Los estudiantes de enfermería que trabajaron sin titulación durante la pandemia sobreviven con turnos dobles, sueldos precarios y secuelas psicológicas

Los meses trabajados bajo el contrato de auxilio sanitario no puntúan en la bolsa de empleo ni se tienen en consideración durante las entrevistas laborales

Los estudiantes de enfermería que trabajaron sin titulación durante la pandemia sobreviven con turnos dobles, sueldos precarios y secuelas psicológicas.
Los estudiantes de enfermería que trabajaron sin titulación durante la pandemia sobreviven con turnos dobles, sueldos precarios y secuelas psicológicas.
  1. Los contratos que firmaron tras el auxilio sanitario
  2. Su día a día tres años después
  3. Las secuelas que ha dejado la vocación
  4. Riesgos a los que se expusieron
  5. La presión social de los que no aceptaron el contrato
  6. Sin aprendizajes ni agradecimientos
Los estudiantes de enfermería que trabajaron sin titulación durante la pandemia sobreviven con turnos dobles, sueldos precarios y secuelas psicológicas.
Los estudiantes de enfermería que trabajaron sin titulación durante la pandemia sobreviven con turnos dobles, sueldos precarios y secuelas psicológicas.

El 15 de marzo de 2020, un día después de la declaración del estado de alarma, se publicó en el Boletín Oficial del Estado la Orden SND/232/2020, de 15 de marzo, por la que se adoptan medidas en materia de recursos humanos y medios para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19.

Esta permitía a las autoridades sanitarias de cada comunidad autónoma suscribir contratos laborales de auxilio sanitario, con una duración determinada, a los estudiantes de enfermería y medicina que estuvieran cursando su último año de formación.

En el caso de los del grado de enfermería, hacía referencia a todos aquellos que estuvieran en cuarto curso.

La normativa decía expresamente que los trabajadores contratados por auxilio sanitario iban a desarrollar la actividad en calidad de apoyo y siempre bajo la supervisión de un profesional sanitario.

Sin embargo, todos los testimonios que han compartido diversas enfermeras con Confidencial Digital aseguran que trabajaron como un colegiado de enfermería más, sin ningún tipo de supervisión y teniendo pacientes a su cargo.

Los contratos de auxilio sanitario tuvieron una duración de tres meses, de marzo a junio, coincidiendo con los meses más críticos de la pandemia.

Una vez entrado junio, presentaron el Trabajo Final de Grado (TFG), recibieron la titulación y ya sí pudieron colegiarse y empezar a trabajar bajo el contrato de enfermera que les correspondía.

Los contratos que firmaron tras el auxilio sanitario

Cuando estos estudiantes finalmente se titularon, continuaron ejerciendo tal y como lo llevaban haciendo los tres meses anteriores, pero ahora con un sueldo y contrato de enfermera.

Paula, enfermera que trabajó de marzo a junio sin titulación, cuenta a Confidencial Digital que entre junio de 2020 y marzo de 2022 estuvo trabajando en la sanidad pública con contratos temporales de seis meses.

 

Ella apunta que la pandemia sí le ha beneficiado en el ámbito laboral. “Hacía tiempo que no se veía que una enfermera recién titulada empalmara dos años seguidos trabajando. En la bolsa de empleo hemos ascendido al nivel de gente que lleva seis años titulada”, explica.

Sin embargo, Andrea, enfermera que comenzó a trabajar en la pública a finales de marzo de 2020, a pesar de que también trabajó durante esos dos años no está tan agradecida.

Cuando ya no nos necesitaban nos mandaron a la calle. Los meses que trabajamos sin titulación no puntúan para la bolsa de empleo, y en las entrevistas de trabajo nadie te lo pregunta”, subraya.

En los hospitales privados la cosa cambia, diferencia Antonio, enfermero que trabajó como auxilio sanitario en uno de ellos. A él le contrataron sin fecha límite para la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), es decir, hasta que la situación se mejorase.

Una vez que la situación se relajó, mientras que en la sanidad pública empezaron a despedir a la gente, a él le reubicaron en una planta con un contrato de tres meses prorrogables.

La oferta de trabajo en estos hospitales es muchísimo mayor. Yo si hubiera querido podría haber seguido trabajando hasta ahora, pero la puntuación que recibes para la bolsa de empleo pública es mucho menor”, cuenta.

Su día a día tres años después

Todos los ya titulados como enfermeros con los que se ha puesto en contacto Confidencial Digital coinciden en una misma cuestión. La precariedad laboral que sufren en estos momentos.

Trabajar en varios hospitales a la vez, doblar turnos, es decir, estar de mañana y de tarde en el mismo día, trabajar dos días al mes o cubrir horas sueltas son las condiciones que tienen ahora la mayoría de las enfermeras que estuvieron al pie del cañón trabajando sin titulación durante los peores meses de la pandemia.

Ellas admiten que, para conseguir un sueldo decente a final de mes y que te sigan llamando para futuras vacantes, tienes que trabajar en lo que te ofrezcan.

“Aunque sean contratos de un día tienes que ir. Si los rechazas te penalizan y ya no te llaman en un año”, explica Paula.

Un ejemplo de ello es el de Marina. Ella no estuvo trabajando bajo el contrato de auxilio sanitario, pero en cuanto consiguió la titulación se incorporó.

“He trabajado esta noche y luego lo he empalmado con el turno de mañana. Por la tarde me he dedicado a dormir, porque entro ahora otra vez al turno de noche”, cuenta a Confidencial Digital de camino al hospital.

Las secuelas que ha dejado la vocación

Los daños psicológicos son la principal secuela que ha dejado la pandemia en los sanitarios.

Concretamente, entre los estudiantes y recién titulados en enfermería que trabajaron en las urgencias y en las UCIs durante los peores meses de la pandemia, estas secuelas fueron mayores.

“Durante mis prácticas yo no vi morirse a nadie, pero en la pandemia sí, y bastantes. Impacta y mucho”, cuenta Antonio.

Andrea admite que durante esos meses su mente no desconectó ni un minuto del trabajo, pero que ahora sufre de ansiedad. “Yo no era consciente de lo que estaba viviendo, no había tiempo para pararte a pensar”, puntualiza.

Los psicológicos explican que los daños psicológicos surgen cuando el problema ya ha pasado, el cuerpo se relaja y empieza a similar la situación extrema.

“Sí que conozco a gente que sufrió un shock postraumático. Incluso alguna de estas personas sigue de baja aún desde aquel momento”, añade Paula.

Por su parte, ella nota que se ha vuelto un poco más introvertida y distante con la gente, “hay ciertas actitudes cariñosas que no las tienes como antes”. Sobre todo, ella destaca el sentimiento de vacío al haberse olvidado todo.

Marina considera que la situación de guerra que vivieron mucho de sus compañeros de clase les ha cambiado la forma de tratar al paciente.

Veo mucha desidia entre compañeros que tenían mucha ilusión por trabajar. Pasotismo a la hora de trabajar, las formas de tratar a los pacientes…me da muchísima pena”, señala.   

Riesgos a los que se expusieron

Al trabajar bajo el contrato de auxilio sanitario, y sin la titulación correspondiente, los estudiantes no podían tener a ningún paciente a cargo y cualquier paso que dieran debía estar supervisado por un superior.

Estas condiciones se incumplieron desde el primer momento, aseguran los profesionales.

Echando la vista atrás, Paula admite que aprendió mucho durante esos meses, pero que también vivieron mucho miedo.

“Los estudiantes sin titulación trabajábamos con el doble de cuidado que los colegiados. Primero, porque tener pacientes a nuestro cargo no estaba dentro de nuestras funciones. Segundo, porque cualquier fallo que tuviéramos tendría muchas más consecuencias que la que podía sufrir una enfermera colegiada”, explica Paula.

Cuando una enfermera ejerce debe colegiarse en el Colegio Oficial de Enfermería de la comunidad autónoma en la que vaya a trabajar. Ante una posible negligencia, este trámite cubre a efectos legales, es decir, ante cualquier fallo laboral estás respaldado con un abogado.

Nosotras no teníamos ningún tipo de respaldo, pero como estábamos en una situación como la de una guerra nadie se paraba a pensarlo”, cuenta Andrea.

La presión social de los que no aceptaron el contrato

A pesar de que Antonio sí que trabajó bajo el contrato de auxilio sanitario, él ha destacado a Confidencial Digital la presión social que sufrieron los estudiantes que no quisieron aceptar dichos contratos.

“Recibían quejas tanto de gente sanitaria como de no sanitarios. Con lo que está pasando y tú prefieres quedarte en casa…eso lo he oído yo”, asegura Antonio.

De hecho, también cuenta que muchas de esas personas tuvieron una presión tan grande que decidieron ponerse a trabajar y tuvieron que dejarlo a los dos días porque no lo aguantaron.

Si no te ves preparado, lo mejor es dar un paso atrás. Ya llegará el momento en el que puedas ayudar”, añade el enfermero.

Una de estas personas es Marina. Ella cuando comenzaron a salir los primeros casos de Covid-19 en España estaba haciendo prácticas en pediatría. De la noche a la mañana cancelaron las prácticas y activaron los contratos de auxilio sanitario.

A pesar de sus ansias por trabajar, los problemas personales que tenía no le dejaron hacerlo.

“Mis compañeros de las prácticas, familiares y profesores que conocían mi situación me dijeron que no tuviese prisa por trabajar, que no iba a aguantar esa situación de guerra”, cuenta Marina.

Ella admite que en esos momentos lo pasó muy mal. “Me sentía muy mal por no estar ayudando a mis compañeros”, explica.

Aunque, viéndolo con perspectiva, ahora agradece no haber aceptado ese contrato. “Considero que cuando sales de la carrera hay que ir aprendiendo poco a poco, pero es que eso fue a matacaballo. Al final se te quedan más secuelas que el propio aprendizaje.”, concluye la enfermera.

Sin embargo, las enfermeras con las que ha hablado Confidencial Digital aseguran que a pesar del miedo que pasaron lo volverían a hacer sin pensárselo dos veces, sobre todo por sus compañeros.

Sin aprendizajes ni agradecimientos

Hasta la fecha, nadie ha agradecido el esfuerzo y la implicación que tuvieron los estudiantes que trabajaron en primera línea durante la pandemia.

“No hemos recibido ningún agradecimiento, ni del gobierno ni de las universidades, por el esfuerzo que hicimos como alumnas. Realmente lo hicimos por ayudar a nuestros compañeros y a la población en general”, puntualiza Paula.

La mayor frustración que reflejan todas ellas no es tanto esta falta de agradecimiento, sino el percibir que nada ha cambiado y que todo sigue igual que antes de la pandemia.

Pensaba que íbamos a salir más fuertes de esto. Los aplausos, el cariño y el respeto a los sanitarios…todo se ha olvidado”, refleja Paula.

“Se cierran camas, los pacientes se acumulan en urgencias, quitan personal…y te preguntas, ¿para qué ha servido todo esto?”, concluye Andrea.

Los estudiantes de enfermería que trabajaron sin titulación durante la pandemia sobreviven con turnos dobles, sueldos precarios y secuelas psicológicas.
Los estudiantes de enfermería que trabajaron sin titulación durante la pandemia sobreviven con turnos dobles, sueldos precarios y secuelas psicológicas.

Video del día

Detenida en Madrid una kamikaze borracha y
con un kilo de cocaína en el maletero
Comentarios
Envíanos tus noticias
Si conoces o tienes alguna pista en relación con una noticia, no dudes en hacérnosla llegar a través de cualquiera de las siguientes vías. Si así lo desea, tu identidad permanecerá en el anonimato