Sánchez apuesta por convertir a Antonio Hernando en un ‘nuevo Rubalcaba’ para sustituir a Marlaska

Pretende dotar de mayor peso político al Gobierno, que mantenga hilo directo con Ferraz y revitalizar Interior para afrontar meses ‘calientes’ en la calle

Pedro Sánchez y Antonio Hernando.
Pedro Sánchez y Antonio Hernando.

Pedro Sánchez diseña una crisis de Gobierno para después del verano. Ha decidido acometer primero los cambios en el PSOE. Antonio Hernando no ha ganado el peso en Ferraz que se esperaba. El motivo es que el presidente ha decidido reservarlo para convertirlo en un ‘nuevo Rubalcaba’ que dirija con mano de hierro el Ministerio del Interior.

El plan de Sánchez es proceder a un cambio de ministros en el arranque del curso político, con el objetivo de recuperar iniciativa de cara a los próximos desafíos electorales: elecciones municipales y autonómicas en mayo de 2023, y generales a final de año.

Un Gobierno mediocre

Fuentes socialistas aseguran a Confidencial Digital que Pedro Sánchez admite en privado que la realidad es que la última crisis de Gobierno, acometida hace un año, ha resultado un “fracaso”. No ha conseguido el objetivo de retomar la iniciativa política. La mayor parte de los nuevos ministros siguen siendo unos desconocidos.

Por ese motivo, y con objeto de recuperar protagonismo, Sánchez ha empezado a diseñar esta remodelación para otoño. Unos cambios en los que, según ha sabido ECD de fuentes con acceso al presidente, tiene decidida la salida de Fernando Grande-Marlaska.

Un ‘nuevo Rubalcaba’

Según las fuentes consultadas, Sánchez apuesta por convertir a Antonio Hernando en un ‘nuevo Rubalcaba’ y que sustituya a Marlaska. Hernando, al que muchos en el PSOE comparan con el ex ministro del Interior, “tiene un perfil interesante para dirigir este departamento”, apuntan en el entorno del jefe del Ejecutivo.

Abogado, con una larga carrera política tras pasar por la UGT, en Moncloa ven a Hernando como el perfil ideal para “asumir un cargo complejo”. En el equipo del presidente afirman que Sánchez asume que Interior es un departamento crítico, complicado, y uno de los más criticados del Gobierno.

Pero consideran que la larga militancia en el PSOE de Hernando le convierte en un actor capaz de responder a las múltiples y reiteradas críticas que Podemos vierte contra la gestión gubernamental en el ámbito de la seguridad.

Más aún cuando, con la inflación desbocada y una crisis económica en gestación, todas las miradas están puestas en la posible irrupción de protestas callejeras tras el verano; más aún si los precios siguen subiendo. Hay que recordar que en estos momentos Interior se encuentra en manos de un independiente, como es el caso de Marlaska.

Más perfil político

Con este movimiento, Sánchez busca también convertir al ex portavoz del PSOE en el Congreso en un peso pesado del nuevo Gobierno.

 

El presidente persigue dotar, como hizo con Félix Bolaños, de más perfil político a un Gobierno que se quedó sin músculo con las salidas de Carmen Calvo y José Luis Ábalos.

Marlaska, ratificado por obligación

En Moncloa cuentan además que, ya el año pasado, Sánchez buscó un sustituto para relevar al ministro de Interior en la crisis de Gobierno que llevó a cabo en julio. “Pero nadie quiso ese regalo envenenado”, admiten en el entorno del presidente. 

Y a última hora, cuando todo el mundo daba por hecha su salida del Consejo de Ministros, el presidente ratificó a Marlaska en el cargo. “Nadie lo entendió”, asegura un alto cargo socialista. Ni en el PSOE, ni sus socios de Podemos, que llevaban meses vertiendo duras críticas hacia su gestión.

Se trata de un relevo, no obstante, que le cuesta mucho a Pedro Sánchez porque siente un aprecio especial por la figura del ex juez. Pero también tiene en cuenta su desgaste, cuando por ejemplo le silban y abuchean en actos públicos de la Policía.

La foto de la ‘rehabilitación’ en El País

Antonio Hernando rompió con Sánchez en 2016, al defender la abstención del PSOE en la investidura de Mariano Rajoy, pero fue ‘recuperado’ en octubre pasado, cuando fue designado director adjunto del Gabinete de la Presidencia. Ahora trabaja en La Moncloa.

Hay que recordar que Pedro Sánchez posó junto a Hernando hace unas semanas en una entrevista publicada en El País. La foto provocó sorpresa a muchos dirigentes socialistas. “Pocas veces el jefe sale acompañado de sus asesores”, afirmaban con perplejidad. 

Menos aun siendo personas de segundo nivel: Hernando es adjunto al director de gabinete, Óscar López. Ni tan si quiera es el número uno. Para muchos en el PSOE, lo que hizo el presidente, provocando esta fotografía, fue ‘rehabilitar’ orgánicamente a un histórico del partido.

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