El Gobierno no impondrá a las autonomías la regulación de las bebidas energéticas
Será el Ministerio de Consumo y no Sanidad el que impulse la medida para menores de edad, pero buscará consenso con las comunidades para garantizar que la apliquen
- Evitar la disparidad en todo el territorio
- Iniciativa de la Xunta de Galicia con siete autonomías estudiándola
- Competencia de Consumo, no de Sanidad
- La AESAN ya publicó una serie de recomendaciones en 2022
El Gobierno no impondrá la regulación de venta en bebidas energéticas a todas las comunidades autónomas. La medida que impulse el Ejecutivo estará consensuada previamente con los territorios para evitar cualquier problema de competencias que lleven a los gobiernos regionales a rechazar su aplicación. La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), organismo competente en esta materia, ya trabaja junto a los consejeros de Sanidad de cada autonomía para llegar a un acuerdo cuanto antes.
Evitar la disparidad en todo el territorio
La decisión de negociar esta medida, en vez de implementarla unilateralmente, permite al Ejecutivo limar asperezas y asegurarse que todos los gobiernos regionales implementen la nueva normativa en sus territorios. Tras las pasadas elecciones autonómicas y municipales, el Partido Socialista perdió casi todo su poder territorial: Aragón, la Comunidad Valenciana, Extremadura, Baleares y La Rioja cayeron en manos del Partido Popular. También perdieron el gobierno canario, ahora liderado por Coalición Canaria, con el apoyo de los populares.
La derecha mantiene el poder en gran parte de las autonomías y una imposición del Ejecutivo del PSOE y Sumar hubiera abierto un boquete a la hora de aplicar la norma. En los últimos años, distintas regiones gobernadas por los populares se han revelado frente a las leyes estatales impulsadas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez. Ya sucedió con la ley de vivienda, o durante la pandemia, con las decisiones del Ministerio de Sanidad durante el estado de alarma, y en Moncloa no quieren abrir una guerra en una tema de salud en el que esperan un consenso de todos los gobiernos.
Iniciativa de la Xunta de Galicia con siete autonomías estudiándola
Además, la iniciativa la encabezó el Ejecutivo de la Xunta de Galicia, —feudo de los populares— el pasado octubre. El Gobierno presidido por Alfonso Rueda prevé aprobar la norma este 2024, pero aún está en tramitación. A esta nueva normativa, que prohibiría la venta de bebidas energéticas a menores de 18 años, así como la publicidad de estos productos, se sumaron hasta siete autonomías: Aragón, Baleares, Castilla-La Mancha, Navarra, el País Vasco, Castilla y León y la Comunidad Valenciana se abrieron a estudiar tomar una medida semejante.
Competencia de Consumo, no de Sanidad
Aunque al principio el Ministerio de Sanidad asumió la bandera de llevar esta medida a un marco estatal que implicase a todas las autonomías, las competencias no son de la cartera dirigida por Mónica García. El Gobierno recogió el guante de la Xunta de Galicia e hizo suya la medida para impulsar una ley nacional en el Congreso de los Diputados.
Sin embargo, desde Sanidad reconocen que, a pesar de posicionarse a favor de impulsar una norma y empujar para ello, debe ser la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) quien tome las riendas; un organismo dependiente del Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, dirigido por Pablo Bustinduy, que coordina un grupo de trabajo con todas las autonomías para "explorar las distintas medidas regulatorias y de gestión del riesgo que se puedan abordar", según confirman fuentes de Consumo a ECD.
Desde el Ejecutivo no concretan plazos ni cuándo pretenden llevar el proyecto de ley al Congreso para su debate y tramitación, pero sí es un objetivo para esta legislatura.
La AESAN ya publicó una serie de recomendaciones en 2022
Durante el mandado del anterior ministro de Consumo, Alberto Garzón, el Comité Científico de la AESAN publicó un informe en 2021 sobre los riesgos asociados al consumo de bebidas energéticas. En consecuencia, desde el organismo y en comunión con la Administración General del Estado, distintas ONGs y tanto fabricantes como distribuidores de alimentos, acordaron una serie de recomendaciones que se publicaron anexos al informe. El texto consta de diez puntos que indican el peligro de consumir en demasía este tipo de productos, resaltando del riesgo de sufrir alteraciones del sueño hasta los efectos psicológicos e incluso la "alteración del comportamiento".
Después del informe, se destacan cuatro recomendaciones:
- Evitar su consumo en niños, adolescentes, mujeres embarazadas y en periodo de lactancia. También en personas con hipertensión o problemas cardiovasculares y con problemas para conciliar el sueño.
- No combinarlas con bebidas alcohólicas.
- No tomarlas para hidratarse después de hacer deporte.
- Solo consumirlas ocasionalmente, en formatos de menor tamaño y consultando al médico en caso de tomar medicación habitual.
