Sánchez fuerza una cita con el CEO de Blackrock para calmarle sobre Telefónica
Tratará de verle en Davos. El presidente se negó a recibirle cuando estalló la crisis de Ferrovial, pero ahora necesita darle garantías de estabilidad tras la entrada del Estado en la teleco
- Un encuentro con el CEO de Blackrock
- Movimientos en Telefónica
- La entrada del Estado
- Cambios en el consejo
- El plante de Sánchez a Blackrock
- La debilidad política de Sánchez
- Una agenda intensa en Davos
La élite económica mundial se reúne estos días en la localidad suiza de Davos para debatir sobre los desafíos globales. Pedro Sánchez busca aprovechar la cita para reunirse de forma urgente con el CEO de Blackrock, el mayor fondo de inversión del mundo, para transmitirle tranquilidad sobre el futuro de Telefónica.
Sánchez repite este año en el Foro Económico Mundial con un discurso el miércoles por la tarde. Destinará parte de su visita a mantener un encuentro con los líderes del Ibex que asisten al evento. Una reunión informal que tendrá lugar después de la intervención del presidente del Gobierno ante el auditorio.
Pero, además de verse con el poder económico nacional, Sánchez está pendiente de cerrar una reunión con los principales fondos internacionales para tranquilizarles por la decisión del Gobierno de entrar en el capital de Telefónica, según fuentes próximas a la organización de Davos, a las que ha tenido acceso Confidencial Digital.
Un encuentro con el CEO de Blackrock
Según las fuentes consultadas, Sánchez busca en concreto forzar un encuentro con el CEO de Blackrock, Larry Fink, para hablar sobre el futuro de Telefónica
En Moncloa no se ha pasado por alto que la poderosa gestora norteamericana, uno de los principales accionistas de la compañía que preside José María Álvarez-Pallete, con casi un 5% del capital, ha venido elevando su posición bajista en los últimos meses.
Es su presencia más alta en posiciones cortas declarada por la compañía a lo largo de la serie histórica comunicada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), igualando a la alcanzada en diciembre de 2021.
Movimientos en Telefónica
Desde finales de septiembre, Moncloa ha observado que Blackrock ha movido su posición bajista en Telefónica, comunicando distintos cambios a la CNMV. Sus movimientos han coincidido con los cambios en el capital de la operadora, los más drásticos en las últimas décadas.
A principios de ese mes, Saudi Telecom Company (STC), controlada por el fondo soberano de Arabia Saudí, anunció la compra de un 9,9% del capital de Telefónica, un 4,9% en acciones y un 5% en derivados.
La entrada del Estado
Con esta operación, cuyo importe ronda los 2.100 millones de euros, el grupo árabe pasó a ser el primer accionista de la teleco, rompiendo el statu quo de la compañía, al superar a BBVA y CaixaBank.
La segunda parte de la transacción, para pasar del 5% al 9,9%, debe ser aprobada por el Ministerio de Defensa, dado el carácter estratégico de Telefónica.
Casi en paralelo, y en este escenario de cambios, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) confirmó el pasado mes de diciembre la compra de un 10% de la operadora, convirtiéndose en primer accionista, lo que supone el retorno del Estado al capital de la compañía de telecomunicaciones, desde la privatización del año 1997.
Cambios en el consejo
En las últimas semanas, el Gobierno ha mostrado su objetivo de salvaguardar los intereses de la operadora, dado su carácter “estratégico”. Fuentes del sector coinciden en que la llegada de STC y SEPI provocará cambios en el propio consejo de administración de Telefónica, ante los que Blackrock se mantiene “expectante”.
STC puede llegar al 9,9% y contaría, al menos, con dos consejeros. La SEPI, al alcanzar el 10%, también se prevé que reclame dos asientos en el mayor órgano de gestión de la compañía de telecomunicaciones.
En este sentido, BBVA y CaixaBank cuentan cada uno con un representante en el consejo de administración. Ambas entidades financieras contaron históricamente con dos consejeros en Telefónica, hasta la reorganización realizada en diciembre de 2021.
El plante de Sánchez a Blackrock
Fuentes del sector de las gestoras de fondos, a las que ha tenido acceso Confidencial Digital, explican que Sánchez está encontrando dificultades para cerrar ese encuentro con el presidente de Blackrock, el mayor fondo de inversión del mundo.
Se recuerda ahora que, en contra de lo habitual, Pedro Sánchez se negó a recibir a Larry Fink en la visita que realizó a Madrid el pasado mes de abril. El jefe de Blackrock no pasó entonces por Moncloa, pese al interés que suele mostrar Sánchez en verse con él siempre que coinciden en algún punto del mundo. El último encuentro fue precisamente en la edición de Davos del año pasado.
Fuentes de Moncloa declinaron hacer comentarios, pero el episodio coincidía con el vapuleo recibido por Pedro Sánchez y su Gobierno en la junta de accionistas de Ferrovial en la que Blackrock y otros grandes fondos del mundo votaron a favor del traslado.
El fondo estadounidense dio por buenas las explicaciones del presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, sobre los “motivos económicos sobrados” para llevar la sede a Países Bajos y que el Ejecutivo de Sánchez consideraba “engañosas”.
La debilidad política de Sánchez
La agenda de Sánchez se antoja más empresarial que política en esta edición de Davos. Su equipo considera que el Foro Económico Mundial es un buen enclave para iniciar o continuar el diálogo con grandes empresas internacionales cuando hay grandes inversiones en juego.
Sin embargo, en esta ocasión, fuentes de la cúpula económica del Gobierno admiten en privado que la debilidad política con la que llega el jefe del Ejecutivo a Davos hace más difícil que cualquier presidente de multinacional o fondo soberano se crea que se van a cumplir sus promesas.
De hecho, Sánchez acude en esta frágil situación. Tras la votación de la semana pasada en el Parlamento, con uno de sus decretos-leyes tumbado -pese a estar ligado a los fondos europeos- y los otros salvados in extremis, se ha consolidado la incertidumbre política como el primer problema del momento para los directivos en la cuarta economía del euro.
La intervención de Pedro Sánchez en Davos no es la única por parte del Gobierno. Participará también el ministro de Exteriores, José Manuel Albares en una mesa sobre las perspectivas de futuro de Ucrania y el de Transformación Digital, José Luis Escrivá, en un debate sobre innovación.
Una agenda intensa en Davos
No se pasa por alto que Sánchez es el presidente español más asiduo al Foro de Davos y lo exprime habitualmente con una intensa agenda de contactos y reuniones.
Hace un año, el jefe del Ejecutivo se reunió con empresas del ámbito industrial: el presidente y CEO de Dow Chemical, Jim Fitterling; el CEO de Air Liquide, François Jackow; CEO de Arcelormittal, Aditya Mittal; y el CEO de la multinacional tecnológica Qualcomm, Cristiano Amon.
Pedro Sánchez se vio también justamente entonces con el CEO de Blackrock; y con Khaldoon Al Mubarak, el director del fondo soberano de Emiratos Árabes Mubadala, que tiene una posición destacada en España por ser el accionista de referencia de Cepsa y participar en el capital de Enagás.
También figuraron en la agenda de Sánchez el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Ilan Goldfajn, y la directora general de Oxfam, Gabriela Bucher. Se encontró asimismo con la firma china Envision Energy y la danesa Maersk.
