Almacenamiento de residuos nucleares

I. Responsabilidad ambiental

Los residuos nucleares no solo son producidos por las centrales de producción eléctrica, concurren muchas áreas en donde se emplean para distintas aplicaciones del conocimiento humano: en medicina nuclear e investigaciones sanitarias; en hidrología para seguir los movimientos del ciclo del agua e investigar fuentes subterráneas y su contaminación; en agricultura, como control de plagas de insectos; en la minería, para determinar la composición de la capa de la corteza terrestre; en la industria, para el desarrollo y mejora de procesos industriales, control de calidad y automatización; en el arte, para comprobar la autenticidad y antigüedad de las obras.

Los residuos producidos en estas actividades deben ser tratados adecuadamente para minimizar su impacto ambiental y humano. Lo mismo que ocurre con otros residuos producidos por el hombre, algunos muy peligrosos y nocivos como los corrosivos, los reactivos, los inflamables, los explosivos y los tóxicos…

Tratar los residuos implica un compromiso con las generaciones futuras para ofrecerles un mundo ordenadamente limpio, sin pesadas cargas que comprometan la supervivencia.  Como reflexiona Hans Jonas, es el imperativo de la concordancia entre los efectos últimos del acto y la continuidad de la actividad humana en el futuro. O en palabras de Hanna Arendt, la responsabilidad de la persona con el mundo.

II. Almacén Geológico Profundo (AGP).

Los residuos nucleares en concreto, por sus   características, se guardan en almacenes que pueden ser definitivos o temporales.

Los definitivos se ubican en lo que se denomina Almacén Geológico Profundo(AGP), en instalaciones de ingeniería subterránea, en formaciones geológicas estables. Son preferibles formaciones rocosas y sin fallas, a profundidades de 500 m y 1000 m. Este tipo de instalación no requiere de supervisión por las propias condiciones del subsuelo. Una vez ubicados los residuos, el almacén se sella, pudiendo tener o no sistemas de monitorización.

En la Unión Europea, Suecia y Finlandia están construyendo un AGP.

En Suecia, comenzará en otoño de 2024 la construcción de un almacén para residuos radiactivos en Forsmark, en la península de Simpevarp, cerca de Oskarshamn. Implica una obra de ingeniería muy compleja, pues el almacén se irá construyendo   en una roca de 1.900 mll de años de antigüedad. Requerirá la extracción de 2,3 mll de metros cúbicos de roca y está situado a una profundidad de 500 m.

 

Se construirán 60 kilómetros de túneles con espacio para más de 6.000 recipientes de cobre en donde se almacena el combustible nuclear gastado. El volumen total de espacio en la roca será de unos cuatro kilómetros cuadrados.

En Finlandia, su Ley de Energía Nuclear de 1994, declaró que todos los residuos nucleares producidos deben permanecer dentro del territorio nacional. Como consecuencia de ello, comenzó el estudio y la planificación del almacén nuclear. Con el permiso dado por el municipio de Eurajoki, en agosto de 2003, comenzó su construcción sobre el lecho de una roca de granito en 2004. La roca posee una antigüedad de 1.800 mll de años.

El almacén ha recibido el nombre de Onkalo que significa cueva en finés y el proyecto es depositar los residuos a 420 m de profundidad.

Las centrales nucleares finlandesas se encuentran a menos de 5 km de distancia, lo que ahorra transporte y riesgos.

Los bidones en donde se acumulan los residuos son de cobre puro, con paneles de hierro fundido con grafito. Los  barriles están recubiertos de bentonita resistente al agua y protegido por una barrera natural de granito que no reacciona a las oscilaciones de temperatura. Este sistema se denomina KBS-3, desarrollado en Suecia por Svensk Kärnbränslehantering AB.

III. Almacén Temporal Centralizado (ATC) y Almacén Temporal Individualizado (ATI)

Como Almacén Temporal, conforme al Real Decreto 102/2014, art. 2.b), es la disposición de residuos radiactivos o combustible nuclear gastado en una instalación, con intención de recuperarlos.

Puede ser individualizado o centralizado.

Cuando el almacén se instala en el perímetro de cada central nuclear, se denomina Almacenamiento Temporal Individualizado (ATI).

El Almacén Temporal Centralizado (ATC) es un sistema de almacenamiento diseñado para albergar el combustible gastado y los residuos de alta actividad de todas o varias de las centrales nucleares de un mismo país por un período determinado. Por lo general, estas instalaciones se construyen a cota cero o a pocos metros de profundidad.

La estructura de estas construcciones suele ser de hormigón de alta densidad u hormigón baritado que es idóneo para la protección biológica frente a radiaciones ionizantes. El bario es un material que absorbe las radiaciones de ondas de longitud corta (rayos X y gamma) y neutrones, con un bajo coste frente a otros materiales como el plomo. Es un producto altamente estable y no requiere mantenimiento.

El edificio debe poseer un diseño arquitectónico muy eficiente en volumen de almacenaje. Los silos cuentan con medidas de vigilancia y supervisión constante. Medidas de seguridad incrementadas tras la catástrofe natural de Fukushima, en Japón, que son recogidas en la Directiva 2009/71/Euratom, de 25 de junio de 2009. Toda la instalación debe diseñarse de forma que aseguren todas sus funciones durante todo el ciclo de vida del complejo, ponderando las condiciones ambientales y sísmicas.

A la seguridad del recinto se suma el hecho de evitar los riesgos que supone construir almacenes temporales individualizados por cada una de las centrales nucleares. Hay una reducción del riesgo por accidentes por una simple cuestión estadística.

IV. ATC en Europa

El Almacén Temporal Centralizado (ATC) es usado en la mayor parte de Europa.

En el Reino de los Países Bajos, el ATC o Habog, en neerlandés, está ubicado en la localidad de Borselle, región de Zuid-Beveland, provincia de Zelanda, zona industrial de Vlissingen-Oost, desde el año 2003. Su construcción es a prueba de terremotos de nivel 6, de inundaciones, de explosiones de gas licuado, de huracanes y resiste el impacto de un reactor F16. Es un diseño del artista local William Verstraeten.

Sus muros exteriores son de 1.7 m de espesor. Puede albergar entre 600 y 700 tn de residuos radiactivos.

Fue elegido por las autoridades españolas como modelo para  el ATC previsto en Villar de Cañas (Cuenca).

Francia dispone de dos ATC.  Uno se encuentra en La Hague, península de Cotentin, departamento de La Mancha, en la región de Normandía. Almacenan residuos de alta actividad que se vitrifican y acondicionan para ser colocados en contenedores de acero inoxidable hasta su eliminación. El almacenamiento se encuentra certificado por 10 autoridades de seguridad nuclear mundial.

Existe otro en Cadarache, en Saint-Paul-lez-Durance, en el departamento de Bouches-du-Rhône, que gestiona, además de los residuos nucleares ordinarios, los procedentes de la flota submarina de la Armada francesa.

En Bélgica, el almacenamiento de residuos de baja y media actividad se encuentra en Dessel, en la provincia de Amberes, desde el año 2006. El almacén se encuentra prácticamente completo y se buscan soluciones para las próximas remesas de desechos

Alemania no cuenta con un centro para procesar y custodiar residuos nucleares. Se abandonó la energía nuclear en una decisión controvertida para un país con una potente industria electrointensiva.

En 1992 comenzaron a depositarse en unos contenedores llamados castores en Ahaus en Renania del Norte-Westfalia y Gorleben, Baja Sajonia.

En la actualidad los castores ascienden a unos 1200, distribuidos en 17 centros y necesitan más espacio para los combustibles nucleares que fueron enviados a Francia y Gran Bretaña que deben ser restituidos a territorio germano. Además, debe sumarse los residuos producidos por el desmantelamiento de las centrales nucleares. Una solución provisional ha sido distribuirlos en los castores ubicados en los estados federados de Baviera, Schleswig-Holstein y Baden-Wurtemberg.

Queda pendiente el poder convertir la mina de hierro Konrad en Salzgitter, Braunschweiger Land, al sudeste de Baja Sajonia, operativa desde 1867 a 1976 en un Almacén. Cuenta con una profundidad de 1300 m aunque todo se encuentra bajo estudio de las autoridades federales.

V. El Cabril y el ATC de Villar Cañas (Cuenca)

En España, existe un almacén de residuos radiactivos de baja, media y muy baja actividad en el Cabril (Córdoba), Sierra Albarrana, término municipal de Hornachuelos. Instalaciones proyectadas para una vida útil que llegará a 2073, según las previsiones incluidas en el 7.º Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR).

A finales de 2024 comenzarán a llegar residuos procedentes del desmantelamiento de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) en una operación que durara tres años con un volumen de unas 2.000 tn: 250 tn de residuos de baja y muy baja actividad y unas 1750 tn de residuos de mediana actividad.

También se encontraba adjudicado y en ejecución un ATC en Villar de Cañas (Cuenca) para residuos de alta actividad, pero el proyecto fue archivado en 2023 tras largos y tortuosos desencuentros. Privó a España de un almacén de residuos necesario para la industria nuclear española por varias razones: una, porque debe ser responsabilidad de cada país cuidar de sus propios residuos por la utilidad que le han proporcionado. Dos no cabe delegar este propósito a otros países menos desarrollados y con inferiores capacidades técnicas. 

La opción de almacenar en Francia residuos de alta actividad a un precio que asciende a 84.000 €/día solo revela la incapacidad de una nación para lograr su autosuficiencia.

Fruto de esta falta de concordia, de voluntades extremadas, sin espacios para lo posible - trayendo a colación el pensamiento de Cánovas del Castillo - nos encontramos con la nada.

Una breve descripción del problema obliga a remitirnos a la historia de este incidente.

En diciembre de 2004, la Comisión de Energía del Congreso de los Diputados invitó al gobierno, por unanimidad de todos los grupos parlamentarios, a comenzar a construir un Almacén Temporal Centralizado.  

En el año 2006 el gobierno declara la necesidad prioritaria de construirlo.

El 23 de diciembre de 2009 se publica en el BOE la convocatoria pública de selección de municipios candidatos a albergar el almacén.

Durante el año 2010 se presentan las distintas candidaturas de municipios. Todos deberán encontrarse en territorio nacional, excepto aquellos calificados como no aptos por su naturaleza geológica.

También fueron excluidos aquellas zonas que formen parte de la Red Europea de la Conservación de la Naturaleza, Red Natura 2000, Parques Nacionales, así como Lugares de Importancia Comunitaria (LICS), Zonas de Especial Protección de Aves (ZEPAS), Zonas protegidas del Ministerio de Defensa, Montes de Utilidad Pública y terrenos que formen parte de la Red Española de Vías Pecuarias, así como áreas en las que existan elementos de interés patrimonial y emplazamientos que requieren que el transporte se lleve a cabo necesariamente por vía aérea o marítima.

La solicitud exigía ser autorizada por el Pleno Municipal de cada municipio.

Se recibieron hasta trece candidaturas: Albalá (Cáceres), Ascó (Tarragona), Congosto de Valdavia (Palencia), Melgar de Arriba (Valladolid), Santervás de Campos (Valladolid), Torrubia de Soria (Soria), Villar de Cañas (Cuenca), Villar del Pozo (Ciudad Real), Yebra (Guadalajara), Santiuste de San Juan Bautista (Segovia) y Zarra (Valencia). A última hora se admitieron Campo de San Pedro (Segovia) y Lomas de Campos (Palencia).

Solo fueron admitidas ocho, cinco fueron excluidos por errores de forma o por instancias presentadas fuera de plazo.

Esas ocho fueron las siguientes:

1. Albalá (Cáceres)

2. Ascó (Tarragona)

3. Congosto de Valdavia (Palencia)

4. Melgar de Arriba (Valladolid)

5. Santervás de Campos (Valladolid)

6. Villar de Cañas (Cuenca)

7. Yebra (Guadalajara)

8. Zarra (Valencia)

El 30 de diciembre de 2011 el Consejo de Ministros   optó por la población de Villar de Cañas (Cuenca), para edificar un Almacén Temporal Centralizado y su Centro Tecnológico Asociado (CTA). Este centro tenía como principal objetivo proporcionar   acceso a las últimas tecnologías y conocimientos para la gestión del combustible nuclear y residuos de alta actividad.

Estudio e Investigación de primer nivel para esta área tecnológica. Se encontraba previsto construir laboratorios de combustible, laboratorios de química avanzada, reactividad y medioambiente y laboratorios de materiales y de verificación industrial. Este Centro tecnológico abarcaba unas 7 ha de extensión.

En el año 2013 se adjudican los contratos de ingeniería por un importe de 23.8 mll/€. La ingeniería principal alcanzaba los 17.8 mll /€ fue adjudicada a un consorcio empresarial integrado por las empresas Westinghouse Electric, Técnicas Reunidas SA y Ghesa Ingeniería y Tecnología SA.

Para el almacén de bultos de residuos de media actividad y gestión de contenedores de residuos fue adjudicado a un consorcio formado las empresas Iberdrola y Gas Natural Fenosa, conocida por Naturgy desde 2018. 

En 2014 la construcción de los cuatro laboratorios se adjudica a la Unión Temporal de Empresas integrada por Obrascón Huarte Lain, S.A. (OHLA) y Copal Obras y Construcciones S.L., por un importe cercano a los 2,5 mll/€.

Contaba con un edificio de 2 plantas, un auditorio para 133 personas, 3 salas multiusos, una sala de formación, una recepción y una cafetería.

En 2015, el Ayuntamiento del municipio otorga a la entidad ENRESA la licencia urbanística para construir el complejo científico.

Sin embargo, tras el cambio político del gobierno de Castilla LA Mancha, se produjo una oposición frontal al proyecto.  Incidentes varios y de diferente calado, instancias a la Unión Europea y recursos ante las autoridades judiciales. Cambios de criterios administrativos que han sido calificados como injustificados por el Tribunal Supremo por cuanto si bien los intereses públicos medioambientales pueden cambiar por el transcurso del tiempo, estos deben encontrarse avalados por un soporte científico y técnico necesariamente concluyente, expone la Sentencia de 30 de septiembre de 2020 (ECLI:ES:TS:2020:3084).

Criterios técnicos objetivos que no han variado de aquellos existentes cuando el municipio Villar de Cañas participó en la convocatoria y la ganó. Necesidad constructiva decidida en el Congreso por los grupos mayoritarios y por una necesidad imperiosa para España, como expuso la Junta de Energía Nuclear.

Aspectos ambientales que fueron modificados a posteriori de la adjudicación del proyecto en 2014 en una actuación impeditiva por algún motivo que no alcanzo a comprender.

El 27 de diciembre de 2023 se aprueba por el Consejo de Ministros el 7.º Plan General de Residuos Radiactivos, que contiene los criterios del gobierno en materia de residuos radiactivos.

Las referencias al Almacén Temporal Centralizado son sustituidas por el Almacén Temporal Individualizado. Un cambio de estrategia sobre los residuos nucleares que puede resultar, al menos, llamativa, por cuanto en 2004 fueron todos los grupos políticos quienes apoyaron la declaración de urgencia para construir el ATC.

Frente a esta decisión, el alcalde de Villar de Cañas se mantiene férreo en su decisión de defender una adjudicación que ganó legalmente y conforme a la ley en beneficio de sus paisanos y de los pueblos situados en un radio de 20 km.

VI. Impacto económico del Almacén Temporal Centralizado

Durante la construcción del ATC que estaba previsto durante un período de 5 años, se hubiera contratado a 300 operarios, pudiendo alcanzar los 500.

En la marcha regular del centro se hubieran necesitado 150 personas, científicos en su mayor parte: ingenieros químicos, físicos, ingenieros industriales, técnicos medioambientales.  A los que debe de sumarse el personal adscrito al Centro Tecnológico Avanzado y el de las empresas que hubieran querido invertir e investigar en este proceso tecnológico muy demandado en todo el planeta y ahora en plena pujanza cuando la energía nuclear ha sido considerada como verde por la Unión Europea.

Una de las empresas que ha confirmado su presencia en el polígono, es la encargada de la fabricación de los contenedores para residuos radiactivos. Debe recordarse la tecnología empleada en Finlandia y Suecia para almacenar los residuos en contenedores especialmente diseñados para este propósito, un nicho de mercado que puede ser atractivo para exportar a otros países, por ejemplo, a Marruecos, en donde la energía nuclear es considerada como esencial para su economía.

Quizás lo más triste de este asunto sea que tanto ENRESA, como la alcaldía de Villar de Cañas y la Diputación de Cuenca, habían convenido que la contratación de personal de este centro técnico y de investigación fuera prioritariamente de Castilla La Mancha.

El impacto económico indirecto hubiera revitalizado todo el comercio y servicios de un pueblo con pocos habitantes y con dificultad para ganarse la vida en áreas que no sean la agricultura y la ganadería, y no en todos los casos.

Se ha privado al municipio de las ayudas previstas en la Ley 54/1997 del Sector Eléctrico, disposición adicional 6.ª.4.º en relación con los beneficios recogidos en la Orden IET/458/2015, de 11 de marzo y Orden TED/295/2023, de 23 de marzo, que regulan las asignaciones a los municipios del entorno de las instalaciones nucleares, con cargo al Fondo para la financiación de las actividades del Plan General de Residuos Radiactivos.

Conforme a la Orden IET/458/2015, de 11 de marzo, art. 4 .c se garantiza la percepción de una ayuda que, para el ATC de Villar de Cañas, encuadrado en la categoría 2, se sitúa en los 6 mll/€. Cantidad de dinero que alcanzaría a los municipios que estuvieran en un radio de 20 km. La ayuda se devengaría desde el momento en que se recibiera el combustible gastado o residuo radiactivo, dice el art. 5.

Solo cabe decir que la opción del Almacén Temporal Centralizado y su Centro Tecnológico hubiera sido una iniciativa muy productiva para Castilla La Mancha, desde el ámbito tecnológico. Los Almacenes Temporales Individualizados podrán socorrer las necesidades apremiantes de cada central nuclear operativa, pero ya no podrá investigarse sobre los residuos radiactivos.

Los tiempos no acompañan.  El mundo, los países más competitivos, EE. UU., India, Rusia, Francia, Reino Unido, y otros en vías de serlo, como Marruecos, y la mayor parte de los países europeos, menos Alemania, han optado por la energía nuclear, como energía verde y energía barata. Una fuente que suministra electricidad de modo constante y permanente que garantiza una viabilidad a la empresa electrointensiva. Y es que el precio de la electricidad sí importa para la solvencia de las naciones y su economía.

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