Calviño convence a Pedro Sánchez de que hable claro a los españoles: viene una dura crisis económica

Ha asumido la estrategia de la vicepresidenta para no repetir el error de Zapatero, que negó los graves problemas del país y hablaba de ‘brotes verdes’

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en una sesión plenaria, en el Congreso.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en una sesión plenaria, en el Congreso.

El Gobierno ha comenzado a rebajar su optimismo sobre la marcha de la economía a partir de este otoño. Los indicadores llevan unas semanas apuntando que vienen unos meses muy complicados. Fue la vicepresidenta Nadia Calviño quien comenzó a dar la voz de alarma, la semana pasada. Y ha convencido a Pedro Sánchez de que haga lo mismo.

Calviño lanzó un aviso a navegantes: vienen tiempos duros. Anunció que los próximos trimestres “van a ser complejos” por la escalada de los precios. 

El equipo económico del Gobierno es consciente de que España no va a poder escapar a un escenario de inflación “más persistente y elevada” de lo previsto.

Por eso, el Ejecutivo ha pasado, del relato diciendo que venía una fuerte recuperación de la economía española, en el que tanto había insistido Calviño en los últimos meses, a un mucho más inquietante: un escenario de economía en crisis, que atribuye sobre todo a la guerra en Ucrania. 

No esperaba una guerra tan larga

En la cúpula económica del Gobierno admiten en privado a Confidencial Digital que no esperaban que este terremoto económico se alargara tanto en el calendario y acabara dando al traste con las optimistas previsiones que manejaba para este año 2022. 

La propia Calviño aseguraba hace menos de un mes que la inflación había tocado techo en marzo (cuando se situó en el 9,8%) y que esperaba que a partir de ahí las cosas empezaran a mejorar. 

Eso sí, añadía que no descartaba algunos repuntes en los próximos meses. El problema es que ese alza ha sido más que un repunte, porque ha pulverizado el registro de marzo y sobrepasado el listón de los dos dígitos. Una negativa marca que no se alcanzaba desde 1985.

Hablar claro a los españoles

El análisis de los datos macroeconómicos empieza a poner negro sobre blanco las pesimistas consecuencias que tendrá para la economía española la guerra en Ucrania. 

La inflación, que, según el dato adelantado del INE se situó en junio en el 10,2 %, lleva sufriendo todo este 2022 las consecuencias de la crisis de suministros y del repunte de consumo tras dos años de parón a causa de la pandemia.

 

Con estos datos, según ha podido saber ECD por fuentes próximas a Economía, la vicepresidenta Calviño ha convencido a Pedro Sánchez, y a su equipo económico en La Moncloa, dirigido por Manuel de la Rocha, de que ha llegado la hora de “hablar claro a los españoles y decirles la verdad: se avecina una dura crisis económica”. Sin paños calientes.

Cambio de discurso de Sánchez

En el PSOE no pasan por alto que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha añadido la construcción ‘crisis económica’ a su discurso público. Y hace unos días dio un paso más, al admitir, en un evento organizado por el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social sobre el Ingreso Mínimo Vital, la existencia de “una crisis económica a las puertas de Europa”

Sánchez, no obstante, utilizó esa referencia para ensalzar los “formidables” datos de empleo hechos públicos la semana pasada por los ministerios de Trabajo e Inclusión y Seguridad Social, que mostraron una caída del paro en 42.409 personas en el mes de junio y la incorporación de 115.607 nuevos afiliados a los registros de Seguridad Social.

No repetir el error de Zapatero

Según las fuentes consultadas, la vicepresidenta ha insistido a Sánchez en que no se puede repetir el enorme fallo cometido por su antecesor, José Luis Rodríguez Zapatero cuando, en vísperas de la grave crisis económica de 2018, se dedicó a pintar una situación económica inmejorable, hablando incluso de “brotes verdes” y de ganar la Champions de los países más ricos de Europa.

El presidente tiene claro que en otoño llega una crisis muy dura, y sus asesores económicos le han recomendado que compagine presentar, por un lado, una situación del país suficientemente optimista y hasta esperanzadora, pero, por otro, advertir de los “nubarrones” que amenazan.

Sánchez está de acuerdo con Calviño en que Zapatero pagó muy caro su intento de engañar al país sobre cuál era el verdadero estado de la economía, desoyendo las advertencias de su entonces vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes. Y no quiere repetir el error.

Calviño ha fallado en las previsiones

Al arranque de junio, Nadia Calviño se mostraba confiada en que la inflación empezaría a remitir en el segundo semestre, y un mes antes nada parecía hacerle presagiar las turbulencias que se avecinaban. 

En abril, la vicepresidenta se declaró convencida de que el IPC no llegaría nunca a superar el 10%. Un pronóstico que basaba en el descenso que, en ese momento, estaban experimentando los precios de la energía. Pero se equivocó. 

La propia Calviño también aseguraba entonces que le “sorprendería mucho” que el BCE apostara por una subida de los tipos de interés. 

Otra previsión en la que ha fallado. Tras anunciar una subida de tipos en junio y una segunda en septiembre, la propia Christine Lagarde sentenció hace unos días que el banco central llegará tan lejos como sea necesario para frenar la inflación.

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