Los retos y oportunidades del turismo residencial según Rubén Otero

La imagen clásica del turista alojado en un hotel ha ido dando paso, en los últimos años, a una situación mucho más heterogénea, en la que las segundas residencias y los alquileres vacacionales representan una parte cada vez mayor del turismo. Es lo que se conoce como turismo residencial. 

Desde la década de los 50, la actividad turística se ha convertido en uno de los pilares fundamentales de la economía de muchos países. Y desde la década de los 80 el turismo residencial se ha convertido en una de las alternativas más potentes. Los grandes conglomerados urbanos generan graves problemas sociales, lo que hace que sus habitantes quieran evadirse en una segunda residencia que les proporcione una mayor calidad de vida y ambiental.

¿Qué es el turismo residencial?

El turismo residencial es la actividad económica que se dedica a la construcción, urbanización y venta de viviendas que pertenecen el sector extrahotelero, cuyos usuarios hacen uso de ellas para pasar periodos vacacionales fuera de su residencia habitual. Muchas de ellas usadas de manera estacional, normalmente en verano. 

Una de las piezas básicas sobre el que se apoya en entramado económico de nuestro país y que, además, actúa como dinamizador de otros sectores, impulsando la atracción del talento y la mejora del flujo de turismo relaciona con otros modelos como el hotelero.  Hay que mencionar que el 70% de los turistas que nos visitan actualmente se alojan en viviendas turísticas.

La cuestión es que el turismo residencial está trayendo consigo la necesidad de abrir un debate sobre las características de este fenómeno. Y esto es precisamente lo que Rubén Otero, experto en el sector inmobiliario, analiza hoy en este artículo.

Retos y oportunidades del turismo residencial en 2023

El sector inmobiliario español se encuentra actualizado, habiendo sabido adaptarse muy bien a los cambios experimentados por el mercado en los últimos años. Prueba de ello es el importante incremento que han logrado las ventas en los últimos meses. 

Turistas procedentes del centro y del norte de Europa son muy receptivos ante este tipo de oferta que apuesta intensamente por la sostenibilidad. Sin embargo, hay retos con los que nos encontramos actualmente que debemos afrontar y que suponen una magnífica oportunidad para seguir creciendo.

Viviendas adaptadas a las exigencias del turismo

El turismo residencial que visita nuestro país cada año requiere de algo tan esencial como un parque de viviendas adaptadas a sus necesidades. España cuenta con numerosas empresas de avalada solvencia, gran profesionalidad y responsabilidad que pueden crearlo. Prueba de ello es la respuesta positiva a los proyectos residenciales que atraen demanda a la península y a muchos países de la UE.

En este sentido, el sector inmobiliario ha realizado  un gran esfuerzo para mejorar sus productos, adaptándolos a los criterios y exigencias de diseño, integración, calidad, seguridad, sostenibilidad, innovación y eficiencia energética, tanto en el procedo constructivo como en el uso diario posterior, creando proyectos con el objetivo de reducir al máximo la contaminación generada por las viviendas.

Medidas de protección del entorno

Como explica Rubén Otero, representamos un sector que es plenamente consciente de la necesidad de incorporar nuevas tecnologías de producción de energía más limpias y sostenibles y nuevos materiales. Pero también de implementar medidas de protección de nuestro entorno, del paisaje y de nuestros espacios de valor. Y no solo porque forma parte de nuestra historia y de nuestra cultura, sino también porque es una manera de revalorizar las viviendas y el entorno en el que se encuentran, convirtiéndose en un importante atractivo.

Hay que tener en cuenta que la construcción, la vivienda y el turismo residencial se encuentran estrechamente relacionados con el valor de nuestro territorio. De esta forma, el turismo residencial funciona como una herramienta de preservación del entorno natural, del suelo de calidad y de la protección del medio ambiente, dejando atrás los viejos modelos.

Atraer a los profesionales del teletrabajo

Como bien apunta Rubén Otero, uno de los principales reclamos de nuestros atractivos y de nuestro tejido productivo y que tenemos que seguir apoyando en todas sus facetas es la posibilidad de convertirnos en un destino de referencia para los profesionales que teletrabajan en las principales capitales europeas. Debemos atraer el talento profesional hacia nuestros pueblos y ciudades. Un turismo residencial que se va abriendo hueco en un mundo donde el teletrabajo tiene un peso cada vez mayor, lo que obviamente atrae nuevas oportunidades de inversión y negocio.

En definitiva, el turismo residencial es un plus que dinamiza la economía española, por lo que no aprovechar todo su potencial supone perder muchas oportunidades. Oportunidades que son positivas para buena parte de la sociedad y de los sectores productivos de nuestro país en cuestión de sostenibilidad, eficiencia energética, innovación y crecimientos de mecanismos de protección del territorio. Y es que el turismo residencial actual es responsable, sostenible y necesario.