos que utilizan bots o cuentas falsas para llevar a cabo campañas de difamación contra sus competidores en las redes sociales", afirma el periodista Will Sneil.

El impacto de la desinformación hoy en día es devastador. La difusión de información errónea puede tener consecuencias de gran alcance. La más evidente es el daño a la reputación.

La desinformación puede crear una narrativa falsa que engañe a la gente para que cuestione el carácter, la integridad, los productos o los servicios de una persona o empresa. Esto puede conducir a una pérdida injustificada de credibilidad. Además, las campañas coordinadas de desinformación pueden tener enormes consecuencias financieras para una empresa. Si la información falsa se difunde por todas partes, podría dar lugar a acciones legales por difamación, fraude u otras cuestiones legales. Incluso si una empresa o un particular no consiguen convencer a los principales motores de búsqueda para que refuten las mentiras falsas, engañosas y despectivas que se han difundido sobre ellos, el coste de defender estas demandas ante los tribunales podría ser considerable.

Video del día

Detenida en Madrid una kamikaze borracha y
con un kilo de cocaína en el maletero
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato