Javier Fumero

La gran debilidad del presidente

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, juega a la petanca en un parque de Coslada con un grupo de jubilados afliados al PSOE.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, juega a la petanca en un parque de Coslada con un grupo de jubilados... afliados al PSOE.

De verdad que esta vez pensé que era una broma: no podía ser que los asesores de imagen del presidente del Gobierno fueran tan torpes. No podía ser. Pues va a ser que sí. Por tercera vez en seis meses han pillado al equipo de Comunicación del líder del PSOE promoviendo como un acto de inocente acercamiento al pueblo llano una reunión… con gente del PSOE. Vergonzoso y chapucero.

La escena no tiene desperdicio. Pedro Sánchez publicó el lunes en sus redes sociales un vídeo donde aparece tomando café de forma distendida en un piso de Parla. A su lado, dos jóvenes (Mari Carmen y Óscar) receptores del Salario Mínimo Interprofesional comentan las ventajas de la nueva subida del SMI (que se aprobó este martes) de forma supuestamente sincera y genuina.

Pues resulta que el tal Óscar es hermano de Cristian González, un politólogo de 25 años que actualmente ejerce como el líder de las Juventudes Socialistas de Parla (JJSS) -concretamente es el secretario general-, además de ocupar el cargo de Consejero Técnico de la Dirección Adjunta del Gabinete de la Presidencia del Gobierno (el Ministerio de Félix Bolaños) desde el pasado otoño. Todo inocente y casual.

Insisto: lo más grave es que llueve sobre mojado. El pasado mes de septiembre, el líder del Ejecutivo estrenó curso político con una jornada de puertas abiertas en Moncloa para gente supuestamente “anónima”… entre los que, casualmente, se encontraban, militantes y cargos socialistas como la teniente de alcalde de Rubí (Barcelona).

Pero hay más. Hace menos de un mes también se dejó ver jugando a la petanca con un grupo de jubilados en un parque de Coslada, como si fueran gente de la calle normal y corriente. Resultaron ser afiliados del PSOE.

Pedro Sánchez tiene todo el derecho del mundo a grabarse vídeos con quién quiera. Lo penoso es que intente utilizar esos encuentros como una demostración de que la calle, la gente sin adscripción política definida, está con él, le sigue, le aplaude y le baila el agua. ¡En la era de Internet! Donde casi todo se puede descubrir.

Esto lo que demuestra es precisamente lo contrario: la gran debilidad del presidente. Se ve forzado a construir montajes fake, mentirosos, para hacer creer que los ciudadanos le adoran y están encantados con él. Miedo me da.

Más en twitter: @javierfumero

 
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