Horas de tensión en un hangar del aeropuerto

“Un hombre me dijo que vio una bola de fuego y no sabe cómo se salvó”

Habla para ECD Jesús Martín Bermejo, un joven de 24 años que vivió el atentado de Bruselas. Su vuelo a Madrid era a la misma hora en la que se produjo la primera explosión

Fotos del hangar realizadas por Jesús Martín.
Fotos del hangar realizadas por Jesús Martín.

Su plan era pasar el fin de semana en Bruselas y volver a Madrid el pasado domingo, pero no ha sido posible. Lo impidió, primero, la huelga de controladores aéreos y después, ayer mismo, el atentado terrorista perpetrado por el Estado Islámico en el aeropuerto de la capital belga. Es la historia de Jesús Martín Bermejo, un joven que ha querido compartir su experiencia con ECD.

El día de ayer comenzó pronto para Jesús, que se desplazó a primera hora al aeropuerto para coger el vuelo de Iberia Madrid-Bruselas que salía a las ocho menos cinco. Justo a la misma hora en que se produjo la primera explosión junto al mostrador de American Airlines. Una explosión de la que él no fue consciente hasta mucho después:

--“Volvía a Madrid hoy porque me pilló la huelga de controladores aéreos de Francia. Y, justo antes de despegar, cuando el avión ya estaba en la pista de salida, el comandante nos dijo que se había cerrado el espacio aéreo”.

Después de esa comunicación, Jesús y el resto de pasajeros esperaron dentro de la aeronave durante dos horas, hasta que les informaron de lo que había ocurrido y les bajaron del avión para conducirles a un gran hangar donde se unieron con otros viajeros y con gente que venía de las terminales:

--“Nos metieron en una nave, que se fue llenando poco a poco. Al final, estaríamos allí mil personas, procedentes de los vuelos cancelados y de las terminales del aeropuerto”.

El testimonio de un superviviente

En el hangar se instaló un equipo médico, aunque no atendió a víctimas graves: “Se instalaron responsables de primeros auxilios. Los heridos más graves no fueron atendidos allí”.

Durante el tiempo que permaneció en la nave, Jesús pudo charlar con algunos de los viajeros que estaban en la terminal en el momento de las explosiones. El joven escuchó, en primera persona, el testimonio de un superviviente:

--“Un hombre me dijo que vio una bola de fuego y que no se acuerda de nada más. La primera imagen que recuerda después de eso es estar debajo de una mesa rodeado de humo, ver caer el techo, y no saber cómo se salvó”.

Estuvimos protegidos en todo momento”

Martín Bermejo explica que, pese a la situación que vivió, no tuvo sensación de miedo en ningún momento: “Desde que bajamos del avión estuvimos acompañados de policías y nos sentíamos protegidos”.

Esa protección se mantuvo en el hangar, donde permanecieron los viajeros ahí recluidos hasta aproximadamente las seis de la tarde: “Habían habilitado un campamento más cerca del aeropuerto en una especie de base militar, pero lo llenaron y empezaron a trasladar a la gente a Leuven”.

 

Las autoridades también ofrecían a los viajeros trasladarles de nuevo a la ciudad de Bruselas para que pasaran allí la noche. Y eso es lo que decidieron hacer Jesús y su amiga con la que viajaba: “Yo tengo un amigo que vive en Bruselas y estoy en su casa, pero se han llevado a casi todo el mundo a Leuven para que duerman allí y descansen”.

Una odisea de viaje

Jesús espera en casa de su amigo que las autoridades belgas vuelvan a reabrir el espacio aéreo y, de esa manera, poder regresar a Madrid y poner fin a un viaje que ha sido una auténtica odisea. Como anécdota, el joven de 24 años recuerda que ya, en la ida, tuvieron problemas:

--“Tuvimos un retraso de cuatro horas y media porque había niebla en Bruselas y el avión no podía aterrizar. Al final, aterrizamos en Frankfurt y tuvimos que esperar allí”.

El viaje de ida, como el de la vuelta, lo contrató con Ryanair. El domingo, cuando se confirmó que el avión de regreso no volaba por la huelga de controladores en Francia, Jesús durmió en un hotel, que la compañía irlandesa se ha comprometido a pagar. La noche del lunes ya la pasó en casa de su amigo.

Compró el billete de vuelta para el martes con Iberia porque “con Ryanair no podía regresar hasta el viernes”. Ahora, después de los atentados, deberá adquirir un nuevo billete para regresar, por fin, a casa.

Vea, a continuación, dos fotografías tomadas por Jesús del hangar que albergó a mil pasajeros en el aeropuerto de Bruselas:

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