El turismo se dispara en Lanzarote coincidiendo con la estancia de Pedro Sánchez en La Mareta

No solo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha decidido pasar sus vacaciones en Lanzarote. La isla canaria ha superado las previsiones turísticas este verano, con hoteles al 70% de ocupación, coches de alquiler agotados y taxis desbordados. Una situación que, según las fuentes consultadas, es extensible al resto del archipiélago canario en mayor o menor medida gracias al turismo nacional e insular.  

El pasado 4 de agosto, Pedro Sánchez puso rumbo al palacio de La Mareta junto a su mujer Begoña Gómez y sus dos hijas. Este destino parece haberse convertido en el destino estival predilecto de la familia. Aunque estaba previsto que se trasladaran a mitad de agosto a Las Marismillas, en Doñana, lo cierto es que el presidente decidió prolongar su estancia en Canarias hasta este viernes 20, cuando regresó a La Moncloa.

Pocos detalles han trascendido sobre la estancia privada de la familia del líder del Ejecutivo en este palacio, regalo del rey Hussein I de Jordania a Juan Carlos I en 1989, ubicado al borde del mar y rodeado de jardines de arena volcánica. Las fuentes consultadas del sector turístico no creen que las vacaciones de Sánchez influyan en gran medida en la elección de los veraneantes, pero agradecen en cualquier caso la publicidad que el presidente hace al pasar allí sus días de descanso: “Es verdad que cuando viene a Lanzarote no se va a Ibiza como van otros famosos, pero no creo que éste sea un factor de decisión clave”, explica Oscar Pubill, director del Princesa Yaiza Suite Resort de la isla. 

Este hotel de cinco estrellas ha permanecido cerrado los meses de julio y agosto porque este año no quisieron repetir los errores del verano de 2020, cuando estuvieron abiertos y no llenaron. “El año pasado veníamos de una situación donde creíamos que realmente no iba a afectar. Cuando abrimos teníamos unas previsiones muy aceptables, pero el gobierno británico cerró fronteras. Este año decidimos no abrir por esa palabra maldita que ahora mismo nos ataca que es la incertidumbre”, explica. El director aclara que un hotel de estas características, con 12 puntos de venta de comida o 6 zonas de piscinas, no se puede abrir a medio gas: “tenemos unas dimensiones enormes y cuando tú al cliente del Princesa Yaiza, que es un cliente muy fiel, no le das lo esperado, la satisfacción de los huéspedes decrece”. 

Sin embargo, han decidido volver a recibir huéspedes a pleno rendimiento a partir del 12 de septiembre, con unas previsiones “muy buenas” para la segunda quincena de ese mes. Lo cierto es que el verano está yendo mejor de lo que algunos agentes turísticos vaticinaban y, aunque desde la Consejería de Turismo de Canarias indican a Confidencial Digital que hay que ser “muy prudentes” por la evolución de la pandemia, algunos hoteleros celebran los datos positivos. 

“Abrimos con unas expectativas bastante temerosas porque no sabíamos cómo iban a reaccionar los mercados. En julio la ocupación fue del 40% y en el mes de agosto está por encima del 70%, superando ampliamente nuestras expectativas”, indica Íñigo Martínez, director del Hotel Fariones en Lanzarote. En este recinto de cinco estrellas calculan que en estos momentos el 80% del cliente es nacional e insular. “La respuesta del mercado nacional ha estado por encima de las previsiones con una demanda muy muy amplia”, señala Martínez. 

El mercado nacional e insular

Los turistas que llegan a las Islas Canarias han sido mayoritariamente los propios canarios y muchos huéspedes peninsulares. Tradicionalmente, en verano se ha registrado un repunte del turismo nacional en el archipiélago, pero este año muchos veraneantes que se iban al extranjero han cambiado su destino por las playas canarias. “Durante el mes de agosto el mercado nacional sí era importante, pero con la antelación que reservaba el mercado internacional siempre llegaba antes”, subraya el director de Fariones. 

El propio Gobierno de Canarias ha apostado por que la población local se mueva entre las propias islas, con incentivos como el bono canario: un acuerdo con el sector para reprogramar los 80 millones de euros que el Ejecutivo autonómico se había comprometido a abonar para sufragar impuestos. De esta manera, entre otras ayudas, el Gobierno regional otorgó a 50.000 ciudadanos una tarjeta con la que gastar 200 euros en sus vacaciones en Canarias. 

No existen todavía datos oficiales del mes de julio ni de agosto, pero la última cifra actualizada registra la llegada de 1.146.018 pasajeros extranjeros y peninsulares a Canarias en junio. Las dos islas mayores, Tenerife y Gran Canaria, recibieron el mayor número de ellos: 412.794 y 335.826, respectivamente (con los canarios incluidos también en este dato). La tercera en el ranking por número de llegadas fue, precisamente, Lanzarote con 181.493 pasajeros, seguida de cerca por Fuerteventura con 165.964. 

Turistas internacionales

Algunos complejos turísticos tienen esperanza en el futuro. “A día de hoy los datos permiten ser optimistas y creer que la recuperación se consolida”, aseguran desde el hotel Fariones. Pero nadie olvida la vital pieza que el turista internacional supone para Canarias. Esa será la clave.

“Esto es un carrusel de decisiones y emociones en base a los semáforos de los países emisores… especialmente, Gran Bretaña. Y eso hace que el mercado esté cambiando continuamente. El mercado nacional es nuestro aliado y esto ha aliviado el problema, pero no lo ha resuelto”, explica Alberto Bernabé, asesor turístico de la consultora PwC y exconsejero de Turismo de Canarias. 

Tradicionalmente el turismo de Lanzarote y Tenerife lo copan los ingleses, mientras que en Fuerteventura los alemanes son el punto fuerte. “Esto antes tenía su conversión en reservas, pero ahora todo ha cambiado: antes las reservas sabías que cumplían, ahora la gente reserva y ya veremos si vienen o no”, argumenta Bernabé. 

No hay coches en la isla

De hecho, esta avalancha de turismo nacional ha provocado cambios de tendencias en la movilidad. En Lanzarote se han acabado los coches de alquiler disponibles. Las empresas no tienen más ‘stock’ y los taxis no dan abasto. 

En un primer momento este problema tuvo su raíz en la venta de las flotas de coches que se produjo durante el estado de alarma. “Cuando empezó el confinamiento paramos 15.000 vehículos de toda Canarias. Empezamos a hacer una campaña de desflote y nos quitamos el 30% del total. Pero ya estamos otra vez en los mismos números”, explica Javier Martín, responsable de marketing de la empresa de alquiler de vehículos Cabrera Medina. 

Según sus datos, el turista nacional es siempre el que más coches suele alquilar y, además, el coronavirus ha provocado que los turistas ya no quieran moverse en transporte público o en excursiones organizadas para mantener las distancias sociales. “El sector del taxi está totalmente saturado. Ahora es bastante complicado reservar un taxi, cuando antes no era lo habitual. En el sector del alquiler de coches, llevamos un mes con listas de espera y no hay vehículos disponibles”, explica el director del hotel Fariones. 

De hecho, se está produciendo un fenómeno singular, nunca visto. Los lanzaroteños están alquilando a turistas sus vehículos particulares, según explican algunas fuentes. Es otra forma de ganar dinero, aprovechando la gran demanda y la limitada oferta de los ‘rent a car’ tradicionales.

Futuro del turismo y expectativas

Los datos oficiales hasta junio muestran un 39% menos de pasajeros totales a Canarias con respecto a 2019, el último año sin Covid. Pero desde la Consejería de Turismo del Ejecutivo regional explican a este digital que las previsiones situaban en torno al 40-50% de recuperación las previsiones, aunque indican que aún es pronto para evaluar si se ha cumplido o no. 

“Recuperar los números de 2019 es ciertamente utópico porque por el camino se han quedado las aerolíneas. La conectividad está tocada, es un momento muy delicado”, explica Bernabé. “Han sido dos años negativos, pero el 2019 fue un año extraordinariamente positivo, por lo que comparar los dos extremos es engañoso”. 

Conocer cómo van a ser las tendencias turísticas en el futuro es una previsión imposible. En los últimos años las islas habían conseguido estabilizar un poco la curva que siempre era mayor en invierno, y habían logrado impulsar la temporada media-alta todo el año. Pero algunos expertos ven un regreso a la temporada alta invernal. “Yo creo que será progresivo y, probablemente, Canarias volverá durante un tiempo al pico del invierno porque hay menos competencia. Después, en verano bajará, por la guerra de precios de otros lugares más competitivos”, expone Bernabé.