Cataluña ya tiene solución para conseguir las urnas del referéndum: imitar a Andalucía
La Junta las compró convocando un concurso público para adquirirlas y la Generalitat copiará ese procedimiento administrativo
El pasado viernes, el Gobierno amenazó a la Generalitat con retirarle las ayudas del Fondo de Liquidez Autonómica si invertía dinero público en partidas independentistas. Un aviso que tiene, según el ejecutivo autonómico, un objetivo claro: evitar la compra de urnas para el referéndum del 1 de octubre.
Así lo reconocen en privado, según las fuentes consultadas por El Confidencial Digital, tanto Carles Puigdemont y Oriol Junqueras: “Han amenazado con quitarnos dinero para medicamentos y hospitales con tal de que no hagamos la consulta”. No obstante, ninguno de los dos cree que la situación “haya cambiado tanto” o sea “irreversible”.
En ese sentido, Junqueras ya ha dejado caer que el Gobierno ya controlaba a dónde iba destinado el dinero del FLA, y que si no ha intervenido hasta ahora es porque no ha querido. Y, sobre la compra de urnas para el referéndum, el entorno del vicepresidente avisa que hay “soluciones” ante el aparente ultimátum de Moncloa.
Andalucía se convierte en modelo
Las fuentes consultadas por ECD explican que, desde el momento en el que se convocó el referéndum independentista en Cataluña, había dos escenarios posibles: pedir las urnas al Ejecutivo central -las empleadas para procesos electorales están en poder de la Delegación del Gobierno-, o comprar unas a través de concurso público.
La primera opción nuca estuvo sobre la mesa, ya que se contaba de antemano con el “no” de Moncloa. La segunda posibilidad, la adquisición de urnas es, por tanto, la única vía posible, incluso después de la amenaza de suspender el FLA por parte del Gobierno de Rajoy.
La Generalitat, en este sentido, recuerda que Andalucía tiene sus propias urnas para elecciones, sin necesidad de pedirlas al Estado. El Gobierno de la Junta las compró mediante concurso público en 2004, publicado en el BOJA, y sin que el Ejecutivo central ni ningún órgano judicial lo impidiera.
El antecendente andaluz, por tanto, permite a la Generalitat, según las fuentes consultadas, la compra de urnas, mediante una formulación, eso sí, en la que no se hable de forma explícita de “referéndum”, sino de “procesos electorales”.
De esta forma, Andalucía, muy criticada desde el Gobierno catalán en reiteradas ocasiones, se ha convertido en modelo para Puigdemont y su ejecutivo, que ve en el concurso de la Junta hace 13 años su última oportunidad para hacerse con urnas propias de cara al referéndum independentista del 1 de octubre.
