ETA planea un secuestro como el de Ortega Lara para elevar la moral de sus bases: los últimos terroristas detenidos ocultaban unos grilletes

La banda terrorista ETA atraviesa un momento de debilidad operativa. Acosados policialmente tanto en España como en Francia, los cabecillas de la organización planean acciones criminales para elevar la moral de sus bases. Una de ellas es un largo secuestro similar al de Ortega Lara.

La situación en la que se encuentra ETA, atenuada además por la falta de financiación y con carencias de explosivos, podría llevar a sus jefes a ordenar a algún ‘comando’ la captura de algún objetivo, según reconocen expertos antiterroristas a los que ha tenido acceso El Confidencial Digital.

La banda cuenta, según estas fuentes, con infraestructura suficiente para llevar a cabo este secuestro. Además, esta acción serviría para reivindicarse ante los suyos: se trataría de una captura que, como sucedió con la del funcionario de prisiones, se prolongaría en el tiempo, incluso durante varios meses, y permitiría a los terroristas, de paso, ‘sacar pecho’ ante la opinión pública.

El objeto de los pistoleros no sería, según las fuentes consultadas, el de exigir una cantidad económica a cambio de la entrega del rehén. A pesar de las carencias económicas que tiene ETA, la organización no se encuentra ahora mismo, explican los expertos, en situación de garantizar una entrega efectiva del secuestrado sin que los miembros del ‘comando’ sean detenidos.

Los pistoleros tampoco pretenden un secuestro exprés mortal, como el que acabó con la vida de Miguel Ángel Blanco. Su plan, según los datos que tienen en su poder los servicios antiterroristas, sería más bien secuestrar al objetivo y mantenerlo en un zulo durante un largo periodo de tiempo.

Los expertos consultados aseguran que está ‘ekintza’ es un plan vigente de ETA y que no está descartado. Lo corrobora el hallazgo de un juego de grilletes en la vivienda del último ‘comando virgen’ (aún no había actuado) desarticulado hace dos semanas en Guipúzcoa. Los detenidos guardaban en su domicilio estas esposas con la intención, según estas fuentes, de llevar a cabo el secuestro cuando recibieran la orden.

Los secuestros, práctica habitual en ETA

A lo largo de su historia, ETA ha llevado a cabo un total de 84 secuestros. Algunos de ellos han acabado con la muerte del rehén. El más largo fue el de José Antonio Ortega Lara, que duró más de 500 días. Y el más reciente, el de Miguel Ángel Blanco, en 1997, que terminó con el asesinato del concejal del PP en Ermua.

Tras la desarticulación del ‘comando Vizcaya’, hace un año, Arkaitz Goikoetchea confesó ante el juez Garzón que una de sus intenciones era la de repetir un secuestro similar al de Blanco. Los pistoleros habían planeado ‘dormir’ al secuestrado con tranquilizantes.

Otra de las estrategias habituales de los terroristas era secuestrar a empresarios para exigir un rescate económico rápido, táctica que se prolongó durante los años ochenta.

 

Atrás quedaron también los años en los que ETA se financiaba a través del llamado ‘impuesto revolucionario’ bajo amenazas de secuestro. Tras la detención de ‘Susper’ y el hallazgo de una lista de empresarios que habrían pagado presuntamente a la banda terrorista, el juez Garzón procesó a todos aquellos industriales que colaboraron con ETA. Desde entonces, esta fuente de financiación ha desaparecido.

Hay que recordar, por último, que hace unos meses los directivos vinculados a empresas relacionadas con las llamada ‘Y vasca’ reforzaron su seguridad ante la orden de ETA de secuestrar a algún empresario relacionado con el trazado ferroviario –ver noticia-.

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