Javier Fumero

Imputadas Podemos

La vicepresidenta segunda y Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, durante la presentación de la Comisión de expertos que analiza la repercusión de la precariedad laboral en la salud mental de las personas trabajadoras
La vicepresidenta segunda y Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, durante la presentación de la Comisión de expertos que analiza la repercusión de la precariedad laboral en la salud mental de las personas trabajadoras

El título irónico no es mío. Lo encontré el otro día en Twitter cuando alguien aludía precisamente al tema que voy a comentar hoy: ese misterioso “proceso de escucha” –así lo ha llamado ella misma- que abrió la vicepresidenta Yolanda Díaz hace varios meses.

Yolanda Díaz escucha desde entonces para concluir cómo, cuándo, dónde y con quién lanzar un movimiento aglutinador de agrupaciones políticas a la izquierda del PSOE. Se trataría de abandonar la tóxica marca de Unidas Podemos, que en todos los sondeos y procesos electorales demuestra estar tocada y hundida, y crear un nuevo proyecto ilusionante, limpio de polvo y paja.

El problema que se ha encontrado Yolanda Díaz a las primeras de cambio es que las personas a las que se ha acercado inicialmente parecen haber entrado en una mala dinámica. Si la ministra escucha a los jueces, comprobará que Ada Colau, Mónica Oltra y el propio Iñigo Errejón están inmersos en procesos judiciales que auguran, sobre todo en el caso de las dos primeras, un oscuro horizonte penal.

Ada Colau tiene abierta una causa penal en la que se le acusa de haber dado subvenciones directas a entidades sociales por sus “estrechos lazos personales y profesionales”. Así figura en la querella presentada contra la alcaldesa de Barcelona por la Asociación para la Transparencia y Calidad Democrática. El titular del juzgado de instrucción nº 21 de Barcelona, el magistrado Ignacio Sánchez, acaba de citar a declarar a la interventora delegada del Ayuntamiento de Barcelona, Carmen Torres, que acude el próximo martes como testigo para explicar el funcionamiento en la aprobación de las ayudas. Esta es la segunda declaración en esta causa, después de que Colau fuera citada el pasado 4 de marzo como investigada y negara cualquier irregularidad.

Mónica Oltra se encuentra al borde la imputación después de que el titular del juzgado de Instrucción número 15 de Valencia haya pedido al Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana precisamente su imputación en el marco de la investigación a altos cargos de la Conselleria de Igualdad por su actuación ante el abuso sexual del ex marido de la vicepresidenta a una menor en un centro tutelado. La Fiscalía ha respaldado hace una semana la decisión del magistrado, cuya exposición considera “ampliamente expuesta y motivada”. El instructor afirma que existen “indicios racionales, serios y fundados de participación” de Oltra en los hechos que se investigan tras recabar los testimonios de 13 profesionales de Igualdad que han sido investigados en esta causa.

Iñigo Errejón está a la espera de juicio por una presunta agresión a un viandante tras la decisión de la Audiencia Provincial de Madrid de que lo celebre un juez distinto al que llevó la investigación del caso. El líder de Más País fue denunciado por un hombre que afirma haber recibido una patada de Errejón en la calle tras acercarse a pedirle una foto. Errejón niega tajantemente los hechos.

Estos son algunos hechos que ha escuchado Yolanda Díaz estos meses. Atendiendo a estos precedentes se entiende la espera, el tiempo que se ha tomado para reflexionar. El problema es que no le queda mucho margen. Mientras tanto, el PSOE se frota las manos al quedarse sin rival en el caladero de la izquierda… aunque le inquieta no lograr crecer lo suficiente y alejarse de La Moncloa al no poder formar gobierno si sus aliados pinchan estrepitosamente. Menudo dilema.

Más en twitter: @javierfumero

 
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