Sánchez aparcará la investidura y convocará elecciones si sus encuestas le garantizan una mayoría amplia

El PSOE había abonado hasta ahora la idea de que preferían que se produjera una investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo, mientras daban tiempo también a que surgiesen dudas dentro de Junts. Ahora, Pedro Sánchez opta por la premura. Aunque esa estrategia no es tampoco definitiva. Decidirá si apuesta por la repetición electoral en función de sus encuestas.

En el vídeo publicado en su cuenta de Twitter, antes de marcharse de vacaciones a Marruecos, Sánchez mostró su total predisposición a acudir a la investidura junto a “una amplia mayoría social”, en la que el presidente incluye a Sumar, ERC, EH Bildu, PNV y BNG.

E incluso podría sumarse Coalición Canaria, que dispone de un escaño clave que podría deshacer el empate entre bloques.

El voto en el extranjero

En el equipo del presidente no pasan por alto que el recuento del voto de los españoles residentes en el extranjero (CERA) provocó, hace unos días, un cambio sustancial en una de las provincias clave donde PP y PSOE se jugaban un escaño: Madrid.

Finalmente, se lo han quedado los populares, por lo que la investidura de Pedro Sánchez se complica todavía más, ya que ahora necesitaría el ‘sí’ de siete formaciones políticas en total, incluida Junts, de la que hasta este momento le valía con la abstención de sus siete diputados.

Claves las encuestas de septiembre

Con este cambio de escenario, según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes próximas al líder del PSOE, Sánchez asume la complejidad que supone recabar todos esos apoyos, y también lo difícil que será gobernar una vez superada la investidura. Todas las leyes, y cada Presupuesto del Estado, tendrán que concitar el apoyo de esos siete partidos.

Por ello, el presidente ha trasladado a su equipo que el mes de septiembre resultará clave. Tiene decidido aparcar la búsqueda de apoyos para lograr la investidura y apostar por la repetición electoral, si sus encuestas le garantizan en ese momento una mayoría amplia. Esto es, un mayor respaldo electoral que el que logró en las generales del 23-J.

Bloques ajustados

La fotografía de los escaños de PP y PSOE en el Congreso de los Diputados se ha alterado con el voto extranjero en favor de Feijóo: los populares suman 137 escaños, por 121 de los socialistas, lo que obliga a Sánchez a necesitar el voto a favor de otro grupo parlamentario más, para ser investido de nuevo presidente del Gobierno.

Con el baile de ese último escaño en Madrid, la suma de los bloques en la Cámara Baja, donde la mayoría absoluta se establece en 176 diputados, se encuentra muy ajustada para ambos.

Por un lado, PP (137 escaños) y Vox (33) alcanzarían los 172 puestos incorporando los apoyos de UPN (1) y Coalición Canaria (1) para lograr la investidura de Feijóo.

En el otro lado, la suma de diputados de PSOE (121), Sumar (31), ERC (7), EH Bildu (6), PNV (5), y BNG (1) da como resultado 171 escaños, insuficientes frente al bloque de la derecha.

Junts deberá decidir

En un eventual debate de investidura, Pedro Sánchez no lograría la mayoría absoluta que necesita para ser investido presidente en la primera votación, pero sí podría optar a una mayoría simple en la segunda votación.

Teniendo en cuenta esta aritmética, a los socialistas ya no les bastaría con la abstención de los siete diputados de Junts, el partido de Carles Puigdemont, sino que necesitarían el ‘sí’ de, al menos, uno de ellos.

A pesar de eso, fuentes del equipo de Sánchez, consultadas por ECD, afirman que la pérdida de ese escaño en Madrid por el recuento del voto CERA “no modifica la situación para formar mayorías”.

En su opinión, “Junts tendrá que decidir si une sus fuerzas a PP y Vox, y abre la puerta a un gobierno de la derecha con la ultraderecha, o se une al resto de fuerzas políticas para evitarlo exactamente igual que antes”.

Pese a ello, insisten en que Sánchez decidirá los siguientes pasos a seguir a partir de septiembre, en función de los resultados que arrojen los sondeos electorales que reciba a la vuelta del verano.

Si ve que en unas nuevas elecciones puede mejorar sensiblemente, y que eso le facilite formar Gobierno, renunciará a la investidura, disolverá las Cortes, y convocará de nuevo elecciones generales.