Rajoy ha empezado a ‘trabajarse’ a los sindicatos de cara a su llegada a La Moncloa: “A mí sí me harán una huelga general”
El presidente del PP es consciente de que los sindicatos serán mucho más exigentes con él si llega a La Moncloa. Por este motivo, la comunicación con Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo se ha convertido en prioritaria para Rajoy, que quiere ganarse su confianza y evitar una oposición férrea si accede al Gobierno en 2012.
Según ha sabido El Confidencial Digital, en la calle Génova llevan meses tomando nota de la actitud de los dos sindicatos mayoritarios ante las medidas adoptadas por el Gobierno Zapatero, y la conclusión a la que han llegado no deja lugar a dudas: “Han sido benevolentes con el PSOE. Si nosotros somos los que recortamos el sueldo de los funcionarios o ampliamos la edad de jubilación, habríamos sufrido unas huelgas salvajes”.
El propio Rajoy ha reconocido a su entorno que una de sus mayores preocupaciones de cara a su posible llegada a La Moncloa es la reacción de Comisiones Obreras y UGT: “A mí no me lo pondrán tan fácil”, ha comentado en más de una ocasión.
La ‘foto’ del pacto social y la casi inexistente oposición a la reforma de las pensiones han confirmado las sospechas de la dirección del PP, que ha decidido trabajar “desde ya” la relación con los sindicatos para iniciar una comunicación que vaya más allá de los resultados en las elecciones generales de 2012.
Fuentes bien situadas en Génova explican a ECD que Mariano Rajoy “tiene los móviles personales de Cándido Méndez e Ignacio Pérez Toxo y ha contactado con ellos en repetidas ocasiones en las últimas semanas”.
De hecho, el presidente del PP aprovechó las negociaciones del pacto social entre el Gobierno y los sindicatos para llamar a los líderes de CCOO y UGT y transmitirles la postura del partido, así como sus ideas para sacar a España de la crisis y generar empleo si accede a La Moncloa.
Las fuentes consultadas por este diario explican que Rajoy está preocupado por la situación en la se encuentre el país dentro de un año. Los analistas apuntan que 2011 tampoco será el año de la recuperación económica y el PP podría iniciar su legislatura con los ánimos de los españoles muy caldeados: “La gente quiere soluciones y los sindicatos de momento callan, pero les será más fácil señalar al Gobierno si nosotros llegamos a él”.
