¿Qué tener en cuenta al elegir un portaequipajes para el coche?

Antes de comprar uno de los tres modelos de portaequipajes que tenemos disponibles en el mercado, es necesario comprobar con cuál de ellos es compatible nuestro vehículo

Coche.
Coche.

En muchas ocasiones, el maletero de nuestro coche se puede quedar pequeño, lo que suele pasar en viajes largos y cuando tenemos niños, puesto que entonces hay que meter el carrito, el cesto o nido, pañales, ropa, cambiadores, etc.

Para no comprar un coche nuevo, especialmente con el precio que tienen ahora mismo y la poca disponibilidad que hay, podemos adquirir un portaequipajes como los que venden En esta web.

¿Qué tipo de portaequipajes vamos a escoger?

Los portaequipajes más famosos son los de techo, pero existen otros dos como son los de maletero y los de enganche o bola. Cada uno tiene sus ventajas y sus desventajas, que tenemos que conocer con el fin de elegir bien.

Comenzando con el de techo, este nos aporta una gran cantidad de espacio de carga (incluso a la hora de llevar objetos voluminosos), a cambio de aumentar el consumo y perjudicar el comportamiento dinámico del vehículo.

Otro es de enganche. Los portaequipajes Towbox son de este tipo y también permiten cargar bastante, con una mejor estabilidad del coche. Eso sí, es probable que nos impidan el acceso al maletero y vamos a necesitar un enganche.

El último tipo es el de maletero, el cual es el mejor si tenemos que llevar cargas que pesen poco, como algo de ropa y similares, sin afectar a la aerodinámica del coche ni a su comportamiento. A cambio, es probable que no nos deje abrir el maletero y si este es muy pequeño no lo podremos cargar apenas, pues no tendrá una base amplia en las que sustentarse.

¿Es compatible con nuestro automóvil?

Antes de comprar uno de los tres modelos de portaequipajes que tenemos disponibles en el mercado, es necesario comprobar con cuál de ellos es compatible nuestro vehículo. Hay que mirar si podemos instalar unas barras en el techo y de qué tipo, algo que condicionará la posibilidad de poner un cofre y su tamaño. Del mismo modo, es vital consultar la documentación y ver cuántos kilos puede cargar el techo.

Con los de maletero también hay que mirar antes muy bien, ya que aquí la compatibilidad es más complicada, pues va a depender del tipo de puerta del maletero, de su tamaño, etc.

Los que se colocan en la bola del remolque suelen ser los que menos problemas presentan, aunque debemos verificar si sirve para nuestro modelo de vehículo, lo que nos dirán en la tienda en la que lo compremos.

 

¿Cuánto vamos a cargar?

La cantidad de kilos que vayamos a añadir también condiciona nuestra elección, así como el tipo de carga que sea más común. Cuando necesitamos transportar algo de peso siempre nos decantaremos por los cofres de techo o por los que van en la bola del remolque.

Si las cargas son livianas, como la ropa, nos puede servir un cofre de maletero. En cambio, cuando se trata de uno o varios objetos más pesados, el que va en el maletero y apoyado en el enganche es mejor, pues llenarlos es muy fácil. No podemos cargarlos hasta arriba, sino que antes hay que saber cuánto aguantan. Es muy importante, pues si ponemos demasiados kilos el coche se puede volver difícil de conducir.

Esto ocurre más con los cofres de techo, los cuales llegan a hundir la chapa si sobrepasamos bastante su carga útil, no respetando los kilos que aguanta esta parte del vehículo.

La aerodinámica es importante

Un portaequipajes es un añadido extra para el cual el coche no ha sido preparado. Los ingenieros que lo diseñaron no midieron la aerodinámica con un cofre en el techo o con uno tras el maletero. Tener en cuenta esto es crucial, y más con los precios actuales del carburante, pues una aerodinámica mala supone mayor resistencia al aire, ruido del viento y un gasto de combustible mucho más elevado.

De este modo, debemos preguntarnos si vamos a usar el portaequipajes a menudo y por qué zonas, pues no es lo mismo colocarlo por carreteras secundarias para hacer viajes cercanos a baja velocidad, que llevarlo en autovía durante varios cientos de kilómetros.

Por eso, si lo vamos a utilizar mucho en viajes largos, quizá los mejores son los cofres de maletero, mientras que si solo lo colocamos de vez en cuando (por ejemplo para irnos de puente o de vacaciones), el de techo es una buena opción si tenemos cuidado al conducir.

¿Se instala de una forma sencilla?

También hay que pensar en la manera en la que se coloca este portaequipajes, más fácil en los cofres de maletero y más complicada en el caso del que se sitúa en el techo, pues es más que probable que necesitemos una escalera y algo de ayuda. Aquí ocurre como en el caso anterior, ya que hay que elegir en función de las veces que vayamos a emplear el portaequipajes.

Así, por norma general el de techo es el que más cuesta de montar y desmontar. No es nada complicado, pero hay que ponerlo en lo alto del coche y pueden ser de grandes dimensiones, lo que debemos tener en cuenta si vamos a comprar uno. Los cofres de techo suelen ser más económicos que los de maletero y bola de remolque, pero a cambio se colocan peor, algo que hay que sopesar y decidir si pagar un poco más merece la pena por la comodidad que nos va a dar.

¿Tienen sistemas de seguridad?

No es raro que cuando viajamos con el portaequipajes tengamos que parar a comer, a tomar un refresco y descansar, a comprar o haya que aparcar en la calle durante un rato.

Con la idea de evitar que los amigos de lo ajeno nos den un disgusto, conviene que los portaequipajes traigan algunos sistemas de seguridad, como una cerradura fuerte que impida que lo abran.

Lo mismo ocurre con los anclajes, para que un ladrón no se lo pueda llevar, y no debemos olvidar la seguridad en marcha, es decir, algún sistema que nos asegure que estos cofres no se van a desprender cuando vamos a 120 km/h por una autovía con algo de viento.

¿Son de calidad?

Un elemento como este, que se va a ver sometido a las inclemencias del tiempo, debe ser de una calidad alta. Así, hay que mirar de qué tipo de plástico está construido, pues tiene que aguantar el frío, la lluvia, el viento, el sol, etc.

Es imprescindible que sea estanco, pues la lluvia combinada con la velocidad y el viento hacen que el agua se cuele por cualquier pequeña rendija, lo que en un viaje supondría tirar el equipaje que llevásemos dentro al terminar empapado.

Del mismo modo, el plástico debe ser fuerte, resistente a los golpes y que no se pase por la acción del sol el primer año. Si no es de “los buenos”, el sol lo debilitará enseguida y comenzarán a aparecer grietas, algo que no es admisible o no hasta que pasen muchos años desde la compra.

Los portaequipajes para los coches son accesorios muy útiles, que nos permiten ampliar la capacidad de carga siempre que lo necesitemos. Hay tres tipos, de forma que vamos a poder comprar el que mejor se adapte a nuestras necesidades y al presupuesto, siempre pensando en cuánta carga vamos a llevar.

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