Martínez Maíllo asciende a coordinador general

Rajoy se refuerza a sí mismo en el Congreso del PP

Cospedal coloca en la ejecutiva a tres colaboradores más y Soraya solamente a Cuca Gamarra. García-Margallo ya no es ni vocal

Mariano Rajoy en el Congreso Nacional del PP.
Mariano Rajoy en el Congreso Nacional del PP.

Mariano Rajoy lo ha vuelto a hacer. Después de semanas de intensas quinielas, en las que ha habido todo tipo de movimientos internos para promocionar a unos y otros, ha mantenido el mismo Comité de Dirección que había antes del Congreso del PP. Una decisión que sirve, entre otras cosas, para reivindicarse y reforzarse a sí mismo.

El presidente, de hecho, apuntó, nada más confirmar en sus cargos a María Dolores de Cospedal, Javier Arenas, Pablo Casado, Javier Maroto y Andrea Levy, y de ascender a Fernando Martínez Maíllo a coordinador general, que ya confió en todos ellos hace año y medio y que, “como lo han hecho bien”, tenían que seguir.

Un reconocimiento a todos ellos, pero también al acierto en los cambios que él mismo realizó tras las autonómicas de 2015. Una reestructuración de la cúpula del partido que, en opinión del presidente, ha sido clave para mantener el Gobierno y recuperar votantes descontentos.

Cospedal 3, Soraya 1

El Congreso Nacional del PP también ha servido para demostrar que Mariano Rajoy mantiene la apuesta por dar plenos poderes a María Dolores de Cospedal dentro del partido.

La secretaria general mantiene su puesto y logra situar a tres personas más de su confianza en la ejecutiva, como son Agustín Conde –secretario de Estado de Defensa-, Remedios Gordo y Antonio Román. Se unen a Vicente Tirado y María Jesús Bonilla, que ya estaban en la ejecutiva, aunque no coincidirán con un José Ignacio Echániz que ha cedido la secretaría de Sanidad a Dolors Montserrat.

Soraya Sáenz de Santamaría, por su parte, solo ha logrado incorporar a la nueva dirección a la riojana Cuca Gamarra, a la que muchos habían situado, incluso, como vicesecretaria. Sin embargo, el puesto que ocupará la alcaldesa de Logroño será de vocal.

La “enmienda anti-Cospedal”    

María Dolores de Cospedal, pese a la alegría de continuar en Génova, sufrió el viernes de uno de los pocos momentos tensos que se han vivido en el congreso del PP: la votación de la enmienda a los estatutos que exige el fin de la acumulación de cargos.

El texto había sido bautizado como “la enmienda anti-Cospedal”, calificativo que rechazan colaboradores directos de la ministra de Defensa. Estas fuentes, consultadas por ECD, intentan precisar que la única votación a la que se sometió Cospedal fue el balance de gestión, y ahí obtuvo “un sí unánime de los más de 3.000 compromisarios”.

Sobre la citada enmienda, afirman que “se refería a cualquier cargo, desde alcalde hasta presidente provincial, no solo el de la secretaría general”. Y, además, “solo obtuvo 303 votos a favor”. Y añaden que “los que estaban en contra de acabar con la acumulación de cargos no son únicamente los 328 que votaron, sino los 2.400 que no la tuvieron siquiera en consideración y que por eso ni participaron en la votación”.

En cuanto al impulsor de esa enmienda, el conquense Francisco Risueño, las mismas fuentes destacan que él, precisamente, acumuló hasta cinco cargos cuando estaba en activo: “Fue teniente de alcalde de su pueblo, diputado en la Diputación de Cuenca, miembro de la juntas directivas provincial y local, e integrante del Consejo de Caja Castilla-La Mancha”.

 

Mal para Alonso y Margallo

Ante la falta de nombres nuevos en la cúpula del partido, muchos compromisarios empezaron a dar algo más de importancia a la lista de ausentes en la nueva ejecutiva. Y, en esa relación, destacaron dos nombres por encima del resto.

El primero fue Alfonso Alonso. El ex ministro figuraba en varias quinielas como posible sorpresa de Rajoy para el puesto de coordinador general. Muchos recordaban la promesa del presidente de darle un puesto de relevancia en Madrid a cambio de aceptar ser candidato en el País Vasco. No obstante, el nombramiento no se ha producido.

Fuentes muy próximas a Alonso comentan a ECD que “él ahora está en otras cosas”, y que no tenía ningún tipo de aspiración a entrar en la nueva ejecutiva, por lo que su no incorporación no ha supuesto un varapalo, concluyen.

El otro gran olvidado por Rajoy ha sido José Manuel García-Margallo. Designado vocal de la ejecutiva en el Congreso de 2012, ha perdido ese cargo, a diferencia de otro ex ministro, Jorge Fernández Díaz, que sí lo ha conservado.

Rajoy guardó sus cartas hasta el final

Como en tantas otras ocasiones, Rajoy se guardó hasta el final sus cartas, y no desveló los nombres de la nueva ejecutiva del partido hasta su discurso como candidato.

ECD ha podido hablar con varios miembros de la recién elegida dirección, que ya formaban parte de la anterior. Estos dirigentes reconocían, apenas un par de horas antes de que Rajoy revelara la nueva ejecutiva, que no aún sabían si iban a seguir o no: “Nos iremos a almorzar sin despejar la incógnita”, comentaron.

Uno de ellos recordó que el presidente estaba repitiendo la misma estrategia de hace cinco años, en el congreso de Sevilla, cuando “hubo algunos secretarios ejecutivos que se enteraron del cargo que iban a ostentar sentados en la grada”. Algo que, efectivamente, ha vuelto a ocurrir ahora.

Apoyo unánime a los estatutos

La jornada del sábado concentró el grueso de la convención nacional del PP, pero el programa previsto por la organización no se cumplió del todo.

El debate de ponencias se fue retrasando, de forma que la segunda tanda de debates no empezó a las 12:30... sino casi una hora después. Lo avisó uno de los responsables de la ponencia económica y de administración territorial: “Llevamos 50 minutos de retraso y me imagino que todos querréis comer”, advirtió, para pedir a los asistentes que entraran y se sentaran rápidamente en la sala con el fin de no acumular más retraso.

La ponencia política y de estatutos se aprobó por una abrumadora mayoría de votos a favor.  Si en la social se vieron un número relevante de cartulinas rojas del “No” (se habían incluido cuestiones más polémicas, como la gestación subrogada), en la ponencia política y de estatutos se registraron apenas tres votos en contra.

Uno de ellos, el de Percival Manglano. El ex consejero de Economía de Madrid con Esperanza Aguirre, y ahora concejal en la capital, lleva años defendiendo las primarias y las listas abiertas para democratizar los partidos, por lo que es probable que la solución de doble vuelta aceptada por la dirección del PP no le pareciera suficiente.

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