La exhumación de Queipo de Llano será tratada por la Hermandad de la Macarena dentro de tres semanas
La cofradía admite que la presencia de los restos del general resulta incómoda, cuenta con que solo algún familiar se oponga a su traslado y da por hecho que se realizará antes de diciembre
El secretario de Estado de Memoria Democrática, Fernando Martínez López, envió el lunes día 24 una carta al Hermano Mayor de la Hermandad de La Macarena, José Antonio Fernández Cabrero, con el fin de exhumar de la basílica de la hermandad en Sevilla los restos mortales de Gonzalo Queipo de Llano y Sierra y de Francisco Bohórquez Vecina “a la mayor brevedad”, dando cumplimiento a la Ley de Memoria Democrática.
Según recoge la carta, “esta nueva norma pretende cerrar una deuda de la democracia española (…) condenando toda forma de totalitarismo político que ponga en riesgo el efectivo disfrute de los derechos y libertades inherentes a la dignidad humana”.
“Desde 1951, los restos mortales del dirigente de la sublevación de 1936, Gonzalo Queipo de Llano, reposan bajo el camarín de la Virgen de la Basílica de la Esperanza Macarena” añade la misiva. Aunque, el enterramiento se ubica en una de las capillas laterales de la iglesia. Junto a su esposa, Genoveva Martí Tovar. A quién no le afecta la ley, aunque, desde la Hermandad creen que “el sentimiento de la familia es que permanezcan juntos”.
También en el templo se halla el cuerpo de Francisco Bohórquez Vecina, auditor de guerra y responsable de firmas de penas de muerte. Su ubicación dentro de la Basílica es “a los pies de la Virgen” señalan con recelo hermanos de la Cofradía, que se alegran de su exhumación.
La hermandad se sentía incómoda
“En cuanto hubiera algo que impidiera su estancia aquí, se iba a sacar” afirman a ECD fuentes de la Hermandad de La Macarena refiriéndose a Queipo de Llano. La estancia del general “siempre ha causado indiferencia para todos”, aunque desde la entrada en vigor de la nueva ley "se ha despertado un revuelo que no nos gusta”.
Al saber que el Gobierno también exige la exhumación de Bohórquez, la sensación entre los hermanos es de satisfacción, ya que su deseo es “poner punto y final” a las polémicas sobre los militares que participaron en la sublevación de 1936 y que están enterrados en su basílica.
Lo previsible es que los restos mortales de los implicados pasen a descansar en el columbario que posee la Hermandad de la Macarena. Este proceso conllevará un coste económico, y “en el caso de que la familia no se haga cargo, lo asumiremos nosotros”, refiriéndose a la Cofradía, aunque “intentaremos por todos los medios que este proceso no nos merme económicamente”, explican desde la corporación religiosa.
Avances en la exhumación
“La Hermandad se ha puesto a trabajar en el momento en el que han recibido la notificación gubernamental” cuentan a Confidencial Digital personas implicadas en el proceso. De hecho, la corporación ha respondido en un comunicado que ya avanza en la aplicación de la ley, acciones "que serán completadas a partir de ahora con las oportunas que se desprendan de esta comunicación de la Secretaría de Estado y que le permitan llevar a efecto lo legalmente establecido".
"La Macarena reitera nuevamente su voluntad de cumplir escrupulosamente la legislación vigente en virtud de su respeto a las leyes de un Estado democrático", ha añadido en la misiva.
Un procedimiento que es inminente, de hecho “a diciembre no llegan” sentencian desde la corporación.
Los plazos del desenterramiento se le comunicará a los hermanos el 13 de noviembre. Ese día se celebrará el Cabildo General Ordinario de Cuentas, señalan fuentes cercanas a la Junta de Gobierno de la hermandad. Allí se prevé que se comuniquen internamente todos los detalles que ya se hayan decidido sobre el proceso para acometer las exhumaciones y cumplir así la exigencia del Gobierno de Pedro Sánchez, de acuerdo con la Ley de Memoria Democrática que acaba de entrar en vigor.
Oposición al desenterramiento
Aunque algunos fieles aluden a que “hay otros temas más importantes”, la mayoría de la hermandad está a favor del traslado. También hay voces neutras que se preguntan para qué sirve esa exhumación, “si nadie ha reparado en su presencia en el último siglo”.
Los más descontentos con la orden gubernamental son algunos familiares de los afectados. Un ejemplo es Manuel Campbell Bohórquez, descendiente del auditor de guerra y expresidente de Juventud en la Hermandad, que publicó una foto en su cuenta personal de Instagram del momento en el que el ataúd de su antepasado llegó a la Basílica de la Esperanza Macarena, adornado con un corazón blanco.
La familia Bohórquez mantiene un lazo muy estrecho con la hermandad. Algunos de ellos han ocupado cargos dentro de su dirección, y que su ancestro esté “a los pies de la Virgen” les enorgullece. Tanto es así que, miembros del grupo de trabajo de la Cofradía narran a ECD, “durante el montaje de un besamanos, una grúa rompió la lápida de Francisco Bohórquez, y ellos mismos la repusieron con dinero de su bolsillo”.