El colectivo de presos de ETA agoniza
Las directrices del EPPK ya no son escuchadas.
Los presos de ETA están más divididos que nunca. El EPPK, colectivo que siempre ha fijado la estrategia de los terroristas encarcelados, no consigue ahora que sus consignas sean escuchadas, porque cada uno “va a lo suyo”. Arnaldo Otegi, por su parte, es considerado un “traidor” por mirar solo por su futuro.
Según explican a El Confidencial Digital técnicos de Instituciones Penitenciarias, los presos de ETA afrontan las próximas elecciones generales con muchas dudas sobre su futuro a corto plazo. Alguno ha manifestado que, desde hace casi dos años, no existe una estrategia en común del colectivo porque “no tenemos portavoces válidos”.
En ese sentido, las fuentes consultadas aseguran que la mayoría de los etarras internos ya no escucha al EPPK. El colectivo recomendó a los presos de ETA reconocer el “daño causado” para negociar con Prisiones una serie de beneficios penitenciarios primero y, una vez firmada esa declaración, la libertad.
Esta consigna, sin embargo, solo la ha seguido una “pequeña parte” de los más de 350 presos de ETA que permanecen en las cárceles españolas: “Algunos han manifestado en privado su predisposición a seguir esos pasos, pero otros han reconocido que no reconocerán sus delitos ni pedirán perdón por temor a las represalias”.
Por otra parte, explican los técnicos de Prisiones, existe todavía un sector “recalcitrante” que rechazan cualquier tipo de gesto e, incluso, apuestan por la vuelta a las armas. Estos etarras “odian al EPPK, mientras que el resto, simplemente, ya no les escucha”.
Otegi, acusado de “traidor”
Las fuentes consultadas por ECD afirman también que otro de los referentes de los presos de ETA y de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegi, ha perdido también poder de influencia dentro del colectivo. Incluso, añaden, “hay una fuerte corriente que ya le considera un traidor por mirar más a sus futuros intereses políticos”.
En ese sentido, añaden, gran parte de los etarras encarcelados culpan al ex de Batasuna de “desentenderse” de los presos porque “ve su salida segura en 2016 y quiere dar el salto a la política”, por lo que se está alejando de los discursos más afines a los etarras.
