Leonor jurará la Constitución sobre el mismo ejemplar que usó dos veces el rey
El protocolo de la ceremonia será “muy parecido” al que se aplicó para el acto de Felipe VI en 1986
- El texto para jurar
- Entrada por la Puerta de los Leones
- Solo habló el presidente del Congreso
- No estará Juan Carlos I
- Dudas jurídicas
La Casa Real ya prepara el acto en el que la princesa Leonor jurará la Constitución española. El evento tendrá lugar en el Congreso de los Diputados el próximo 31 de octubre —día en el que cumplirá la mayoría de edad— y utilizará como referencia el acatamiento de la Carta Magna que hizo el actual monarca Felipe VI, según ha podido confirmar Confidencial Digital por fuentes cercanas a la Zarzuela. Tanto es así, que la princesa jurará lealtad a la Constitución utilizando el mismo ejemplar que usó su padre para acatar la Carta Magna, y también para convertirse en rey en 2014.
Fuentes parlamentarias aseguran a ECD que, aunque “no está confirmado ni lo estará hasta bien avanzado el mes y el programa”, todo apunta a que será así, puesto que “la idea, efectivamente, es que el acto sea lo más parecido al de 1986”.
Dado que no existe un texto legal que regule cómo debe ser el acto, todo el protocolo diseñado para la fecha se basará en la jura que protagonizó el entonces príncipe Felipe el 30 de enero de 1986. Un evento que no tenía precedentes y que fue elaborado para la ocasión.
Fuentes del entorno de la Casa Real explican que será un “acto sencillo”, en el que la princesa leerá exactamente las mismas palabras que pronunció su padre hace más de 30 años, y contará con la presencia de todos los diputados y senadores. Solo con la excepción de grupos como Esquerra Republicana, EH Bildu o Junts per Catalunya, que ya han anunciado su ausencia en el pleno conjunto de ese día.
El texto para jurar
En 1986, el acatamiento de la Constitución apenas duró un minuto y se desarrolló mediante un diálogo entre el presidente del Congreso, Gregorio Peces-Barba, y el príncipe heredero:
-- “Señor, las Cortes Generales están reunidas para recibir de Vuestra Alteza, como príncipe heredero de la Corona de España, el juramento que viene a prestar con arreglo a la Constitución”, anunció el presidente de las Cortes.
A continuación, el entonces príncipe pronunció las palabras del juramento, las mismas que recitará Leonor:
-- “Juro desempeñar fielmente mis funciones, guardar y hacer guardar la Constitución y las leyes, respetar los derechos de los ciudadanos y de las comunidades autónomas, y fidelidad al rey”.
-- “Las Cortes Generales acaban de recibir el juramento que vuestra alteza ha prestado en cumplimiento de la Constitución como heredero de la Corona”, respondió Peces Barba. Y añadió: “Señorías, viva la Constitución, viva el Rey, viva España”, a lo que diputados y senadores respondieron con un “viva” a cada una de ellas.
Aunque la hoja de ruta va a ser la misma, fuentes parlamentarias consultadas por ECD, no tienen claro que este final se repita en esta ocasión.
Las fuentes próximas a la Zarzuela insisten en que volverá a ser un acto rápido. En 1986 la sesión plenaria duró menos de quince minutos, y ahora está previsto que sea igual de breve.
Entrada por la Puerta de los Leones
Los reyes y sus dos hijas llegarán al Congreso de los Diputados cuando ya esté formada una compañía de honores en la Carrera de San Jerónimo.
La comitiva con los miembros de la realeza se detendrá al llegar a la gran puerta de bronce custodiada por los dos leones esculpidos en piedra ubicados en la emblemática fachada de la Cámara Baja. La Puerta de los Leones se abrirá como suele ser habitual cuando el rey acude al Hemiciclo.
Allí esperarán el Gobierno y los presidentes de Congreso y Senado. En 1986 también se instaló una tribuna de honor a la que subió Felipe acompañado de su padre, Juan Carlos I, para escuchar el himno nacional.
Ni Felipe VI ni Leonor acudirán vestidos de uniforme militar, pues se trata de una celebración civil.
Solo habló el presidente del Congreso
En 1986,una vez la familia real entró en el Hemiciclo, la orquesta de cámara de Madrid interpretó el Himno Nacional, con todos los diputados y senadores puestos en pie.
Después, el letrado mayor del Congreso leyó el escrito del Gobierno, presidido por Felipe González, que puso fecha al acto, el mismo día en que el heredero al trono alcanzara la mayoría de edad.
El entonces presidente de las Cortes, Gregorio Peces-Barba, fue el único protagonista que habló durante el pleno de la jura. Su discurso fue de diez minutos.
En esta ocasión, se espera que sea también la presidenta del Congreso, Francina Armengol, quien tome la palabra para un discurso semejante.
Peces-Barba resaltó la singularidad del acto y aprovechó para resaltar el buen funcionamiento de las instituciones: “Es un acto previsto, normal, en cuanto a que se sabía que tenía que producirse. Aunque excepcional por ser único. Solo ante las Cortes Generales y solo en esta ocasión. Es un signo más del adecuado funcionamiento de nuestras instituciones”.
No estará Juan Carlos I
La decisión del Gobierno en consonancia con la Jefatura del Estado ha sido no invitar al rey emérito, que había mostrado interés por estar presente en la jura de su nieta.
Aunque Juan Carlos I no ha sido condenado por ninguna de las causas que la justicia ha abierto contra él en los últimos años, fuentes de la Zarzuela señalan que la presencia del que fuera monarca restaría protagonismo a Leonor.
En 1986 estuvieron invitados al acto el presidente del Tribunal Constitucional, el presidente del CGPJ y distintos representantes de la Iglesia Católica.
Ahora, las fuentes de la presidencia del Congreso consultadas por este digital no han confirmado que vayan a acudir todas estas personalidades.
Dudas jurídicas
No existe un protocolo para la celebración. No hay texto legal y jurídicamente válido que señala cómo debe hacerse, cuándo y quiénes han de estar presentes. Por ello, la jura del actual rey hace más de 30 años, ha servido de precedente.
Antes de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, adelantara las elecciones al pasado 23 de julio, los comicios generales estaban fechados, aproximadamente, para el mes de noviembre. De no haber anticipado la cita electoral, las Cortes habrían quedado disueltas antes del 31 de octubre.
En consecuencia, se abría la posibilidad de que la jura se celebrase ante la Diputación Permanente, sin diputados electos. Un escenario descafeinado que llevó al Gobierno a estudiar la posibilidad de retrasar el acto.
Al no haber protocolo establecido, se produjeron discrepancias entre expertos en derecho constitucional sobre si el evento podía demorarse o debía producirse exactamente el mismo día en que la princesa cumple la mayoría de edad, como hizo su padre.
Algunos juristas, como publicó ECD, consideraron que el acto celebrado en enero de 1986 establecía en sí mismo un precedente jurídico que obligaba a que se imitase el mismo protocolo en las juras de futuros herederos, obligando a que se celebrase el mismo día en que se cumpliera 18 años e imitando la ceremonia de 1986.
