Y como ya pasó el 18 de julio . No olvidemos...
Recordemos las persecuciones que sufrieron los religiosos, familiares y seguidores de ellas y ellos, durante el Gobierno de la II República Española. Las hostilidades de los partidarios comunistas y Acólitos a éstos y a los monárquicos eran cada día más crueles, se expandía como una sanguinaria diversión.
El primado Pedro Segura y gran parte de la jerarquía religiosa, trataron de calmar los ánimos, afirmando que la monarquía y República pueden compartir en la doctrina católica, pero fue imposible... Meses antes de las elecciones de 1931, que ganaron las izquierdas en España, acontecieron cada día decenas de ataques a personas cristianas por el sólo hecho de serlo.
Los altercados edificios religiosos se multiplicaban. Entre el 9 y 16 de mayo, prendieron fuego a más de 100 instituciones religiosas, provocados por el partido comunista y la CNT. El 11 de mayo, los malagueños veían como el Palacio Episcopal ardía por sus 4 costados. Fueron comunicados escritos del historiador Gabrielle Ranzato, que publicó otros sangrantes episodios. Todas estas barbaridades eran permitidas disimuladamente por el Gobierno.
La convivencia entre españoles de verdad y los otros era imposible. El también historiador Miguel Ángel Dionisio Vivas, mencionó muchas veces el caos que imperó en el periodo republicano. Publicó varios casos en que culpaban de asesinatos a personas sin pruebas, que defendían a su familia y casas, acabando ellos mismos asesinados por los grupos comunistas.
En 1936, con el levantamiento militar, se descubrieron grupos dedicados a atrapar monárquicos, Republicanos que no aceptaban el procedimiento comunista y anarquista, burgueses u otros que no se unían a ellos. Con el inicio de la Guerra Civil, el 18-VII-1936, en septiembre se asesinaron 2.800 religiosos en fusilamientos por toda España, bajo control Republicano, acciones repetidas muchas veces durante la Guerra, atacando solo a personas que no portaban arma alguna. Carmen García Moyón, de Las Terciarias Capuchinas de la Sagrada Familia, fue quemada viva en Torrente (Valencia) en 1937, tras ser secuestrada, violada y obligada a arrodillarse ante sus captores.
En Denia, agosto de 1936, el rector, Plácido García Gelabert, fue torturado, empalizado y mutilado hasta la muerte... Era un sistema generalizado como norma, considerados enemigos de su revolución.
En Barbastro más de 100 religiosos fueron detenidos y obligados realizar apostasía: renegando De Dios y la Iglesia. Fueron torturados, quienes seguían vivos fueron obligados a realizar actos indecorosos con prostitutas, para hacerles pecar y renegar de sus credos como sacerdotes.
Finalmente impusieron un castigo ejemplar, para imponer el Respeto al comunismo a 123 religiosos que tenían presos, los personajes comunistas y anarquistas dieron su apoyo...Además no debemos olvidar a los aprovechados del caos, en las famosas y Criminales Sacas, miles de ellas en domicilios que nada tenían que ver con la Guerra, eran grupos armados, sacando a los hombres para que les “acompañaran a declarar”.
Se los llevaban a un lugar alejado y eran asesinados, por rencillas, lindes de tierras, amores ocultos o problemas familiares...En la revista de CNT, “Solidaridad Obrera” el 15-VIII-1936 se afirmaba: Los Templos no servirán más favores a alcahuetes inmundos, los obispos y cardenales han de ser fusilados. Estas persecuciones continuaron hasta 1939 que, con la Victoria que todos conocemos, dejó tras de sí más de 11.000 muertos en brutales martirios y ejecuciones. Fue una revolución Sin Control por supuestas humanidades...
