PSOE y Junts negocian colocar un nacionalista vasco como “mediador internacional”
Se cita el nombre de Andoni Ortuzar, presidente del PNV, que para Puigdemont “no es español” y Sánchez considera que rebaja las exigencias del líder de Junts
- “Ni español ni catalán”
- Un nacionalista vasco
- Se cita a Andoni Ortuzar
- Relevancia al pacto con el PNV
- El precedente con ETA
El acuerdo alcanzado por Junts con el PSOE incluye un punto que hasta ahora los socialistas rechazaban de plano: la presencia de un verificador internacional que ejerza de árbitro entre ambas partes. Puigdemont negocia discretamente estos días con Pedro Sánchez colocar a un dirigente nacionalista vasco como uno de los “mediadores”.
El PSOE siempre había rechazado esa figura, por considerar que alentaba el relato independentista de un choque de legitimidades nacionales y echaba por tierra el discurso de que el conflicto en Cataluña es un problema interno.
De hecho, Pedro Sánchez se negó a nombrar uno en 2019, ERC le quitó por eso el apoyo, y se tuvo que ir a elecciones. Sin embargo, cuatro años después todo ha cambiado.
“Ni español ni catalán”
El texto hecho público el jueves afirma que PSOE y Junts han acordado “dotarse de un mecanismo” de carácter “internacional”, que tenga las funciones “de acompañar, verificar y realizar seguimiento de todo el proceso de negociación y de los acuerdos entre ambas formaciones a los que se llegue”.
En su declaración posterior, Carles Puigdemont detalló que esa instancia tendrá que activarse “antes de finales de noviembre”, añadiendo que las reuniones “no serán en territorio del Estado español” para que el propio expresidente catalán pueda participar, y que el foro no será “ni español ni catalán, por lo tanto, internacional”.
Puigdemont, de hecho, especificó que sus cuatro integrantes ya están elegidos, pero añadiendo que “deben trabajar con la mínima presión y exposición”.
Un nacionalista vasco
Según ha podido saber Confidencial Digital, por fuentes conocedoras de las conversaciones, PSOE y Junts negocian colocar a un dirigente nacionalista vasco como uno de los “mediadores internacionales”.
Las mismas fuentes explican que Puigdemont ha sido “deliberadamente cuidadoso” en dejar abiertos los escenarios y no hacer un primer planteamiento maximalista. Imponer de entrada una condición que impida que los vascos puedan ejercer ese papel, por ejemplo, implica frenar en seco cualquier negociación de una condición que ya ha sido muy difícil de aceptar por los socialistas.
Se cita a Andoni Ortuzar
Se ha llegado a plantear, en las conversaciones que se suceden estos días en Bruselas, el nombre de Andoni Ortuzar, presidente del PNV, que para Puigdemont “no es español”, mientras que Sánchez considera que con su presencia lograría rebajar algo las exigencias del líder de Junts.
Se trata de un personaje que entiende de política, explican en Ferraz, y que no es ajeno a la situación de Cataluña en España. Añaden que el espíritu de lo que Puigdemont engloba en ese “mecanismo de mediación y verificación” es lograr una manera de sortear la complicada crisis de confianza entre el Gobierno y Junts.
Relevancia al pacto con el PNV
Ahora, no se pasa por alto que el PSOE ha querido dar máxima relevancia al pacto alcanzado con el PNV, y por eso fue el propio líder socialista, Pedro Sánchez, el que rubricó el viernes el acuerdo con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, en el Congreso de los Diputados.
De esta manera, según Ferraz, se reconoce a los nacionalistas vascos como “socio preferente”, precisamente tras una negociación convulsa con Junts, en la que había acaparado todos los focos.
El PNV ha conseguido arrancar al PSOE la reclamación histórica de que el Estado reconozca la nación vasca. “Un sistema de garantías de relación bilateral, anclado en la disposición de la Constitución y del Estatuto del Guernica. A partir de ahí, hay un ámbito de acuerdo para dar lugar a una nueva personalidad jurídico política para nuestro país”, explicó Ortuzar.
El precedente con ETA
Hay que recordar que las únicas experiencias que han existido en España con mediadores internacionales en los últimos años internaciones tuvieron que ver con el final de ETA. Su intervención tuvo más efectos mediáticos que reales.
El listado de entidades que ejercen ese tipo de funciones es muy elevado. Y por Euskadi han pasado buen número de ellas. Quizá la más destacada es el Centro Henry Dunant, con sede en Ginebra pero financiado por el Gobierno noruego, siempre dispuesto a este tipo de intermediaciones. Albergó las fallidas negociaciones impulsadas por el Ejecutivo de Zapatero, con Jesús Eguiguren y Josu Ternera como protagonistas.
A ese listado hay que añadir el Grupo Internacional de Contacto de Brian Currin; la Comisión Internacional de Verificación de Ran Manikkalingam; las fundaciones Noref (con vínculos en Oslo); la británica Conciliation Resources; la alemana Berghof, El Vaticano, la comunidad de San Egidio...
