LA SEDA supera los obstáculos de mudarse durante las Fallas

El viernes 1 de marzo dará comienzo uno de los eventos más esperados por los valencianos. Nos referimos a las fallas, a lo largo de las que se organizarán varios actos muy divertidos. Aunque habrá tres fines de semana, también tendrán lugar unas cuantas jornadas laborales durante las que muchas empresas seguirán operando con normalidad.

Es el caso de aquellos profesionales que llevan a cabo mudanzas en Valencia, como los que forman parte del equipo de LA SEDA. A pesar del ambiente festivo, dichos negocios permanecerán en funcionamiento, aunque desafortunadamente tendrán que lidiar con una serie de dificultades en las que profundizaremos ahora.

Tráfico mucho más denso y restricciones que impedirán circular por determinadas calles

Tal como sucede en plena época de Carnaval, en muchas calles se aplican importantes restricciones, las cuales tienen una duración considerable. Bajo ningún concepto se pueden evitar. No solo hablamos de usuarios particulares, sino también de profesionales de cualquier sector. Esto es debido a que, por esas zonas, hay multitud de peatones. Exactamente lo mismo acontece cada vez que se celebran las Fallas.

Pero, ¿cómo afecta esto a una empresa de mudanzas en Valencia como LA SEDA? Lo hace de varias maneras, en primer lugar imposibilitando aparcar cerca de las viviendas de aquellos clientes que precisamente residen en dichas zonas de acceso prohibido.

No es plato de buen gusto tener que cargar con enseres muy pesados, desde cajas repletas de documentos y objetos hasta muebles o electrodomésticos, por la imposibilidad de dejar aparcada la furgoneta en las proximidades del piso o la casa en cuestión.

Para este tipo de situaciones, los trabajadores de las empresas de mudanzas cuentan con carretillas que resultan de inestimable ayuda. Aun así, se multiplica el tiempo necesario para completar el servicio.

Hablando del tiempo requerido, también aumenta debido a que las restricciones que acabamos de sacar a colación generan retenciones. Ya de por sí Valencia es una ciudad por la que, en pleno horario laboral, se circula con una considerable densidad. Sin embargo, en época de Fallas, la lentitud se apodera de muchas vías, con todo lo negativo que ello acarrea.

En líneas generales, este tipo de profesionales siempre acuden a la dirección indicada con una puntualidad exquisita, pero durante la primera quincena de marzo surgen numerosas complicaciones en este sentido. Eso sí, quienes forman parte de equipos dedicados a mudanzas no son los únicos que a veces llegan tarde a la cita con los clientes. Y es que estos últimos, durante las Fallas, también lo hacen.

Clientes que no se presentan en su domicilio a la hora acordada

Si nunca antes has vivido unas Fallas, es muy recomendable que goces de esta experiencia como mínimo una vez. Nunca olvidarás el ambiente, así como el espectáculo visual que se genera en las calles valencianas. De hecho, las sensaciones son tan buenas que derivan en que algunas personas se olviden por completo de sus obligaciones o de los planes que tienen pendientes.

Parece complicado olvidarse de algo tan importante como estar a una hora en concreto en la casa o el piso para atender a los profesionales de una empresa de mudanzas, pero lo cierto es que ha sucedido en numerosas ocasiones.

A diferencia de otros tipos de negocios como los guardamuebles en Valencia, los cuales pueden ser utilizados en cualquier momento del día, los trabajadores de un negocio dedicado a las mudanzas acuden al antiguo domicilio del usuario a una hora acordada por ambas partes. Pero, ¿qué pasa si el cliente se encuentra en las Fallas? Tal vez se olvide de ello, con el consiguiente retraso que ocasionaría.

Presupuestos que pueden acabar aumentando ante este tipo de imprevistos

Una de las claves del éxito del servicio de mudanzas en Valencia guarda relación con la honestidad y la transparencia, dos características que se evidencian no solo en el trato, sino también en los presupuestos. Son muy detallados y definitivos, sin sorpresas de ningún tipo, aunque esto último está supeditado a que no se produzca ningún contratiempo.

Supongamos que un cliente se pone en contacto para solicitar un presupuesto mudanza valencia y acepta la cifra porque le parece más que razonable teniendo en cuenta la distancia entre las dos viviendas, así como la cantidad de muebles y enseres que habrá que trasladar.

Cuando llega el día de la mudanza, en plenas Fallas, dicha celebración festiva da pie a que el usuario se olvide por completo de que había quedado con los profesionales de la empresa de mudanzas. Dichos trabajadores, tras hacer acto de presencia en el domicilio y no recibir respuesta alguna, se ven obligados a retrasar el servicio.

Más adelante tendrán que volver y, aunque en el servicio estuviera incluido el desplazamiento, se verán obligados a realizar un mayor kilometraje respecto al que inicialmente habían calculado. Teniendo en cuenta que la culpa habrá sido del cliente, en el presupuesto repercutirán el despiste en forma de una mayor cuantía que deberá ser abonada para que se lleve a cabo el servicio contratado.