Sánchez exigirá a Puigdemont y Junqueras que se comprometan por escrito a no repetir una intentona separatista como el 1-O
Es la condición principal que el Gobierno va a incluir en el pacto para aprobar la ley de amnistía
- Compromiso por escrito
- No lo volverán a hacer
- Apaciguar al PSOE
- Puigdemont no ha volado los puentes
- El PSC se dispara en Cataluña
Pedro Sánchez tendrá tiempo hasta finales de noviembre para ser investido presidente del Gobierno si, como todo indica, Alberto Núñez Feijóo fracasa en su intento de recabar la confianza del Congreso. Mientras tanto, PSOE y ERC negocian ya fórmulas para posibilitar la amnistía de todos los implicados en el ‘procès’.
“El independentismo lo que pide es la amnistía, algo que, desde luego, este Gobierno no va a aceptar y que no entra en la legislación ni en la Constitución española”. Pedro Sánchez se expresaba con esta rotundidad en una entrevista en La Sexta en noviembre del año pasado. Algo que volvía a manifestar una firmeza similar respecto a posibles concesiones a sólo 72 horas de las elecciones generales del 23-J: “No han tenido la amnistía y no hay un referéndum de autodeterminación ni lo habrá”.
Dos meses después, en plenas negociaciones “discretas” para tratar de armar una mayoría que permita la reelección del presidente en funciones, el argumentario de La Moncloa y del PSOE ha cambiado.
La opción de mitigar la carga penal de los implicados en el ‘procés’ ya no es una línea roja y el mensaje oficial es que se están evaluando “fórmulas” para que pueda tener encaje dentro de los límites de la Carta Magna, aunque de momento sí se sigue rechazando de plano todo lo que tenga que ver con una consulta de independencia en Cataluña.
Compromiso por escrito
Tras el giro de 180 grados en una postura política que se había mantenido durante cinco años, fuentes del Gobierno explican a Confidencial Digital que Pedro Sánchez tiene decidido ahora exigir a Carles Puigdemont y Oriol Junqueras, como principales caras visibles del independentismo, que se comprometan por escrito a no repetir una intentona separatista como el 1-O.
Es decir, aquellos que quieran beneficiarse de la amnistía o la fórmula asimilable que se acabe diseñando tendrán que renunciar a la vía unilateral.
Según las mismas fuentes, va a ser una de las condiciones principales que Moncloa va a incluir en el pacto para aprobar la ley de amnistía que exigen los líderes de Junts y ERC, a cambio del apoyo de los socios nacionalistas y separatistas a la investidura del líder del PSOE.
No lo volverán a hacer
Se pretende que rechacen explícitamente repetir un nuevo alzamiento público y tumultuario, como el que tuvo lugar en Cataluña en 2017, que fue contenido por la actuación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Se buscará un reconocimiento expreso de que “no lo volverán a hacer”, en alusión al “ho tornarem a fer” que propugna el sector más radical del secesionismo.
En el entorno de Pedro Sánchez recuerdan ahora positivamente como el líder de ERC, Oriol Junqueras, fue el único de los dirigentes independentistas indultados en junio de 2021 que, tras salir de la cárcel, defendió “volver a trabajar desde la política”, para conseguir, eso sí, “cumplir el sueño de una república catalana”.
Apaciguar al PSOE
En Moncloa se defiende firmemente, como argumento sólido para defender la amnistía a los líderes del ‘procès’ ante la opinión pública, la conveniencia de que los potenciales amnistiados muestren su firme voluntad de no volver a cometer los hechos por los que fueron condenados.
Una línea que también secundan otros dirigentes socialistas, que entienden que debe haber un compromiso explícito en este sentido y recuerdan que cada vez hay menos líderes independentistas que sigan manteniendo este discurso públicamente.
Puigdemont no ha volado los puentes
Valoran también que Puigdemont no haya apostado por volar los puentes y siga manteniendo una “vía abierta al diálogo”. Aprecian un cambio de actitud en Junts y esto hace que cunda el optimismo sobre las posibilidades de que la investidura acabe fructificando.
Otro paso en la buena dirección es, según las fuentes de la dirección socialista, la reforma exprés del reglamento para que el uso de las lenguas cooficiales ya sea viable en la investidura de Feijóo, un acuerdo respaldado por la aritmética parlamentaria que necesitará Sánchez en la suya. Los de Puigdemont no firmaron la iniciativa, pero han garantizado sus votos para que salga adelante.
El PSC se dispara en Cataluña
En el PSOE destacan que las elecciones generales del 23 de julio dejaron un mensaje en claro en Cataluña a favor de la “convivencia, del diálogo y del camino abierto en contra de la división”. “Fueron resultados nítidos y claros. La ciudadanía se expresó de forma inequívoca. Los números lo avalan”, defienden los socialistas catalanes.
Por primera vez desde 2008, el PSC ganó los comicios, con el 34,5% de los votos y 1,2 millones de sufragios. El resultado fue histórico, porque aporta al conjunto del socialismo español 19 escaños y aumenta en tres el diferencial con el PP: si era de 10 ahora pasa a ser de 13, y en 700.000 votos.
Los socialistas catalanes siempre han denostado el bloqueo que propugna Junts, y han reivindicado que, dentro de los márgenes del Estado de Derecho, han avanzado en el diálogo con decisiones que han mejorado la situación en Cataluña, en alusión a los indultos.
Hay que recordar que el PSC ha firmado pactos con Junts en ayuntamientos y diputaciones tras las elecciones municipales.
