Javier Fumero

La fase “sujétame el cubata” de Pablo Iglesias

Irene Montero, ministra de Igualdad, y Pablo Iglesias, exvicepresidente de del Gobierno, en el Congreso de los Diputados.
Irene Montero y Pablo Iglesias

Le robo la expresión a un periodista afincado en Galicia que la acaba de lanzar por Twitter: “Pablo Iglesias está en la fase ‘sujétame el cubata’”. Me parece muy oportuna. Porque sinceramente, lo del vicepresidente segundo del Gobierno es muy sorprendente. Qué manera de quemar las naves, de pisar charcos y provocar tempestades.

A mi modo de ver, todo obedece al vértigo que sufre Unidas Podemos. No hay otra razón para esta estrategia de quemarse a lo bonzo. El partido morado está al borde del derrumbe en toda España: a corto plazo, en Cataluña; a medio plazo, en Andalucía. Por lo tanto, recurre a maniobras a la desesperada que buscan lanzar mensajes de autenticidad y pureza izquierdista, cueste lo que cueste.

Pablo Iglesias sabe perfectamente que su maniobra cosecha tantos adeptos como espanta a moderados de izquierdas que le apoyaban por rechazo a Pedro Sánchez. Estas salidas de pata de banco lo dejan como un irresponsable, un populista, un charlatán poco fiable. Él lo sabe pero ha hecho sus cálculos y le sale que es mejor arriesgarse que morir con sentido de Estado.

Alimentar el ataque de Rusia a España cuando Putin nos acusa de ser un régimen poco democrático por tener a políticos en prisión es una deslealtad con pocos precedentes. ¡El vicepresidente del Gobierno contradijo a la ministra de Exteriores! Lo nunca visto. Y miel sobre hojuelas para Vladimir, que sigue a lo suyo: divide y vencerás. Divide España y divide Europa, para mayor gloria de la madre patria.

Prestarse a ese juego para cosechar votos en Cataluña y ganarse a ERC, en un momento de derrumbe generalizado, solo se explica como una jugada a la desesperada, a vida o muerte. Cualquier politólogo con dos dedos de frente le habrá hecho ver las aristas de esta estrategia. Pero eso da igual, quizás, cuando hay poco que perder o cuando se tiene constancia de que casi todo está perdido.

Eso es lo que yo saco en claro de todo esto. Pablo Iglesias ve cercano su fin y ha decidido que su única opción en estos momentos es recuperar las esencias… aunque eso le cueste el Gobierno y una parte importante de sus votantes. En cualquier caso, más le vale empezar a pensar en cómo pagar las letras de la hipoteca del chalet de Galapagar.

Más en twitter: @javierfumero

 
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