Los nuevos chalecos de la Policía serán resistentes a municiones de mayor nivel de perforación

La Dirección General destinará casi un millón de euros a adquirir 1.340 unidades con más blindaje balístico

Policías nacionales en el centro de Madrid.
Policías nacionales en el centro de Madrid.

Más chalecos antibala, y además más resistentes: la Dirección General de la Policía va a comprar próximamente más de un millar de estas prendas de protección para sus agentes, que tendrán un nivel mayor de blindaje.

Confidencial Digital ha podido consultar los detalles de un proceso de licitación pública abierto por la División Económica y Técnica de la Policía Nacional, en que tiene por objeto la “adquisición de un mínimo de 1.340 chalecos antibala, anticuchillo y antipunzón”.

Los chalecos externos se colocan por encima del uniforme, por lo que pueden ser compartidos entre varios agentes; a diferencia de los chalecos internos, que suelen ser personales ya que se llevan por debajo del uniforme, y por tanto están en contacto con la piel o el sudor del agente.

El presupuesto para esta compra asciende a 891.770 euros, y en principio se computará al crédito presupuestario para 2020 de la Dirección General de Policía. También será en 2020 cuando estos nuevos chalecos lleguen a las unidades a las que van destinados.

Mayor nivel de protección

La última adquisición de chalecos externos se produjo en 2017. ECD ha podido comprobar que en la documentación del nuevo proceso de compra, que se efectuará en 2020, se indica que los chalecos serán más resistentes.

“Se participa que el nivel de protección del chaleco externo a adquirir es mayor al nivel de protección de los chalecos que se venían adquiriendo”, indica el Servicio de Armamento y Equipamiento Policial de la División Económica y Técnica.

Eso se traduce en que se va a aumentar la protección balística de los nuevos chalecos respecto a los actuales, “al exigirse protección frente a municiones de mayor poder de perforación que las contempladas en la normativa específica, así como incrementar la energía de los impactos de la protección anticuchillo y antipunzón, según se contempla en los correspondientes PPTs”.

Protegerán frente a más municiones

ECD ha comparado los requisitos de nivel de protección que establecen los pliegos de prescripciones técnicas de la nueva licitación de suministro de chalecos antibala externos, y la misma documentación pero de la compra de 2017.

Se mantienen igual algunos requisitos, principalmente dos: tendrán que tener protección frente a municiones de “Calibre .357 Mágnum, bala semiblindada punta de plomo (SJSP), con un peso nominal de 10,2 gramos y velocidad inicial de 385 ± 15 m/s, y de “Calibre 9mm. Parabellum, bala blindada con envuelta de bimetal, de 8 gramos de peso nominal y velocidad inicial de 405 ± 10 m/s”.

 

Pero se añaden unos requisitos nuevos. Los próximos 1.340 chalecos antibala externos para la Policía Nacional tendrán también que detener balas de “calibre 9mm Parabellum, punta EMB velocidad inicial de 455±10m/s”, y del “calibre 9mm Parabellum, FMJ 100grs P Self. Velocidad inicial 425±10m/s”.

La bala EMB (Expansive Mono Block) es una munición que no sólo penetra con gran intensidad en el objetivo, sino que además de atravesarlo se expande en él; es decir, además de perforante es expansiva, y tiene gran capacidad de parada.

En cuanto a las balas FMJ (Full Metal Jacket), el núcleo blando de plomo se encuentra encamisado en una ojiva de metal más duro, como el acero. Tiene mayor velocidad de salida, y al impactar se deforma menos, tiene mayor capacidad de perforación y al mismo tiempo menos efecto parada.

Cuchilladas más fuertes

La Policía también quiere que los agentes estén más protegidos frente a cuchilladas, un peligro que proviene tanto de la actividad habitual de persecuciones y trato con delincuentes con armas blancas, como de posibles ataques terroristas: no hay que olvidar que un hombre armado con un cuchillo trató de acuchillar a una mossa d’Esquadra en una comisaría de Cornellà de Llobregat (Barcelona) en agosto de 2018.

En este sentido, los nuevos chalecos que se van a adquirir tendrán mayor protección anticuchilladas y antipunzón. Habrán de ser resistentes a una “cuchilla S1/G según Norma NIJ 0115.00 y con una energía de impacto de 33 julios”, y a un “punzón según diseño especificado en Norma HOSDB (2007) PARTE 3, con energía de impacto de 33 julios, según método de ensayo establecido en Norma HOSDB 2017”.

Son los mismos requisitos que en 2017, con una diferencia fundamental: para entonces se buscaba que los chalecos resistieran a una cuchillada con una energía de 24 julios; ahora, se eleva a 33, es decir, protegerán a los policías nacionales frente a impactos de hojas afiladas y de punzones con mayor fuerza.

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