Las planchas térmicas nacionales: la mejor opción de estampado

Las planchas térmicas, también conocidas como planchas de sublimación, son máquinas que emplean calor y presión para personalizar la ropa, colocando todo tipo de estampados en camisetas, sudaderas, prendas interiores, etc.

A la hora de adquirirlas, podemos optar por las de precios bajos, fabricadas en China, o por las que cuestan algo más y están hechas en España, como las que produce la empresa Sekaisa, la cual lleva ya más de 40 años haciendo esto.

Productos robustos hechos para durar

Todos hemos escuchado alguna vez la expresión “calidad china”, la cual se aplica a esos artículos cuya construcción deja bastante que desear a aquellos que solo con usarlos una vez sabemos que se van a romper pronto. Esto es lo que ocurre cuando adquirimos planchas para personalizar productos mediante sublimación de este país, donde los controles de calidad no son una de sus prioridades, y eso es algo que se nota a la hora de comparar precios.

Algunas empresas españolas, como Sekaisa, tienen una reputación que mantener, la cual les ha costado décadas formar, de manera que sus máquinas salen de su fábrica preparadas para el trato duro, con mecanismos robustos y fiables. De hecho, tras todos esos años de experiencia (que es imposible que tenga una empresa china), ya saben muy bien cuál es el punto débil de las máquinas, qué piezas se estropean más, etc., por lo que refuerzan estas áreas cuando las diseñan.

De este modo, se puede decir que la duración de una plancha española de sublimación no tiene nada que ver con la de una hecha en China, que no tardará en romperse.

Recambios y servicio técnico garantizados

A nivel profesional, el servicio técnico o SAT es fundamental. Una máquina que se estropea no puede estar parada, pues de lo contrario no produce y no genera dinero.

La gran mayoría de las marcas españolas tienen un SAT que suele cubrir todo el país, con profesionales en todas las provincias que pueden ofrecer un servicio posventa como es debido, atendiendo las necesidades de sus compradores. Además, y esto es casi más importante, siempre hay disponibilidad de piezas. Es normal que una plancha térmica esté muchos años en la empresa, trabajando a diario, de forma que los fabricantes aseguran recambios durante largos periodos de tiempo.

Con los productos chinos esto siempre es una lotería. Es posible que la marca tenga piezas de recambio o que desaparezca al poco tiempo, dejando a sus clientes con las máquinas sin posibilidad de ser reparadas.

Otro problema es cuánto tardan en llegar los recambios. Si tienen que venir de China hablamos de semanas, eso en el mejor de los casos, por lo que las planchas estarán paradas esperando a que llegue el recambio correcto, lo que no siempre sucede, pues la comunicación no es fácil con estos fabricantes.

Aquellas empresas que se dedican a la impresión de camisetas, sudaderas, etc., pueden optar por adquirir máquinas hechas en China o en España. Pero, sin duda, la calidad de las plantas térmicas nacionales es superior, y aportan un servicio técnico especializado y la posibilidad de tener recambios disponibles enseguida.