Sánchez teme que Koldo se convierta en “otro Correa” y tire de la manta contra el PSOE

Le preocupa que para defenderse involucre a más cargos socialistas y del Gobierno como ocurrió en el PP con el caso Gürtel. No descarta que Ábalos le empuje a poner en marcha el ventilador

El exministro de Transportes y diputado del PSOE José Luis Ábalos durante una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados, a 22 de febrero de 2024, en Madrid.
El exministro de Transportes y diputado del PSOE José Luis Ábalos durante una sesión plenaria, en el Congreso de los Diputados, a 22 de febrero de 2024, en Madrid.

El PSOE ha roto definitivamente con José Luis Ábalos. Sometido a una presión enorme del partido, que le exige entregar su acta de diputado, el ex ministro ha hecho un primer movimiento: ha renunciado a la presidencia de la Comisión de Interior, pero se resiste a dejar el escaño. El pulso de Ábalos ha hecho saltar las alarmas de Pedro Sánchez.

De momento, el ex ministro de Transportes sigue siendo diputado, aunque fuentes de su entorno dejan abierta la decisión sobre este asunto. El PSOE le exigió formalmente este lunes que deje el acta en menos de 24 horas.

La Comisión Ejecutiva Federal socialista decidió por unanimidad pedir al exsecretario de Organización del PSOE que renuncie a su condición de parlamentario, después de que se haya resistido a dar el paso por sí mismo tras varias conversaciones mantenidas durante el fin de semana con él, sobre todo después de conocerse las primeras informaciones que lo implicarían directamente en el caso por el que ha sido detenido Koldo García Izaguirre, quien fuera su mano derecha cuando era ministro de Transportes.

Durante todo el fin de semana, y conforme se fueron conociendo algunos detalles del caso gracias al auto del juez, desde la cúpula del PSOE -primero María Jesús Montero y después el propio Pedro Sánchez-, lanzaron públicamente todo tipo de mensajes que enseñaban de manera implícita la puerta de salida a Ábalos.

Fuentes de Ferraz explican que la decisión de la Ejecutiva no está pactada con José Luis Ábalos, pero la dirección confía en que el exministro reflexione en estas horas y entregue el acta antes de este miércoles, cuando se celebrará la sesión de control, en la que el propio Sánchez tendrá que contestar a Alberto Núñez Feijóo sobre este asunto.

Una salida no pactada

Según ha podido saber Confidencial Digital por fuentes de la dirección del PSOE, Ábalos se ha resistido durante esas conversaciones a dejar el acta de diputado, por lo que la Comisión Ejecutiva Federal socialista ha tomado el acuerdo de pedírsela formalmente sin un pacto previo con el exministro, que ha insistido en su convicción de no dimitir.

Responde que él “no está acusado de nada” y por tanto entiende que no debe dejar el acta, pero a la vez también había declarado hace unos días que discutiría esta cuestión con su partido y no cerró la puerta por completo a la idea de abandonar el Congreso.

Tirar de la manta contra el PSOE

Ante lo infructuoso de la estrategia para que renunciara de forma voluntaria al acta, finalmente este lunes se dio el paso de reclamársela y con plazo temporal para evitar que el miércoles vuelva a sentarse en la bancada socialista.

Según admiten a ECD fuentes con acceso a La Moncloa, Pedro Sánchez teme que Koldo García, el cabecilla de la presunta trama de cobro de comisiones millonarias por la adjudicación de contratos para la compra de mascarillas durante la pandemia, se convierta en “otro Correa” y tire de la manta ahora contra el PSOE.

 

Le preocupa que para defenderse involucre a más cargos socialistas como ocurrió hace unos años en el PP con el caso Gürtel. Como ya pasó entonces, recuerdan en el equipo del presidente, el Gobierno de Sánchez ha quedado ahora en manos de presuntos delincuentes sin escrúpulos, como en su día Mariano Rajoy también con Luis Bárcenas, que mirarán por su propio interés conforme se vayan viendo acorralados por la investigación judicial.

Como ya es conocido, Koldo García, pasó de portero de puticlub a consejero de Renfe y hombre para todo del ministro Ábalos, al que, por ejemplo, llevó a Barajas la noche del ‘Delcygate’.

Que Koldo se convierta en “otro Correa”

La corrupción le ha estallado a Sánchez en su momento de mayor debilidad política, con la legislatura en la encrucijada y tras el varapalo electoral de Galicia, que evidencia la solidez institucional del PP y el precio de la estrategia de poder del presidente, que está dejando en las raspas la estructura territorial y el capital humano del partido.

En el equipo del presidente recuerdan ahora con inquietud el día en que fue detenido Francisco Correa, en febrero de 2009. Reconocen que cualquiera podía intuir ya en ese momento el contexto turbio y su vínculo con las altísimas esferas del PP. Y esa misma sensación se extiende ahora en La Moncloa y Ferraz.

Involucrar a más cargos socialistas

No pasan por alto que el escándalo afecta ya a un ex ministro, ex secretario de organización del PSOE y ex hombre de confianza de Sánchez: José Luis Ábalos. También a un ministro en ejercicio, Ángel Víctor Torres (Política Territorial), que, como presidente de Canarias adjudicó 12,2 millones a la empresa de las mordidas.

Alcanza incluso a la presidenta del Congreso y tercera autoridad del Estado, Francina Armengol, quien, siendo presidenta de Baleares, pagó 10 millones por cinco contratos a dedo. Además, fue estafada y pagó 3,7 millones por mascarillas inservibles que sólo reclamó cuando fue desalojada del poder.

Y hasta se ha tomado declaración al número dos de Fernando Grande-Marlaska, quien ya se ha apresurado a echarle el muerto a Ábalos.

Empujado por el propio Ábalos

Las fuentes de la dirección del PSOE consultadas aseguran que Sánchez tampoco descarta que el propio ex ministro de Transportes “empuje a Koldo a poner en marcha el ventilador”, a la vista de la ruptura total que se está visibilizando estos días entre Ábalos y el partido. “José Luis está dispuesto a morir matando”, coinciden en su entorno.

La ‘número dos’, María Jesús Montero, le empujó a abandonar el Congreso, y el ex ministro le respondió, en La Sexta, que “quienes presionan para que dimita, llevan a sus espaldas hechos más graves”. Una respuesta que se ha interpretado como una referencia al caso de los EREs de Andalucía.

Una reacción airada que ha desatado la convicción en Moncloa de que Ábalos también está dispuesto a tirar de la manta contra el PSOE junto a su ‘amigo’ Koldo. Sobre todo, si corre riesgo de acabar en la cárcel. No se pasa por alto que han aparecido en la prensa algunos testimonios que afirman claramente que era el ex ministro quien “daba las órdenes”.

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