No fotos, no Sánchez

Moncloa se ha propuesto evitar pisar más charcos este mes de agosto. Los ánimos de los ciudadanos no están para mucha broma y la polémica de la corbata lo demuestra. Fue decir el presidente que convenía aligerar la indumentaria para evitar el calor, ahorrar energía, etc… y dispararse las críticas por el uso del Falcon.

Por eso, la consigna fue contundente: Pedro Sánchez debe evitar cualquier foto estas semanas de vacaciones. Porque hoy todo puede ser malinterpretado, sacado de contexto o tergiversado. Muerto el perro, se acabó la rabia. Así que el presidente ha reducido al mínimo los actos estos días y tiene vetado cualquier salida intrascendente de La Mareta, en Lanzarote.

Apenas se ha citado con el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, y la presidenta del Cabildo de Lanzarote, María Dolores Coruña Berriel, los dos socialistas. Y también ha manifestado su intención de visitar la isla de La Palma, para dar su apoyo a la reconstrucción de las zonas afectadas por la erupción del volcán Cumbre Vieja. Poco más.

A los periodistas que siguen habitualmente la actividad del presidente se les dijo a principio de mes que el presidente del Ejecutivo “seguirá trabajando desde Lanzarote”. Su intención, dijeron desde Moncloa, era aprovechar estos días “para diseñar los nuevos Presupuestos y la estrategia política de cara al próximo curso”. Generalidades, como se puede ver. Nada que genere una instantánea incómoda: una comida opípara, unas risas entre colegas, unas canastas en la cancha que arregló Zapatero…

Dicen que la finca da para mucho. Eso no debe ser un problema. Otra cosa es que Sánchez, aficionado a airearse por ahí, a patearse los pueblos cercanos y quedar con amigos, ahora tenga que contenerse. Este año va a ser que no.

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